Hoy inauguramos lo que serán una serie de artículos con los que a lo largo de las próximas semanas vamos a hablar de las novedades seriéfilas de Septiembre, para ver que estrenos se plantean prometedores y a cuales no les concederemos ni el segundo episodio, además de especular vilmente con cuál será la primera cancelación (si me permitís la apuesta, opto por Animal Practice).
Hoy le toca el turno a los adelantos que hemos podido ver antes de su estreno oficial. No es que se hayan filtrado, sino que motivados por una de esas estrategias comerciales que se les ocurren a las cadenas y que yo aún estoy muy lejos de comprender, FOX y NBC han decidido preestrenar algunas ficciones bien de forma gratuita en su web, o bien apoquinando unos jugosos dólares en plataformas como Hulu. Una buena iniciativa que solo ha servido para no retrasar el encuentro con esta ristra de pilotos fallidos.
The New Normal
The New Normal parece haberse unido a ese club de comedias tan modernas y tan socialmente inventivas que de tanto creerse innovadoras, modernas y transgresoras acaban siendo todas iguales. Cuanto daño ha hecho la familia moderna de ABC, que todos quieren ser como ella. Si The New Normal fuese música, sería Vetusta Morla. Así, hacer una serie sobre una pareja homosexual que decide tener un niño a través de una madre de alquiler es una idea fantástica, pero que no tiene porque salir bien.
Para lograr su objetivo, la pareja formada por Bryan y David deciden contar con una mujer que acaba de huir de casa tras encontrar a su marido siéndole infiel (algo nada tópico) y meterla en casa junto con su hija y su abuela. Así, sin anestesia. Las situaciones son precipitadas, poco creíbles y suenan a deja vú. El capítulo tiene una reflexión interesante al principio sobre la idea de que la anormalidad es la nueva normalidad, pero ahí se acaba lo bueno. The New Normal se jacta de golpear en lo dientes, pero lo cierto es que no hay nada en ella que soprenda o llame a verla. Señores, en el piloto hay que darlo todo.
Influyen mucho esos personajes trillados y pasados de rosca (la niña es la única que vale la pena). Esa contrapuntística pareja gay de manual, con un afeminado obsesivo de la moda y otro muy masculino al que le plantarán una supuesta tensión sexual con la chica. La abuela (Ellen Barkin), que es quien intentaban que nos deslumbrase, no consigue arrancarnos una sonrisa. Ni ella ni nadie. Y es que las risas brillan por su ausencia en lo que me habían vendido como una comedia.
La historia tiene potencial, pero si no mejoran mucho los personajes y empieza a hacer un poquito de gracia no le daré ni una oportunidad.
Una parodia ácida de las comedias románticas de toda la vida es lo que parecía The Mindy Project. Bridget Jones, Meryl Streep, Tom Hanks, Meg Ryan y derivados. Todos los críticos (los que cobran, me refiero) hablan muy bien de ella. Hasta la review de IGN encontraba intepretaciones y trasfondos que no tengo ni idea de donde las sacan. Pero eso debo ser yo que soy tonto. A diferencia de The New Normal, tengo que decir que la nueva comedia de Fox por lo menos intenta crear un personaje empático, lleno de dudas y anhelos... expresar algo con ella. Pero intentar no es conseguir.
La serie arranca con un breve repaso a la vida del personaje de Mindy Kalling (que tras hacer de Kelly en The Office, se convierte en productora y protagonista de su serie, como ya hicieron en su día Tina Fey, Amy Poehler o Lena Dunham), actualmente una prestigiosa doctora que, tras acudir a la boda de su ex, acaba borracha y montando un altercado en la piscina de una casa ajena. Tras este desliz decide que ya es hora de cambiar de vida, buscar un hombre que la quiera y ser feliz.
El problema radica en que ese supuesto cambio no lo veo por ningún lado. Mindy tiene una cita a ciegas que es interrumpida por una llamada para un parto clandestino, y además se lía dos veces con el médico guaperas mientras mantiene un tira y afloja con Daniel Castellano, el personaje simpático. No sé que pretenden hacer con esta serie, ni me ha transmitido nada. Esperaré a ver por donde avanza. Si se decantan por las tramas profesionales, las amorosas o por una parodia del cine romántico.
Sintiéndolo mucho por sus defensores, que son muchos, este episodio me ha cansado. Reconozco que empieza interesante, pero cuantos más minutos pasan la cosa se desinfla ¿Cuantas veces tendremos que escuchar otra vez los clásicos incidentes de una cita con llamada telefónica inesperada? ¿Y la adolescente y estudiosa nerd que de adulta encuentra a su hermoso príncipe azul? ¿No sabemos lo complicadas que son las relaciones en el trabajo? ¿Necesitamos otro triángulo amoroso insinuado para acabar en boda frustrada tras doce temporadas? ¿Y otra serie de médicos? Cuanto daño ha hecho George Clooney, también.
J.J. Abrams se aplicó bien el refrán de cría Lost y échate a dormir. Desde entonces el artífice de la productora Bad Robot ha parido desde bodrios como Undercovers o Alcatraz hasta Person of Interest, procedimental que no he visto y no tengo ningún interest (que currado el chiste, que genio se vislumbra en estas letras) en ver, y menos sabiendo que guioniza el hermano de Nolan. Aunque también firmó el libreto de Memento... y el de The Prestige, así que nada, y ya me estoy rayando.
La nueva apuesta de Abrams y Eric Kripke para NBC (que está década no ha acertado mucho en dramas) es como Alcatraz pero menos mala. Al menos no nos vende lo que no es. Básicamente tenemos un drama postapocalíptico con tintes de misterio que nos descubre un futuro en el que la energía eléctrica ha desaparecido por una misteriosa razón y la humanidad se ha visto abocada a volver a sus formas de supervivencia más primitivas. Me ha recordado un poco al Ensayo sobre la Ceguera de Saramago, debe ser porque lo he leído hace poco.
En Revolution Ben Matheson vive con sus dos hijos y su nueva amante en un poblado tras el apagón, hasta que un día llega el miliciano Gus Fring de Breaking Bad (muy bien Giancarlo Eposito, con las dos mitades de la cara intactas, el mejor actor del capítulo) que quiere llevarse al cabeza de familia porque conoce algunos secretos sobre el incidente de la electricidad. Tras un breve tiroteo entre los soldados, Ben acaba muerto y Esposito secuestra en su lugar al primogénito.
Mientras agoniza el hombre le cuenta a su hija Charlie que para rescatar al chaval debe encontrar a su tío forajido Miles. Así emprenderá una aventura junto la novia de su padre y un antiguo empleado de lo que se rumorea que era una empresa de internet, Google. Este piloto resulta interesante y entretenido. O se lo resultará a los que no hayan visto cien mil películas y series de aventuras y ciencia ficción, el resto ni nos inmutaremos ante él. Soy el primero que admite que es casi imposible innovar haciendo una serie convencional, pero no solo es eso lo que falla.
La ficción presenta mal a los personajes, los fuerza y parece más preocupada en establecer doscientas tramas inverosímiles que en que conozcamos a los protagonistas. Evidentemente, estos errores de primero de showrunner son los mismos que encontramos en su día en Alcatraz (y que le costaron que este desalmado la abandonara en el primer episodio) pero no tan exagerados. Al menos esto no es una copia mal hecha de Fringe con el gordo de Perdidos, que ya es algo. Auguro que se convertirá en una apuesta distraída de ver, mucho mejor que la serie ambientada en la famosa prisión y que Terra Nova, por supuesto, pero tampoco hará demasiado ruido.
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