El nuevo mundo tras la Eurocopa

Somos eternos borregos

Por fin. Después de años de padecimiento extremo todo acaba para siempre. El mundo ha dado hoy un vuelco y todos somos felices de una vez por todas. Con gran regocijo me despierto esta mañana, corro hacia mi ventana para presenciar el fin de la crisis y este nuevo orden mundial, pero anonanado me hallo al comprobar ¡Oh, sorpresa! que todo sigue igual. La Eurocopa 2012 ha sido el mejor letargo para que los españoles pudiéramos evadirnos de nuestras penurias cotidianas y hacer propio un éxito tan ajeno como artificial. Una ilusión, un falso sueño televisivo con el que  por unos días algunos creyeron estar bien para despertar de repente y comprobar que seguían siendo los mismos que hace tan solo un mes.

La España de estas últimas semanas se asemeja al perro al que Rajoy encerró en una jaula con el truco de lanzar una galleta  dentro. Mientras nos entreteníamos con el fútbol, el Gobierno ha aprovechado para hacer sus cosillas. Así, ha aprobado la famosa Ley de Reforma Laboral, que endurece las condiciones del trabajador y abarata el despido, aunque poco importe eso frente a ser campeones de Europa. Se ha dado luz verde  a los Presupuestos Generales, con importantes reducciones en varios ministerios, así como al medicamentazo, con el que más de 400 fármacos se quedan fuera de financiación pública. Además subieron la luz, el butano y el gas natural, aunque nadie hable de ello.

Quienes han sabido encontrar su trozo del pastel han sido los de Mediaset. Actualmente casi toda la tele se puede ver por internet en cualquier momento y lugar, y raro es el espacio que logra congregar audiencias masivas. Estas han quedado relegadas al tele-evento, acontecimiento notorio que cuenta con el morbo y la frescura de algo instantáneo e irrepetible. De hecho si no lo ves eres un bicho raro, estás fuera del mundo. Las audiencias han sido desorbitadas, impresiona (y  preocupa) saber que la final obtuvo un 83% de share y fue seguida por más de 15 millones de personas.

Sobra decir que Telecinco no actúa aquí por solidaridad o necesidad moral de "hacer país", son sólo una  empresa que sabe bien donde poner el ojo. Ellos no emitieron esa Eurocopa de 2008 en la  que nadie esperaba que ganase nuestro amado país, por considerarla falta de interés (no recuerdo si la echaron  Cuatro, La Sexta o ambas). Tampoco irían demasiado expectantes (ni con el campeonato ni con Sara Carbonero) cuando se atrevieron con el Mundial de 2010 y ahí les salió bien la jugada, tanto que ahora no podían dejarla escapar. Aún así, programar el día de la final especiales desde las cuatro de la tarde y un post-partido hasta las dos de la madrugada me parece excesivo. 

La conclusión que saco de este mes de Junio es que los medios están aquí para idiotizarnos. Me resulta ridículo escuchar a la gente decir cosas como "mira lo que podemos hacer cuando estamos unidos" o "lo hemos  conseguido juntos", cuando ninguno de nosotros  ha saltado al campo, y tampoco creo que por animarles viendo la tele los jugadores vayan  a hacerlo mejor. Horrible la costumbre de tratar como semidioses a once millonarios que solo se están haciendo aún más millonarios a costa tuya. 

Los jugadores recibirán una prima de 300.00 euros cada uno. Vamos a ver, esos tíos son trabajadores, como cualquiera de nosotros, no han hecho nada para merecer tales cantidades, y menos en época de crisis. A ver si es verdad lo que dice Tomás Roncero -hombre de escasa fiabilidad, a todo esto- de que van a renunciar a esa prima. Aún así el problema no son los jugadores. Honestamente, me preocupan más  los patriotas de pandereta, esos que se sienten españoles o no según vaya cayendo el día. Todos nos hemos topado con el típico enterado al que cuando las cosas van mal  reniega  de su país, se queja del gobierno y del asco que le producimos todos, pero en cuanto hay un triunfo son los primeros en hacerlo suyo, en sentirse españoles. Puro Valle Inclán.

Aún así no me gustaría ser demagogo con los que disfrutan de este deporte. Por apagar la televisión y ponerse a leer noticias sobre la prima de riesgo no vamos a conseguir que esta baje, aunque  sí es cierto que muchos deberíamos estar un poco más informados. Vale, a mí en concreto no me gusta el fútbol, pero sí leer y ver cine o televisión, y eso es lo que hacía mientras se disputaban los encuentros, y no organizar en casa un debate familiar sobre el copago sanitario. Desterremos ya los típicos comentarios pseudoprogres de twitter que se dedican a demonizar al fútbol como si fuera el causante  de nuestros males.

El deporte no es la causa ni la consecuencia de un problema mucho más grande, sino una parte transversal de él. No son los futbolistas los culpables de todo, sino esos hipócritas que odian o aman a España según como les afecte, y aún se creen parte activa de la sociedad. Si somos capaces de estar unidos para algo  como el fútbol, más deberíamos estarlo para las cosas más trascendentes. Nada se soluciona tumbado desde el sofá de casa, los políticos no van a arreglarnos la vida mientras los ciudadanos no movamos un dedo, siendo activos, mostrando movimiento, cooperando y emprendiendo proyectos, porque esa es la única manera de encarar los problemas. Yo de momento aún no me siento español. Ni orgulloso de serlo.