miércoles, 25 de julio de 2012

La audiencia en la televisión americana

Lo importante son los demográficos



Desde pequeño siempre he sido bastante friki del tema de las audiencias. Una afición que tenía era mirar de vez en cuando que datos habían hecho mis series favoritas en la parrilla española, y comparar su evolución y todas las noticias relacionadas con ella. Pertenezco orgulloso a la generación que vivió la batalla Aquí no hay quien viva - Los Serrano en aquella época dorada previa a la fragmentación de audiencias que trajeron la TDT y internet, cuando el share habitual podía llegar al 30% sin problemas. Cuando, por qué no decirlo, éramos felices.

Recientemente empecé a informarme sobre como se mide la captación de audiencia en EEUU, debido a que gran parte de la ficción que consumimos viene de allí, y de estos datos depende su supervivencia. Es habitual que oigamos en noticias términos como demográficos, que la mayoría desconocemos. El sistema es parecido al español, aunque con leves diferencias. La agencia Nielsen (similar a Sofres en España) instala 5.000 audímetros de los que saca una estadística para la población total.

Se intenta que la muestra sea representativa y comprenda un amplio espectro de edades y grupos sociales. Lo sé, este sistema es muy criticable: que si es fácil que la gente mienta o intente falsear los datos, que sí nunca va a ser exacto... pero de momento es el mejor que hay, y el que valoran los que pagan.

Cuando miramos las audiencias en webs americana como Adweek, vemos esto:

at 07.36 million (#3) and a first-place 3.8/12 in the demo

Analicémoslo por partes: El número 07.36 se refiere a los millones de espectadores totales. Hasta ahí claro, ¿no? El número que aparece entre paréntesis y con una almohadilla, (#3), se refiere a la posición que tiene con respecto al resto de la parrilla. En este caso, como tiene un 3, fue el tercer programa más visto de la noche. 

Ahora viene lo complicado, porque entra en juego el binomio rating / share. El rating es el número de personas que ven al programa del total de la población, estén viendo una serie, atracando un banco o de paseo por Central Park, y el Share los que lo están viendo pero solo de los que tienen la tele encendida. En nuestro ejemplo el 3.8 es el rating, indica que precisamente el 3,8% de las familias estaban viendo el programa, mientras que el 12 es el share, que nos dice que de la gente que estaba viendo algo en la tele, un 11% ha elegido esa oferta. Logicamente, el share siempre es más alto que el rating. 

Pero cuanta más gente ve algo, más ve los anuncios y más pagan las empresas a las cadenas. Esta afirmación tan de perogrullo implica que los anunciantes son los que deciden que les es más rentable. Por eso no cuentan las audiencias totales, sino las de distintos grupos demográficos. Así, el segmento de oro, el que se conoce como el "preferido por los anunciantes" es el de adultos entre 18 y 49 años, demo comercial de A18-49 o simplemente demo. Este target suele ser el más receptivo a los estímulos publicitarios y el más propenso a cambiar sus hábitos de consumo. 

Personalmente, creo que se ha extendido, y de mala manera, el mito de que esta es la mejor audiencia. Dependiendo de a quien le preguntes, te dirá que valora más el resultado general o el de las demos. Las series policiacas de la CBS, por ejemplo, no enganchan en demos, pero la cadena sigue manteniéndolas argumentando que ese modelo está obsoleto.  En el caso contrario, algunos éxitos de temporadas recientes como Glee o Modern Family, de contarse el público objetivo no se consideraría un buen dato los 7 millones de espectadores que hacen cada semana, pero resulta que en demográficos sus datos son más altos que en otras serie con igual 13 millones. 

Ya que hablamos de Glee, un dato curioso es que además de la audiencia tradicional, en esta serie se valora mucho que las canciones que canta el coro en cada capítulo son al día siguiente número uno de descargas en Itunes. En sus antípodas, las cadenas de pago a veces valoran más la fidelidad de nuevos suscriptores que un simple número, banal y efímero. La misma The Wire hacía unos datos pésimos en HBO, pero el ruido que estaba haciendo entre los fans y la crítica especializada les animaron a mantener un producto que acabaría reportándoles no poco prestigio a largo plazo.


Así que a partir de ahora no miréis tanto los millones de espectadores que tiene una serie, sino  el rating por demográficos. Después comparadlo con la media habitual de la cadena y los resultados de las competidoras. Si sois más perezosos y preferís observarlo de forma más englobada, os recomiendo la porra que hacen en TvByTheNumbers, donde cuando nos acercamos a cada final de temporada se atreven a deducir que series se cancelan y cuáles renuevan basándose en una serie de variables sobre el público que han tenido ese año.


1 comentario:

  1. Eso de "el rating por demográficos" ¿No debería ser "el rating demográfico"?
    Lo tuyo suena satánico.

    ResponderEliminar