domingo, 20 de octubre de 2013

Recomendación de serie: Peaky Blinders



Me está pasando mucho últimamente con la series, cada vez que sale una nueva creo que es el mejor estreno del año. Después me calmo y procedo a darme cuenta de que no es para tanto, aunque para nuestro gozo últimamente el nivel de propuestas que nos van llegando sigue siendo bastante alto. Especialmente sencillo resulta cautivar mi alma como espectador con la ficción británica y su sistema organizado en temporadas concisas de entre seis y ocho episodios con un diseño de producción impecable. Y me ha vuelto a ocurrir de nuevo. En esta ocasión es el guionista Steven Knight (Promesas del Este) quien firma este nuevo drama histórico para BBC Two que nos traslada a la inglaterra violenta y descarnada de principios del Siglo XX. 

Birmingham, año 1919. El fin de la primera Guerra Mundial y una emergente lucha sindical como telón de fondo definen el modo de actuar de algunos ciudadanos. Nos preparamos para conocer a los Peaky Blinders, una peligrosa banda criminal que existió en realidad y a quienes se podía identificar fácilmente porque escondían unas cuchillas debajo de sus gorras con las que cegar a sus contrincantes antes de propinarles una paliza. La famila Shelby al completo, con el jóven Arthur a la cabeza (el clan familiar construido al modo padrinesco de jerarquías y lealtades difusas se revela como un acierto clave) lidera esta organización que se dedica principalmente al negocio de las apuestas hípicas y a ofrecer protección y seguridad a sus vecinos a cambio de dinero. Un robo de armamento militar por parte de la familia desembocará en la llegada del inspector Campbell, agente del gobierno Central antes encargado de tratar con el IRA que intentará poner algo de orden en medio del caos y la degeneración en que la ciudad se ha convertido, donde las autoridades locales poco pueden hacer y Arthur Shelby se erige como un enemigo casi imposible de derrocar. 


Tanto la época como la temática gansteril llevan a la inevitable comparación con una de las maravillas del cable actual: Boardwalk Empire. Pero aquí no pasa como con la de  Masters of Sex y Mad Men, esto no está cogido por los pelos. En este caso ambas comparten una galería de secundarios bastante rica y una apuesta por las intrigas de folletín de novela negra algo culebronesca en sus comienzos. Y en las dos suena la hermosa Nights in Ballygran. Si bien en aquel caso el protagonista de rostro peculiar y moderadamente amorfo era Steve Buscemi, aquí esa función la cumple Cillian Murphy -recientemente lo vimos en Red Lights de Rodrigo Cortés-, que se meterá en la piel de otro antihéroe con múltiples dobleces morales y grandes dosis de carisma que podría haber sido construido para cualquier drama clásico de HBO.

Curiosamente Knight confirmó en una entrevista que no ha visto Boardwalk Empire, The Wire ni ninguna del club, por lo que la influencia directa queda descartada. Esto no nos impedirá disfrutar con un cóctel de acción, cine negro, política y un reparto asombroso dentro de unas localizaciones de postal turística en las que estarás deseando sumergirte para iniciar un placentero viaje. Peaky Blinders tiene mucho potencial.    

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