viernes, 29 de marzo de 2013

¿Qué hay detrás de la retirada de licencias en la TDT?

Los tejemanejes entre los entes que ostentan el poder y algunas empresas del sector privado constituyen casi siempre una trama tan críptica y oscura que podría formar parte del blockbuster policiaco de turno. Ninguno de nosotros llegará a conocer nunca de manera certera que relación mantiene en realidad el Gobierno con las operadoras telefónicas ni con ningún medio de comunicación, pero esa no es razón para que no asumamos con asombrosa facilidad lo que para nosotros es solo intuición. La actuación caciquil, irregular y sobre todo antidemocrática que realizó el pasado viernes la ejecutiva de Mariano Rajoy anulando nueve licencias de TDT que tendrán que ser repartidas de nuevo no solo carece de sentido, sino que revela una serie de intereses y prioridades profundamente afianzados ante los que desgraciadamente no podemos hacer nada.

Pobre es el argumento mediante el que Soraya Sáenz de Santamaría intentaba justificar esta decisión, aludiendo a que el reparto ejecutado en 2010 no se realizó siguiendo el procedimiento legal necesario mediante el concurso de licencias. Aunque tal desafortunado hecho no deja de ser cierto, también lo es que durante los últimos tres años estas cadenas han ido construyendo y asentado una cierta estabilidad estratégica esperando obtener algún beneficio, y que hacerles esto en este justo momento supondrá un grave prejuicio para muchas personas. Digo esto admitiendo que soy el primer crítico con el contenido infecto y rancio de la mayoría de tales escaparates, construidos a base de redifusiones de los canales principales y ficciones rancias de cuando la mili se hacía con lanza. Es decir, máquinas de hacer (o intentar hacer) dinero sin ningún producto interesante o novedoso, con personal y esfuerzos que deberían ser empleados en reforzar la mediocre parrilla de los canales principales. 


La nueva regulación, lanzada mediante sentencia del Tribunal Supremo el pasado 11 de Diciembre y ejecutada ahora sin previo aviso por el Gobierno, recuerda a esos decretazos para los que no se tiene en cuenta la participación ciudadana y que constatan lo absurdo e inútil que supone ir a votar cada cuatro años. No se busca mejorar o reestructurar los contenidos ofreciendo con ello un mejor servicio, sino simplemente censurar a los medios que han decidido algo tan atrevido y descabellado como no ocultar cuales han sido las últimas cagadas de la misma gente que se dedica a multar a los participantes de una manifestación. Al final Bárcenas fue el más listo de todos nosotros

Tendremos que esperar pacientemente mientras se desarrolla el conflicto tras saber que UTECA (la asociación de televisiones privadas) ha decidido emprender acciones legales para impugnar la sentencia. De seguir adelante tal como está previsto, es muy probable que las nuevas licencias sean otorgadas a otros operadores desde el punto de vista ideológico más amigos del poder. Podemos empezar a prepararnos para una pantalla llena de debates radiofónicos trasladados al plató, de discursos tan sectarios como planos y de opinólogos profesionales que pueden hablar de todo sin decir nada.
           

1 comentario:

  1. Lo dices como si las cadenas de izquierdas no adoctrinaran y tuvieran tertulianos patéticos. Se te ve el plumero. Pero tienes razón en que repartirán las cadenas a quien le dé la gana. Qué asco. Y lo llaman democracia.

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