martes, 26 de junio de 2012

Todo el mundo es bueno, excepto los que hacen este programa

Para reírse de los demás, hay que saber como



Las palabras Pilar Rubio y fracaso hace tiempo que van de la mano y un nuevo formato presentado por ella da mucho miedo... el programa más insultante y cutre de la televisión intenta recuperar el éxito de Tú sí que vales y no sólo se queda a medio camino sino que dá asco.

Que en menos de tres meses hayamos pasado de ver a José Corbacho discutir con Risto engalanado con un mantel de restaurante italiano a cambiar radicalmente su estilismo para agenciarse un disfraz de pulpo o de diablo pícaro y entre medias dirigir a una transexual Concha Velasco en la nueva gran escena del cine español, hasta sorprendernos anoche explosionando entre una llamarada detrás de la malograda Pilar Rubio para humillar a gente sin templanza nos confirma lo que muchos temíamos: no estamos bien y, por mucho que nos engañemos, durante mucho tiempo no vamos a estar bien. Sin pretenderlo siquiera, Corbacho se ha convertido en la metáfora perfecta de la decadencia de la sociedad contemporánea, ahora ya imparable, y que nos arrastrará a todos con ella.

Metáfora también de como las dos principales cadenas privadas, Antena 3 y Telecinco, aunque con distinto envoltorio, se han estancado en fabricar sólo mierda tras mierda. No me senté a ver Todo el mundo es bueno -el nuevo talent show que Telecinco estrenó anoche conducido por José Corbacho y Pilar Rubio- con unas expectativas muy altas, y aún así me decepcionó. Siendo benevolentes el programa tendrá muchos defectos, pero ante todo desprende didactismo. Este nuevo espacio es el mejor ejemplo de como no se debe realizar en televisión, con ese grabado cutre toscamente editado y renderizado por todas partes que ni se esfuerza en simular el directo. Es un manual aún mejor de cómo no conducir un programa (Pilar Rubio... ¿se puede presentar peor que esta tía?) y sobre todo sus concursantes son el modelo de persona que no deberíamos ser en la vida.


Los participantes de este aberrante creación transitan entre la caspa más cañi de la España profunda, el grito de auxilio de viejas glorias de concursos como Eurojunior que todo el mundo parece haber olvidado y el drama existencial de esos a los que, sin gota de talento y un manantial de inocencia, alguien ha engañado dándoles la ilusión de que tienen una mínima opción de triunfar. Con tan poético retrato sólo podemos estar ante un clásico de Berlanga o ante una puta mierda. Pues es lo segundo. Un espacio sin pretensiones que sólo busca reírse de sus invitados

La cosa no me preocuparía lo más mínimo si el escarnio fuese cosa de los telespectadores, pero todo se jode cuando los propios presentadores se dedican a vacilar a los frikis más esperpénticos, haciendo un cambio de escena en cuanto han dicho su chiste, y  a veces hasta los imitan mientras actúan. Por la larga noche de ayer (cuatro horas de programa según el teletexto, ¿quien puede aguantar eso?) desfilaron una madre y una hija bailando regaetton, imitadores de Julio Iglesias o Mónica Naranjo, una actriz de doblaje de cine porno cuyo marido confunde sus gemidos con los de Paz Padilla y un monologuista que con dos chistes de facebook y un DNI adhesivo logró salvarse en el último segundo.

Me quedé sorprendido con Billy Yeso, un obrero y bailarín que danza al compás del ballet mientras manipula la paleta de enyesar, o con La caña de España, un dj mezclador que para intentar salvarse dejó en tanga a su compañera. En menos de dos horas, la televisión me agredió tanto que no sabía como iba a salir de allí. Sentí caer mi alma al suelo cuando un cantante algo rellenito dijo que era "tenor alto" y el presentador respondió que "tenor alto y ancho". Me ha soprendido no sólo por ser telebasura, sino telebasura mal hecha. Si algo caracteriza a Telecinco son sus programas complejos y estudiados, con equipos que trabajan al mínimo todos los detalles para cautivar al espectador aunque el contenido sea moralmente reprobable. 


Este programa, por ser, no es ni  buen ejemplo de esa magistral mierda. El efecto "droga" que tan bien funcionaba en Crónicas Marcianas o Sálvame, en el que sabes que algo es malo pero no puedes dejar de verlo no está presente aquí. Traer a gente a tu plató para reírte de ella tú antes de que digan nada no hace gracia, no es divertido sino lacrimógeno, cosa que sí funciona si los sacas en un zapping y haces comentarios sarcásticos, por ejemplo. La mente humana tiene esos juegos.

Todo el mundo... apenas recuerda en su esencia a Tú si que vales, y se nota que es un relleno cutre para meter en verano (aunque si el relleno en Antena 3 va a ser Juego de tronos o Once upon a time y en Telecinco esto, una pequeña diferencia hay) que ha sido comparado con El semáforo, de Narciso Ibañez Serrador, concurso del que recordemos salieron personajes como Cañita Brava, que triunfó también porque iba allí a que se riesen de el. Quien sabe si se avecina una nueva generación de frikis... yo por si acaso iría haciendo las maletas.



4 comentarios:

  1. Estoy totalmente de acuerdo con este blog, qué fue de aquella Pilar Rubio que a todos cautivo en "sé lo que hicisteis,



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  2. buen blog.
    recomienda más!
    menos crítica, la mierda seguirá siendo mierda más allá del color y del olor.

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  3. Como no se paga la creatividad, pues esto es lo que hay,retazos de un programa retazos de otro y mira si traga, la audiencia pues mejor que mejor,asi se forma hoy en dia un programa en estas cadenitas watericas, que lo presente Belen Esteban por fabor y sugiero un nuevo nombre al programa , ¡¡¡Me entiendesss!!

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  4. Muy acertado en todos tus comentarios, amigo

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