lunes, 23 de julio de 2012

Antena 3 - La Sexta, claves de una fusión a punto de quebrarse

Frente a las cloacas de Competencia

Ayer anunciaba en mi cuenta de twitter (que, por cierto, podéis y debéis seguir todos si no queréis activar mi modo Julieta Venegas y que las lágrimas inunden mi rostro ahogándome en ellas) que hoy hablaría sobre lesbianas, fuegos artificiales, explosiones atómicas, la prima de riesgo y Pablo Motos. Y me duele decepcionar a mis seguidores que tan ilusionados habrán entrado aquí para encontrar que todo era mentira, hoy toca entrada seria. De esas que hay que escribir y punto. Nadie sabe por qué, pero ninguno se atreve nunca a cuestionar que haya que hacerlas.

Al hablar de la fusión de Antena 3 y La Sexta no quería hacerlo con un aire de pedantería y solemnidad, y he buscado una razón para que esto me importe. Y si lo pensamos de sus resultados dependerán los continuos tambaleos de fichajes y programas entre cadenas, el cambio del mercado de la publicidad que nos plantan en la pantalla o la transición con la que la tele acabará en internet.

En el blog hay dos tipos de entradas: por un lado están las "divertidas", en las que hablo de una serie o programa que me gusta o de alguna chorrada que vi en la tele. Suelto mis frikadas, meto paridas y referencias al sexo y en media hora estoy con otra cosa. Esas son las que menos trabajo llevan, las que más me gustan y las que más suele ver la gente. Pero hay otros días en los que, como todos, necesito sentirme inteligente, y que los demás se cercioren de que lo soy, usando para ello palabras como cerciorarse. 

En estos casos toca coger el boli, el excel, mirar un montón de periódicos y pasarse todo el día recopilando información y haciendo borradores de ese aborto de periodismo que está a punto de ver la luz. Así salen artículos sobre la televisión pública, la Eurocopa, la publicidad, la TDT y otros temas que a priori no nos interesan un carallo pero que son importantes. Como la prima de riesgo, que yo aún no sé qué es, a todo esto. Lo compenso conociendo obras de Nietzsche, de Sartre, de la metafísica de la muerte o del cine de Ingmar Bergman o Truffaut.

Volviendo a lo que nos ocupaba, ni a Antena 3 ni a La Sexta le han gustado las condiciones que un organismo libre como la Comisión Nacional de Competencia les ha impuesto, dejándolos, según dicen, en clara desventaja con respecto a lo que impusieron a Mediaset hace tan solo dos años. La extraña actitud de Competencia, de la que no descarto intereses propios o promovidos desde el exterior (independiente los cojones, ni los periódicos son independientes, lo vas a ser tú) viene justificada con que las condiciones del mercado han cambiado en estos dos años.


Las cadenas implicadas rechazan las condiciones de Competencia aduciendo que de aceptarlas quedarían en una posición de inferioridad respecto a Mediaset. Siguiendo esta propuesta no podrían gestionar la publicidad mediante una pauta única, lo que ahora mismo impera en las cadenas del grupo. Yo soy el primero que no soporta que en neox o en nitro corten en medio de una frase, y ni ganas que tengo de ver eso en La Sexta como si fuera un nicho residual, pero entiendo que si limitarlo supone un déficit para Antena 3 traten de defender su posición, pues ante todo son una empresa. 

En Europa los organismos encargados de regular una fusión tienen dos opciones: aprobarla por condiciones o por compromisos. En el segundo caso, el más habitual y el que encontramos con Mediaset, son las cadenas las que ofrecen unos compromisos que debe aceptar la Comisión. Pero esta vez ha sido Competencia la que ha dicho lo que había que hacer y los demás a callar. Lo peor es que no argumenta por que hace esto ni cuales son las condiciones del mercado que teóricamente han cambiado. Las posibilidades que tiene ahora el Grupo le dejan en un callejón sin salida: si dice que sí, va a salir perdiendo, si renuncia a la fusión se queda en posición de inferioridad, y si acude a la Audiencia Nacional la gestión se puede demorar más tiempo del que les conviene. 

Cuesta decantarse sobre si hay oscuras intenciones detrás de Competencia, pues si están entregados en cuerpo y alma a manipular, más lo están a esconderlo. Como organismo público que es, no solo podemos, sino que debemos y necesitamos cuestionar la independencia y legitimidad de la Comisión. Aunque pronto sufrirán una reestructuración, cinco de los miembros de este consejo fueron elegidos por el Partido socialista, que actualmente preside Alfredo Pérez Rubalcaba.

De no llevarse a cabo la unión, las consecuencias ya nos las imaginamos. La Sexta seguirá en la decadencia en la que está inmerso desde hace unos años (pese a tener algún espacio de éxito como sus informativos, el debate Al Rojo Vivo o Salvados) y su caída al vacío podría acarrear su inminente desaparición. Comercialmente esto beneficiaría a Mediaset España, ya que del mapa resultante ellos emergerían como el nuevo conglomerado líder del sector televisivo. 

Pero además, tras la desaparición de La Sexta podrían ocultarse intenciones políticas. También podría no hacerlo, no quiero ponerme yo conspiranoico ni subversivo. El Partido Popular o los medios de extremo centro saldrían beneficiados debido a la marcada línea editorial de la cadena de Mediapro, crítica con la derecha y simpatizante de movimientos progresistas, y que le ha hecho ganar no pocos enemigos. Pero también a parte de la ejecutiva del PSOE podría beneficiarle esta desafortunada conclusión. Y es que a Alfredito no le gusta que Mediapro no le lama el culo como sí hace Prisa continuamente.


La Sexta es de las televisiones más sectarias de este país, pero también gusta de morder la mano que le dá de comer. Supuestamente apoyaron a Chacón en las primarias socialistas. Sus guerras con Telecinco y con Intereconomía, sus intentos por hablar de la verdad y la indignación en sus reportajes (aunque un poco demagógicos) podrían haberle hecho mella. También Prisa (que posee un 17% de Mediaset) podría encontrar en esta desaparición un beneficio en la cansina guerra por los derechos deportivos. Demasiados enemigos, una voz que callar y de nuevo en un medio de comunicación, la Crónica de una Muerte anunciada.



2 comentarios:

  1. Los Señores de la Cultura

    http://www.jaumeduran.wordpress.com

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  2. Al final todo lo que le ocurre a este nuestro país es por culpa de los que en él vivimos.
    Perogrullo sí, pero es que ¿cómo es posible que seamos tan acríticos cuando, como borregos, marchamos en fila india a votar a quién nos dicen o a lo que nos piden que votemos? ¿Como pueden haber mayorías absolutas de partidos que poco tiempo antes nos llevaron a una guerra sin sentido y que tiene a las comunidades gobernadas por ellos bajo mínimos económicos y máximos corruptos... En fin.
    Y si fuera el Psoe el que gobernara, también tendría caldo para ellos, porque el problema es de crisis institucional, defalta de liderazgo, de pérdida de ética, de valores confusos, de...
    Por cierto, no recordaba la palabra que yo quería acompañar a "políticos" y ha sido Google el que me ha encontrado el adjetivo que buscaba, lo ha hecho ¡en segunda posición!. Sí, políticos "corruptos".

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