miércoles, 10 de octubre de 2012

Recomendacion de serie (VI): Wilfred

Wilfred es muy difícil de recomendar, porque al parecer dicen que no es buena. Debería decir que no lo es si quiero quedar bien, pero a mí me gusta. Y cuanto más avanza, más. Sé que al principio parece una tontería muy cutre, como mucho un rollo indie menor. Es una broma, la pones un rato y nada más. Lo lógico es pensar que es una simpleza, pero por ahí no paso. Simple sí que no es. Lo cierto es que tenía pensado hacer este artículo sobre otra serie, pero después de haber disfrutado en menos de una semana de las dos temporadas con que cuenta tal rareza la decisión era clara: tenía que hablar de ella.

Trailer


A perro flaco todo son pulgas

Esta es la serie del hombre disfrazado de perro, lo que entiendo que asuste. Más bien su protagonista, Ryan ( Elijah Wood, el que hacía de Frodo en El Señor de los Anillos), es un hombre que por alguna extraña razón ve al perro de su vecina con aspecto de hombre disfrazado de cánido, y se comunica con él como si fuese humano, estableciéndose entre ambos una buena relación de amistad. Pero Wilfred no es que sea una persona muy elegante  (bueno, directamente, no es que sea una persona) y su mera existencia parece predestinada a traer el caos y la destrucción.

Es obvio que el tono es el de una comedia muy bizarra, surrealista y escatológica. Wilfred personifica los instintos y las pasiones más animales, y el resultado choca. El protagonista se siente atrapado en un eterno desdén, es un incomprendido que no puede sincerarse con nadie sobre lo que le ocurre. Ryan sufre mucho, está pasando por una etapa nefasta de su vida y ahora debe contemplar las excentricidades de un hombre disfrazado donde los demás solo ven una criatura inocente.

El perro entró en su vida en un momento clave, justo al día siguiente de que intentase suicidarse. Supuestamente llega con la intención de ayudarle a reconducir su vida, aunque no sea de una manera muy ortodoxa. Y es que a poco que nos adentremos en la serie podemos constatar como la principal ocupación del perrito es meter en problemas a su amo. Wilfred es una pésima influencia, el típico colega que en el colegio te acaba llevando a cagar en la bota de un vecino o a follarte una jirafa de peluche delante de un niño, cosas que no harías por tu propia iniciativa


El perro manipula al pobre chico de forma rastrera para que tome decisiones horribles que van directas a enfrentarlo con sus conocidos y familiares. Para que mienta, conteste mal, deje pasar las oportunidades, no busque trabajo ni intente salir del pozo de melancolía en el que se ha metido. Sin embargo, el can puede pasar del estado más narcisista, crápula y manipulador a hacer grandes reflexiones que en principio parecen estupideces egoístas, pero que al final no solo son la pura verdad, sino lo que en realidad  ayuda al chaval a mejorar.

El peor amigo del hombre

La duda de si su nuevo amigo es un punto de apoyo para que Ryan pueda salir del abismo o más bien está ayudando a cavar su propia tumba no acaba de aclararse nunca. Y es que este peculiar personaje se lanza continuamente al comportamiento extremo más inmoral, que lejos de repeler a espectador se hace muy atractivo. Wilfred es astuto, inteligente y metódico. Lo que no quita que pueda ser burdo, infantil y estúpido. El chucho es complejo y cautivador. Y más humano que cualquier personaje de Ryan Murphy.

El principal atractivo de la serie consiste, para que engañarnos, en ver a un tío disfrazado hacer el cafre. El humor soez alcanza su máxima expresión, pero es más sublime que asqueroso o burdo. Todos queremos ver al perro siendo un capullo, saqueando las casas de los vecinos, falsificando pruebas, copulando con un oso de peluche y tratándolo como si fuese un ente consciente (el personaje de Oso es el mejor que he visto en la tele en años), leyendo a Kant, fumando maría, orinando sobre un indigente, comiendo los sesos de un hombre o intentando hablar con la gente como si fuese una persona interesante y todos lo estuviesen escuchando.


Pero todos los capítulos tienen una intención, algo que quieren decir. Los que se quieran quedar con los cuatro chistes pueden hacerlo, pero estarán perdiendo el tiempo por no saber ver un poco más allá. Cada uno está titulado con un adjetivo relacionado con algún aspecto emocional o psicológico como aislamiento, culpa, compasión, identidad, duda o enfado. No diré que las reflexiones sean redondas, pero sí están muy bien traídas para el personaje principal y hacen avanzar la trama.

La serie es una versión de la homónima australiana y fue adaptada para la cadena FX por David Zuckerman, uno de los cocreadores de Family Guy. Sé que desde la primera línea muchos os lo estaréis preguntando, y sí, es mucho mejor que el Ted de Seth Macfarlane. Ahora ya no podéis decir eso de que soy un crítico férreo y exigente, también me gustan mierdas.  

Archivo fotográfico ⎪  fxcanada.ca,  cdn-3.nflximg.com,  wikimedia.org, YouTube.com

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