Abby y Brittany, siamesas con un solo cuerpo que tienen su propio reality

Abigail y Britanny Hensel son dos gemelas con un solo cuerpo. O en otras palabras, un único cuerpo con dos cabezas. Sí, dos cabezas más que en una reunión del Consejo de Ministros. Además cada una tiene su propio corazón, su estómago y su propia columna vertebral, pero una sola pelvis así como dos brazos y dos piernas entre las dos. El cerebro de cada una controla los músculos de su lado del cuerpo, lo que les exige una gran coordinación. Desde esta semana son las protagonistas de un nuevo reality en televisión, con el que podremos seguir el día a día de su vida cotidiana.

Dos cabezas piensan más que una

Nada más nacer, los médicos pronosticaron que no les quedaban muchas horas de vida, y con suerte vivirían un año. Contra toda expectativa las pequeñas lograron sobreponerse a todas las dificultades y ahora con motivo de su graduación y su vigésimosegundo cumpleaños han decidido realizar esta crónica para la estadounidense TLC. 

Los episodios empezaron a grabarse el pasado mes de Abril. Por entonces las hermanas terminaron sus estudios, comenzaron a buscar trabajo e hicieron un viaje a Europa. Profesores, compañeros de facultad, su amigos en la población de Minessotta en la que residen o sus primeras búsquedas de empleo son solo parte de los personajes y situaciones que podremos ver en el programa. Un formato que pretende dotar al género de una perspectiva más humana y menos sensacionalista. 

La idea es cuanto menos llamativa. Creo que hablo en nombre de la mayoría cuando digo que nunca había conocido un caso así. El factor curiosidad se consigue de forma muy sencilla. Realmente la historia impacta y las dudas y especulaciones sobre como se desarrollan algunos aspectos de su vida diaria te asaltan al instante, y por eso quieres verlo y constatarlo por ti mismo. 

La línea que separa los buenos contenidos de la basura más sórdida se encuentra, una vez más, en como se trate. En este caso parece que van a huir de la morbosidad y la provocación, mostrando el día a día de las jóvenes de la misma forma que transcurriría si no hubiesen cámaras. O por lo menos así debería ser teniendo en cuenta que la idea fue propuesta por las hermanas. 

Televisión educativa y eso

No es sin embargo esta la primera aproximación de estas chicas al medio televisivo. Con solo seis años  fueron al show de Oprah  y en 2003 participaron en el documental Joined for Life (unidas de por vida) en Discovery Channel, seguido del Joined for Life: Abby and Brittany turn 16, al cumplir los 16 tres años después, esta vez en la TLC, filial de Discovery en la que se emite también el nuevo programa. 

Algo reseñable de este canal, por cierto, cuyo acrónimo corresponde a The Learning Channel,  es que comenzó en 1972 impulsado por el Departamento de salud y servicios humanos de Estados Unidos y la NASA, en teoría como un canal instructivo y educacional cuyo objetivo era proporcionar educación real a través del medio de la televisión. Una idea muy bonita, sí, pero no hay que ser muy listo para darse cuenta de que no hay cosa menos viable económicamente. 

Menos mal que la NASA decidió dedicar su presupuesto a cosas más relevantes para la vida en la tierra como enviar el Curiosity a Marte, y desde mediados de los 90 la TLC se decidió, bajo el lema Life Unscripted, a alejarse un poco de los temas educativos y centrarse en otros en los cuales primaba el entretenimiento puro (lo cual no tiene porque ser malo), como Sara Palin's Alaska, Toddlers and Tiaras, Sister Wives o Here Comes Honey Boo Boo. 

Abby y Britany quizás no sea el programa más didáctico de la parrila, ni el más cultural. Es difícil juzgarlo con apenas unos pequeños clips de vídeo, así que a ver si alguna cadena española se decide a comprarlo, pero de momento parece que al menos será entretenido, y por el hecho de mostrarnos una experiencia que no conocíamos y, que se nos antojaría complicada de experimentarla en nuestra piel, ya enseñará, ya aportará algo.    

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