Que Salvados se ha convertido en la sensación televisiva de la pasada temporada es, para nuestra alegría o nuestra desgracia, un hecho indiscutible. El programa de sátira y entrevistas que desde 2008 conduce Jordi Évole en La Sexta vio como incrementaba su audiencia de forma progresiva conforme transcurrían las semanas desde que en Septiembre del pasado año regresara con una estética y un formato totalmente renovados, y que no eran fruto tanto del azar como de los cambios que gradualmente se habían ido introduciendo desde sus inicios. Muchos quisieron buscar en él una obra maestra que debía pasar a la historia, y lograron un hito aún más impactante que realizar tremenda empresa: que nos lo creyésemos.
De culto
Hace ya unos meses escuché que el de El follonero estaba posiblemente destinado a convertirse en un programa de culto. La idea no me parece para nada descabellada, pues su equipo ha sabido aprovechar muy bien los recursos que tenía a su alrededor, convirtiendo en ventaja una situación que para la mayoría es un agujero de infortunios. La crisis económica se ha traducido en una crisis política y en una crisis de valores. Cuando los que hasta ahora había permanecido como una masa silenciosa empieza a sospechar que les han estado tomando el pelo, es cuando ya no tienen nada más que perder... y protestar se convierte en la única manera de conseguir algo a corto plazo.
Salvados ha logrado retratar casi minuto a minuto esa España que se derrumbaba política, social y económicamente. Si bien desde el inicio de la temporada 2011-2012 empezaron a marcar la diferencia con una fotografía digna de elogios que comenzaba en las cabeceras personalizadas de cada edición para trasladarse a todo el reportaje otorgándole un aspecto casi cinematográfico, fueron los programas grabados en el País Vasco Borrando a ETA y Reiniciando Euskadi los que causaron un verdadero revuelo en la red social twitter iniciando una costumbre por la que el espacio desde entonces se alzó todos los domingos como el principal trending topic nacional.
Y es que otra estrategia comercial muy acertada fue la de acortar con un hastagh el título de cada programa para que los espectadores pudiesen comentarlo en directo, algo que cada vez es más un imperativo en la tele, y que en este caso particular ha funcionado mejor que en ningún otro. El twitter de marras ha creado la figura del cultureta / gafapasta / pseudoizquierdointelectual / Isabel Coixet 2.0. que se siente orgulloso de juzgar desde un punto de vista crítico o elogioso según el caso cada minuto que ve en pantalla para jactarse ante sus seguidores. Estos individuos, casualmente, suelen ser los mismos que tuitean las películas que ven en La Sexta 3 alabando, mediante la repetición de tópicos formularios, a esos directores de los cuales nunca alcanzarán a comprender que querían expresar en realidad.
No pongo en duda que Salvados se haya convertido en un formato bastante interesante, ni negaré que sea el único programa de producción nacional que veo en la tele casi cada semana, pero calificarlo atribuyéndose un aura de supuestos expertos como de lo mejor de la televisión dice muy poco o bien a favor de la calidad de este medio en general o bien del nivel de exigencia de gran parte de los espectadores. Que es original y trata temas interesantes, estoy de acuerdo. Que está bien, te doy la razón. Que son los únicos periodistas decentes de todo el país, que nos han revelado una verdad universal o que van a cambiar el sistema establecido... no lo creo. El formato, tal y como lo encontramos ahora, son solo cuatro o cinco entrevistas. Estas a su vez se dividen en dos tipos: los aliados del programa que tienen que dar argumentos (bien argumentados, ya lo sé) para criticar el tema expuesto en él; y los enemigos, la gente a la que Jordi vacila y desarma sin pudor.
