Como reírse bien de un enano
Life’s Too Short es una comedia coproducida entre la BBC y la HBO que narra las desgracias que se ve condenado a padecer un egocéntrico actor fracasado al que todo le sale mal y que, además, no levanta un palmo del suelo. Su protagonista, Warwick Davis, se puso en su día en la piel de uno de los Ewoks en El retorno del Jedi, además de protagonizar el film Willow, de Ron Howard. Podéis ver un tráiler subtitulado de esta serie a continuación.Es también, tras The Office y Extras, la última en la “trilogía de comedias observacionales” de Ricky Gervais y Stephen Merchant, que además de escribir y dirigir todos los capítulos intervienen -al igual que Davis- haciendo sendos cameos como ellos mismos. Esta es un poco la serie del ego. Recuerda inevitablemente a The Office, a Curb Your Enthusiasm, a Trailer Park Boys, a Que vida más triste, a Modern Family, a Louie... es la enésima serie en forma de falso documental con “confesionarios” hablando a cámara, que prescinde de trípode e inyecta zooms dinámicos y continuos barridos para acrecentar la sensación de realismo.
No podemos olvidar a 30 Rock, a Tina Fey, a Seinfeld o a Larry David, a Episodes y a Matt Leblanc, ni tampoco al propio Gervais y a Louis C.K. Guarda cierto paralelismo con una serie que estrenó Paramount Comedy el año pasado, El Divo, que con Agustín Jiménez y Carlos Areces a la cabeza, hablaba sobre una estrella casposa de los 90 que en el ocaso de su carrera se veía obligada a trabajar en la cadena local Tele Alcobendas. Y es que últimamente ha aparecido una generación de cómicos que aprovecha su serie para interpretar una versión ficcionada y desagradable de sí mismos o recrear en ella cierta parodia del mundo de la televisión.
Davis no iba a ser menos: su personaje es cínico, arrogante y egocéntrico. Se cree una celebrity y se esfuerza en mantener una fama y un prestigio que solo existen para él. El humor es 100% Gervais, incómodo y cruel. No sé como lo consigue, pero es un genio. Una vez escuché decir que el británico hacía Family Guy en live action, y lo cierto es que salvando las distancias sus series bien podrían definirse como la versión en carne y hueso de la famosa serie de animación (que a bestia no le gana nadie)
Gervais no le tiene miedo a nada. Puede meterse con el sida, el hambre, la discapacidad y, como no, con la baja estatura sin quedar como un imbécil. Algún censor dirá que no es ético reírse de estas cosas, pero yo cuando veo a un enano caerse del coche, subir a una estantería o usado como bola de jugar a los bolos no puedo parar de reír. Lo que importa es el tratamiento, y en este caso han sabido llevarlo a cabo con cautela, que es lo que diferencia al chiste estúpido del que merece elogios.
Reconozco que los guiones no son tan brillantes ni están igual de pulidos como los de Curb (que ya es la Champions League) ni supera a la mejor producción de su creador, Extras, pero es un placer muy entretenido y nada despreciable. Los extremos a los que puede llegar Warwick por mantener las apariencias, el aire decadentista que impregna su vida y algunos secundarios como la secretaria (mi preferida) o el desastroso contable os harán soltar más de una carcajada.
Mis escenas favoritas son las visitas de Warwick al despacho de Ricky y Stephen, con el único objetivo de “charlar”. No sólo porque es la oficina que me gustaría tener en un futuro, sino porque allí se dan las conversaciones más interesantes. Gran añadido, por cierto, los cameos de famosos: Liam Neeson, Johnny Depp, Elena Bonham Carter o Sting nos traen gags memorables en los que acabas empatizando más con el enano que con todos ellos. Warwick es un imbécil, pero un imbécil adorable. Y acaba dándote pena.
Life’s Too Short cuenta con una sola temporada de 7 capítulos de media hora de duración, facilmente consumibles y enormemente disfrutables, aunque está prevista una nueva remesa para 2013. No podía irme sin deciros que la podéis encontrar sin problemas en este enlace de series yonkis y adjuntar dos escenas que, aunque no veais la serie completa, si os interesa la actualidad cinematográfica, son de visionado obligatorio.
Liam Neeson visita a los artífices de la serie y aprovecha para recordarnos los temas con los que no se debe hacer comedia, pero que por alguna misteriosa razón a Ricky le quedan bien.
Para los que hayáis seguido las Galas de los Globos de Oro de 2011 y 2012, el encuentro entre Johnny Depp y su molesto presentador, además de servir de nexo entre ambas, os encantará. No había mejor manera de aprovechar la polémica del evento.
Me encanta esta serie, es de mis favoritas. Además quisiera hacer hincapié en el estupendo trabajo de Stephen M. pues todo lo que hace es realmente maravilloso. No se la pierdan.
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