domingo, 23 de diciembre de 2012

The Daily Show with Jon Stewart, un gran formato que debería adaptarse a España

The Daily Show es un informativo satírico que triunfa desde hace más de quince años en el cable americano. Puede verse de Lunes a Jueves en Comedy Central a las diez de la noche,  momento en que el resto de cadenas están con sus informativos y media hora antes de que comiencen el resto de programas cómicos destinados a la franja del late night tan prolíficos allí (en cierto modo me quejo de que no tengamos aquí una oferta parecida, pero creo que al final es mejor así, porque si no me pasaría todo el día pegado a la tele). Desde 1999 es conducido por el humorista político, escritor y actor Jon Stewart, que en su día tuvo que reemplazar a su anterior presentador Craig Kilborn (despedido por un escándalo sexual). Fue Stewart quien cambió radicalmente el tono del programa introduciendo una crítica más ácida hacia la actualidad política, lo que le otorgó una inmensa popularidad y no menos polémica.

The Daily Show with Jon Stewart puede gustarte más o menos, pero es obligado reconocer que está bien hecho y que tiene detrás un equipo que siempre puede justificar el blanco hacia el que lanza sus balas. Un estudio de Annenberg en 2004 reveló que los espectadores del programa estaban mejor informados que los que consultaban noticias en periódicos online, e incluso se ha llegado a comparar la influencia de Stewart en la sociedad con la que gozaba el periodista Walter Cronkite en los años 1970. Es cierto que para elegir a que candidato votar en unas elecciones no podemos conformarnos con lo que nos diga un fake news, pues la información será realmente sesgada y centrada solo en los aspectos más superficiales y llamativos, pero es lógico. El objetivo primordial del espacio es entretener, no informar. Si aún por encima hace lo segundo... genial, pero no es lo que busca.  

Cada entrega empieza con una voz de foso que lo introduce con la sentencia From Comedy Central's World News Headquarters in New York, this is The Daily Show with Jon Stewart. Acto seguido, Stewart en solitario desde su mesa hace un breve monólogo y comenta algunas de las noticias más relevantes de la jornada junto con algunos chistes one line. Normalmente se hace algún sketch antes de dar paso a publicidad.  Hay que decir que estos a veces están muy trabajados, mezclando imagen con fondo en directo y otras grabadas previamente con efectos de presupuesto considerable. Más tarde llegan los corresponsales, posiblemente lo más carismático y conocido del programa. Estos reporteros aparecen en la mesa con el presentador o en un croma con el fondo de alguna ciudad, y son presentados como el experto senior en un tema concreto (desde el experto en análisis político hasta el de dietas estrafalarias).


Estos expertos son personajes muy definidos y caricaturizados, mostrando en ocasiones de forma sarcástica crueles estereotipos  raciales, como el Corresponsal Senior Latino. Uno de estos corresponsales, Stephen Colbert, se hizo tan popular que su figura dio lugar a un spin-off que se lleva emitiendo en Comedy Central con éxito similar desde 2005. Los últimos minutos son ocupados por una entrevista con un personaje importante. Con los años poco a poco ha disminuido el número de famosetes y celebrities, dándole voz a ensayistas y expertos en ciencia política que tengan algo interesante que contar. La revista Rolling Stone llegó a definir el programa como el lugar donde ir si quieres vender libros o promocionarte a ti mismo, seas un candidato a la presidencia o un dictador militar. Por este plató han pasado políticos como Barack Obama, Joe Biden, Jimmy CarterBill Clinton, Tony Blair, Evo Morales o Vicente Fox. Obama y Biden fueron los primeros presidente y vicepresidente respectivamente en ser entrevistados.     


El informativo no solo se centra en las propias noticias, sino en como ha sido tratada por los principales  medios de comunicación como CNN o FOX News. Aunque se venden como imparciales, no es muy difícil adivinar que se posicionan hacia un perfil más bien progresista. Son muchos los chaparrones que le han caído por el hecho de ser más críticos con los republicanos que con los demócratas, algo lógico durante muchos años teniendo en cuenta que eran los republicanos quienes estaban en el poder. Pero fue gracias a este particular enfoque que en las elecciones de 2004 el programa se consolidase como un referente para toda una generación de jóvenes, generalmente menores de treinta años, cuyas mentes no eran tan manipulables y no tenían pensado tragarse la basura de turno de esos medios conservadores que ahora llamamos TEA Party. 

Ese año más de 1,3 millones de espectadores siguieron los sucesos de la convención demócrata a través de The Daily Show, sobre todo el segmento de entre 18 y 49 años. Este es uno de los pocos programas sobre política cuya audiencia media no supera los 30 años. Rolling Stone apadrinó a Stewart como el hombre con mayor credibilidad, confirmando que a veces los que comunican a través del humor son los que menos prejuicios absurdos tienen y los que sin pretenderlo acaban diciendo la verdad.

Sé que no es lo ideal para los que no tenemos un inglés del opening perdernos el 30% de lo que dicen, pero es el precio que hay que pagar por ver de vez en cuando apuestas de tan alta calidad, por eso no puedo dejar de pediros a los que os guste un poco este medio que entréis en su web y veáis aunque sea fragmentos. Un imprescindible del humor, y el mejor espacio de sátira que podéis encontrar ahora mismo en antena.


Como despedida os dejo una perla, el momento en que Stewart denuncia con su habitual estilo cómico el hecho de que la mayoría de los medios de masas evitasen de forma ridícula pronunciar el nombre del congresista Ron Paul:



Archivo fotográfico ⎪  cdn.breitbart.com,  comedycentral.com,  YouTube,com

No hay comentarios:

Publicar un comentario