El montaje está cuidadosamente seleccionado para que todo encaje con el mensaje que intentan transmitir. Cada intervención debe acercarse lo más posible a una enumeración de titulares. Titulares, buenos y malos, que a ser posible quepan en 140 caracteres. Es una buena estrategia, no la critico, ojalá se me hubiera ocurrido a mí, pero eso no me impide preguntarme como la gente no se da cuenta de estas cosas, y si lo hace no lo dicen mucho. A poco que uno se fije, al programa se le ven mucho las costuras, y esto evidencia que solo estamos ante lo que en cualquier país que funcionase de manera más o menos lógica sería un producto cualquiera de la parrilla. Pero como aquí estamos acostumbrados a ver tal cantidad de basura y a pasar por entretenido un escaparate de farlopa dando vueltas con cara de idiotas a sillas giratorias, esto nos parece la leche.
De periodistas y sillas que giran
No sé si fue Melendi o Bertol Bretch el que dijo Desgraciado es el país que necesita héroes ¿Es Jordi Évole un héroe? Absolutamente, no. Ni su programa es un escaparate reaccionario y contracultural, ni hace un sublime trabajo de investigación capaz de moldear nuestras conciencias. Es un espacio que, obviamente, sigue la línea editorial socialdemócrata y moderada que marcaban el señor Roures y el grupo Mediapro (y ahora el Grupo Planeta), y dentro de esos límites ofrece una información en cierto punto sesgada, imparcial, pero creo que bastante honesta y lo que es más importante, repito, acercando temas que gustan mucho como el mantenimiento de la monarquía, la iglesia, las cuentas de los partidos políticos, el camino iniciado en Islandia o la televisión pública. Temas que la gente quiere oír porque ha tenido que indignarse, porque necesita respuestas urgentes.
Por otro lado, me irrita bastante que sin comerlo ni beberlo a Évole le hayan adjudicado de un día para otro el calificativo de periodista. No creo que ese fuese su objetivo, al menos no con este programa. Para empezar, Jordi es licenciado en Comunicación Audiovisual, y puedo asegurar por experiencias cercanas que esta carrera es más un pastiche de teoría cinéfila, prácticas con cámaras y programas de edición, y un poco de cultura general en el que apenas hay una asignatura relacionada con el cuarto poder en cuatro años. Casi podría confirmar también que tanto Periodismo como Audiovisual tienen una carga lectiva muy baja, siendo su título un regalo y el tiempo empleado en ella en mi opinión una pérdida de tiempo, lo que ayuda a comprender el mal estado del sistema educativo, el cine, la televisión y la prensa. Respecto a las personas que acompañan a este mordaz reportero, apenas tiene periodistas. Se ha rodeado mayoritariamente por personas con experiencia en producción de audiovisuales y por guionistas de humor de la productora El Terrat que acompañaban a Évole en sus inicios y tomaron ya las riendas del primer Salvados por la Campaña.
No podemos olvidar que este al principio era un programa igualmente mordaz y enfocado hacia temas que preocupaban a la sociedad, aunque desde una perspectiva más liviana y banal. Le faltaba ese toque de trascendencia del actual, pero tenía un guión mucho más planificado y un contenido cómico realmente ingenioso. Me quitaba el sombrero ante los infiltrados, los regalos, los paseos en coche con Carlos Navarro el yoyas o los momentos míticos con políticos con la única pretensión de echarnos unas risas. Desde el punto de vista formal (quitando la dolorosa voz en off) me quedo con el antiguo. Los programas de puro entretenimiento también son buenos, y hacer uno como aquel no está al alcance de cualquiera. Salvados tendrá su merecido hueco en nuestra historia, pero no por eso son ellos los únicos que lo hacen bien ni tienen el único informativo decente de la televisión en España. Afirmar tal cosa sería faltarle al respeto a profesionales como Toni Garrido, Ángels Barceló o Ignacio Escolar y a los equipos de programas de Canal+ como Informe Robinson o los que conducen Jon Sistiaga, Juan José Millás e Iñaki Gabilondo.
Con este artículo he querido ser objetivo, pero por mucho que lo intentes eso es algo imposible de alcanzar. Hasta para Jordi Évole.
