Amar en tiempos revueltos para góticos
Si para hablaros de una serie comienzo diciendo que eran fans acérrimos de ella Quentin Tarantino, Tim Burton o Johnny Depp creo que no puede haber mejor carta de presentación. También le gustaba a Madonna, y supongo que a Lady Gaga no le habría parecido mala. Estoy hablando de la recientemente adaptada al cine Dark Shadows. Por la notoriedad que está alcanzando la versión de Warner Bros no podía dejar de incidir en algo que pocos saben, y es que la taquillera cinta procede de un serial que fue muy popular en Estados Unidos a finales de los 60. No sé si es casualidad que a partir de esa década todo lo bueno que tenía Estados Unidos dejó de molar. Igual también contribuyeron gente como Clinton o Bush padre e hijo, pero eso no tiene nada que ver.
Quien le iba a decir a Burton que algún día tendría la oportunidad de recrear su propia visión de la serie que amaba y lo mismo se aplica para su actor fetiche, pues el protagonista de Eduardo Manostijeras o Piratas del Caribe estuvo obsesionado con el personaje de Barnabas Collins cuando era un crío hasta el punto de querer ser como el (vaya guerra debía de dar el niño de los cojones). Supongo que no se lo pensaría dos veces antes de aceptar el papel. El producto en cuestión era un soap-opera que se emitía de lunes a viernes en las sobremesas de la cadena ABC. Este formato, clásico en el lugar, vendría a ser en su concepción lo más parecido a una televonela, pero sin nombres compuestos. Ahí un fallo, pues he de reconocer que Luis Avelardo o Mariana de los Santos son más potentes que Victoria o Barnabás.
En sus comienzos la serie mostraba la vida de una familia convencional, asimilándose más a las tardes de TVE que a un relato de Lovecraft, y no fue hasta seis meses de empezada la emisión cuando comenzaron a aparecer elementos sobrenaturales, y aún hubo que esperar un año para que hiciera su aparición estelar Barnabás, con el que la serie empezó a hacerse popular. El invento, pese a su mala acogida incial, pronto fue creciendo en audiencia y se convirtió en un producto de culto. Con casi todas las secuencias grabadas en una sola toma, Dark Shadows fue muy inventiva en lo que respecta a maquillaje y efectos especiales. Los viajes temporales y los fantasmas permitieron a personajes difuntos regresar, espiritistas recibían a muertos a través de ectoplasma, se recreaban sueños de los protagonistas con coloridos espectáculos psicodélicos, universos paralelos... en definitva, J.J. Abrams, que este rollo ya estaba inventado.
Por una caída precipitada de la audiencia, la serie fue cancelada abruptamente en 1971 y sustituída por una nueva edición de Password, aunque creo que no estaba Luján Arguelles. El final dejó sin cerrar algunas tramas, pero la mayoría quedaron resueltas a través de una voz en off en el último minuto. Sombras Tenebrosas tuvo un remake en 1991 para la NBC que no duró más de dos meses. Se planteó retomarlo con una TV movie o una película que diese un final a esta versión, y se llegó a rodar un piloto en 2004 con Marley Shleton y Alec Newman. Además, la Metro-Goldwyn-Mayer llegó a realizar dos películas en 1970 y 1971, dirigidas por Dan Curtis y con parte del equipo de la original.
Sobre la serie poco más puedo decir, pues no la he visto, y es que son más de 1.200 capítulos, pero ya la tengo pedida en Amazon para ponérmela entera este fin de semana, y luego os comento. Con esto nos quedamos, una insólita rareza de esas que todavía nos soprende por el hecho de que se hicieran cosas tan innovadoras y arriesgadas en la televisión de hace más de cuarenta años. La peli, más que recomendable, en mi opinión de las mejores de Burton si exceptuamos las de Batman o ese enorme cuento que fue Big Fish.
La peli más bien correcta. Si le quitáramos los últimos diez minutos sería buena, pero al amigo Tim se le fue bastante la olla con el final. Lo mejor, el humor, pero también es rescatable la interpretación de Johnny Depp, que sigue haciendo variantes maravillosas de su Jack Sparrow. Con algo de suerte, alguien le ofrecerá un guión a Burton como dios manda y éste hará otra película genial. Y luego los que renegaron de él (nada menos que del director de Sleepy Hollow, Big Fish, Ed Wood y, no nos engañemos, Pesadilla antes de Navidad) dirán que Alicia no estaba tan mal. En fin, Tim sabe lo que hace.
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