Archivo fotográfico ⎪ elperiodico.com, lasexta.com, elterrat.es, twitter.com (@jordievole)
Es un magnífico programa, donde se dice lo que todo el mundo sabe, pero que solo el sabe sacar de las propias bocas de los entrevistados. A nosotros nos engañan, nos cuentan mentiras, que lo hacen por nuestro bien, que no hay mas remedio, que no hay dinero, etc, etc..., pero detrás de esa sarta de mentiras está la pura realidad y que unicamente el programa de Jordi Évole, "Salvados", se atreve a sacar a la luz y mucho están tardando los políticos y medios fastoides de este país en cortarle las alas y mandarlo a la lista del paro. Gracias a la Sexta por informar, no como otros medios de desinformación. Un saludo.
ResponderEliminarSe atreve a sacar aquellos que beneficia a sus ideas pero se le olvidan, que casualidad, otros. Que se pase por Andalucia (Los Eres, Mercasevilla, los consejeros a dedo....)..... ahí si que tiene filon para hacer programas.....
EliminarJe... te veo un poco escocido.
ResponderEliminarNo creo que pretendan ser más que nada, ni que nadie. Tan sólo hacen un programa - bueno, en mi opinión- , y es el público el que le da la puntuación que quiere. Como tú has hecho expresando libremente tu opinión.
Efectivamente, ellos no pretenden ser más que nada. De hecho Jordi es el tío más modesto del mundo, son sus espectadores más acérrimos y dañinos los que intentan mitificar y ensalzar una cosa que solo trata de informar. Si en el siglo XXI decir la verdad es un mérito único o superior para el que hace falta un talento innato, mal vamos.
Eliminar"Si en el siglo XXI decir la verdad es un mérito único o superior para el que hace falta un talento innato, mal vamos."
Eliminar¿Has salido a la calle últimamente?
Sí, y sé que precisamente eso actualmente no se hace. Pero no es algo para lo que haya que ser precisamente muy talentoso, y si viviésemos en una sociedad normal con políticos decentes lo podría hacer todo el mundo.
EliminarLamentablemente, vivimos en una sociedad tremendamente imperfecta y corrupta, por lo que sí hacen falta personas como Jordi, que le planten cara al sistema en nombre del ciudadano.
EliminarEn cuanto a lo de la falta de talento... No se de qué pie cojeas, y aunque entiendo que cada uno en su blog hace y dice lo que quiere, intentar desprestigiar a Jordi Évole aduciendo al hecho de que sólo es licenciado en audiovisuales me ha parecido bastante lamentable.
Precisamente, el talento consiste en la capacidad de desempeñar una función, y si en algo destaca Salvados es en sacar los colores y poner los puntos sobre las íes a quien haga falta; y para eso no hace falta educación formal, únicamente coraje y ganas de hacer lo correcto.
(En aras de la comodidad, a partir de ahora usaré un nick.)
Sí, estoy de acuerdo en eso. Lo que hace Jordi lo podrían hacer muchos otros (no todos) si quisieran, pero no quieren. En cambio lo que hacen Coppola o Louis C.K. (que si son genios) no lo podría hacer nadie, por mucho entusiasmo que le pusiesen.
EliminarCreo que Jordi no es periodista, pero eso debería considerarlo un elogio y no un descrédito. Al final en la televisión y el cine los mejores profesionales son los autodidactas que no han estudiado de forma canónica. El mejor periodista para mí es el que no ha hecho la carrera porque no se ha "contaminado" de las malas prácticas. Y de su pasado como humorista no debería renegar, pues la mejor actitud con que se puede encarar cualquier problema es el humor.
Mi crítica no es tanto hacia el programa que, repito, no está mal, sino más bien hacia los espectadores que se creen "guais" por tuitearlo y no tienen ni idea de lo que se está hablando, algo que masifica y desvirtualiza el producto. Es la metáfora de la sociedad de la información.
Sinceramente, para hacer un artículo diciendo lo obvio de Salvados, prefiero no decir nada. Me parece más útil hablar de lo negativo que le veo y que no he escuchado a nadie, aunque sea hacer un poco de abogado del diablo.
Donde dijiste digo ahora dices Diego...
EliminarSi los espectadores quieren tuitear el programa son libres de hacerlo. Si no estás de acuerdo con los comentarios, deberías tuitear tu opinión tu mismo.
Son muy libres. Yo no digo que haya que prohibir twitter, pero puedo dar mi opinión sobre si eso es bueno o malo para el programa, aunque eso tampoco lo convierta en ilegal.
EliminarCuando dices reaccionario creo que quieres decir revolucionario.Son antónimos.
ResponderEliminarTienes razón, gracias por darte cuenta Al igual que Salvados, los demás tampoco somos perfectos.
EliminarClaro que el programa no es el faro que ilumina la razon, pero hace que mucha gente se pregunte cosas,como la financiacion de los partidos,vea los apuros de la entrevista de Miguel Sebastian ( Antologico )etc...
ResponderEliminarSi no es periodista y a mi que... MArio Conde, Rajoy, De Guindos ,Zapatero son todos unos lumbreras academicos y no veas lo bien que lo hacen.
Ademas si la gente tuitea y va de guay mejor que hagan eso a que vean Salvame o ¿Quien quiere casarse con mi hijo?.Un saludo DAvid
Ey, juez de las carreras... ¿Qué has estudiado tú? ¿Eres autodidacta? ¿No estás contaminado de las malas prácticas?
ResponderEliminarPues debo decirte que yo he estudiado un año y medio de Comunicación Audiovisual, en una facultad donde también se imparte periodismo, y allí he entrado en contacto con gente de los cuatro cursos de ambas carreras. Y me jode mucho lo mal que está el horario, las prácticas, los profesores, que se pueda aprobar estudiando prácticamente el último día y que en cuatro años se aprenda lo que se podía dar en poco más de uno. Creo que tengo bastantes razones y fundamento para criticar las carreras, sobre todo audiovisual. Mi formación sobre televisión la he adquirido por mi cuenta y practicando, entre otras cosas, con esta web. No he aprendido en clases nada que me haya servido para utilizarlo en el blog, ni menos a escribir mejor.
EliminarRespecto a lo de las malas prácticas, todos sabemos que son la norma y no la excepción en los medios de comunicación hoy en día, lo que viene inculcado ya desde la facultad. Un buen ejemplo, la revista Jot Down Magazine, un proyecto que surge de dos personas ajenas al periodismo. "Quizás por eso somos distintos. Los entrevistados, muchos de los cuales son periodistas, nos dicen que no estamos contaminados", cuentan sus fundadores.
Yo tengo mucho que mejorar escribiendo, y lo haré con la práctica, pero al no haberme licenciado en periodismo podré decir al menos que no he tenido ninguna clase donde hayan intentado convencerme de que tengo que escribir lo que quiera el jefe de turno, y no la verdad objetiva o lo que yo piense de verdad. Y a pesar de haber tenido esas clases es bueno que aún queden unos pocos periodistas que sí puedan y quieran hacer lo correcto.
Una educación superior quizá te ayudaría a no confundir reaccionario con revolucionario o imparcial con parcial. Carreras como Periodismo y Comunicación Audiovisual pueden aportar a esa tarea; aunque no siempre ni necesariamente, ya que utilizas fórmulas trilladas del manual del periodista/crítico, como "se le ven mucho las costuras", que resultan verdaderamente ridículas. Tenéis cosas en común.
ResponderEliminarAhora, si lo que querías era proponer veladamente un cambio de la estructura de Periodismo y Comunicación Audiovisual o directamente su aniquilación, no me has convencido. Ya venía convencido de casa.
PD: no digas estupideces, coño, que nadie ha dicho que Évole sea un héroe ni el mejor periodista ni el más objetivo ni nada de nada. A pesar de todo has llamado mi atención. Espero que el tiempo que me he tirado aquí y las visitas que has generado estén sumando a la estrategia de marketing.
Como le decía al comentario de arriba, conozco bien las carreras. A escribir mejor, lamentablemente, no te enseñan allí. Lo de las malas prácticas, todos sabemos que son la norma y no la excepción en los medios de comunicación hoy en día, lo que viene inculcado ya desde la facultad. Un buen ejemplo, la revista Jot Down Magazine, un proyecto que surge de dos personas ajenas al periodismo. "Quizás por eso somos distintos. Los entrevistados, muchos de los cuales son periodistas, nos dicen que no estamos contaminados", cuentan sus fundadores.
EliminarYo tengo mucho que mejorar escribiendo, y lo haré con la práctica, pero al no haberme licenciado en periodismo podré decir al menos que no he tenido ninguna clase donde hayan intentado convencerme de que tengo que escribir lo que quiera el jefe de turno, y no la verdad objetiva o lo que yo piense de verdad. Y a pesar de haber tenido esas clases es bueno que aún queden unos pocos periodistas que sí puedan y quieran hacer lo correcto por su integridad moral y porque están en un medio pequeño y alternativo.
Y lo de que Évole es un héroe y el mejor periodista y sandeces varias, desgraciadamente, gracias a twitter lo dicen más de la cuenta. Hay gente incluso más gilipollas que yo, que ya es decir. Me alegra haber captado tu atención, ya sabes lo que dicen: lo importantes es que hablen de ti, aunque sea mal. Es un consuelo absurdo, pero me conformaré con él.
Saludos, y ya que te gusta la tele espero que no me juzgues solo por esta entrada y te animes a leer otras, seguro que tenemos bastante en común.
Tú sabes mucho de tele eh!!!
ResponderEliminarHe leído el texto y la retaíla de respuestas y estoy de acuerdo en casi todo con la opinión del autor. Lo único que he notado mejorable es el título, cuya idea se va diluyendo hasta quedarse en un "Salvados, un programa mucho mejor que su público".
ResponderEliminarala! otro afiliado al Partido Popular ja,ja. Por cierto, ¿como es posible que no conozcas el significado de "reaccionario" si es justo un adjetivo que sienta de maravilla?
ResponderEliminarala! otro afiliado al Partido Popular ja,ja. Por cierto, ¿como es posible que no conozcas el significado de "reaccionario" si es justo un adjetivo que te sienta de maravilla?
ResponderEliminarSi crees que soy un afiliado al Partido Popular es que me conoces más bien poco.
EliminarCuánta razón.
ResponderEliminarLo dice un catalanista, republicano y superprogre.
Salvados trata temas interesante pero se queda otros muchos en el tintero y que casualidad siempre desde una misma optica. Si hay que hablar de desastres nos vamos a lo del metro de Valencia, y nos olvidamos pej. del incendio de Guadalajara, si hay que hablar de corrupción también a Valencia o Madrid ... y nos olvidamos de Andalucia (paradigma del dedazo a tope), si hay que hablar de finaciación pues que mejos que la Iglesía y nos olvidamos de los sindicatos.... y asi con todo.
ResponderEliminarA mi me gusta porque pone sobre la mesa temas a debatir, pero el enfoque se le ve el plumero.... pero mucho, mucho, ..... vamos igual que a la Sexta.
Me gustaria un programa de los ERES de Andalucia que para mi es el caso más siniestro y más misero de corrupción de los últimos años.... y creo que lo merece ....... creo que no lo conseguire
He dejado de leer en Melendi o Bertold Brecht.
ResponderEliminarIntentaste ser objetivo, lo dice al final en negrita, y eso te ha parecido que para ser objetivo había que criticar salvados.
Lo criticas con miedo, no te atreves a hacerlo, pero te apetece.
A mi si me gusta salvados.
No es un mal programa.... pero hay que cogerlo con pinzas...desde luego muchos "ejpertos" a los que Evole entrevista, comenten fallos garrafales..cuando no directamente manipulan...
ResponderEliminarSalvados es un lastre para la clase obrera.
ResponderEliminarDe acuerdo con la crítica de Salvados, pero que menciones al super sensacionalista y pseudo periodista Sistiaga como muestra de buen periodismo hace que pierdas credibilidad.
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