Pocas veces una producción televisiva derrocha un nivel tan alto de calidad y potencial en su primer capítulo como ocurre con Masters of Sex, a la que no ha sido difícil identificar como la Mad Men de las tetas. En este caso la sorpresa ha sido realmente grande porque casi nadie esperaba de ella el estreno que más respaldo iba a generar entre la crítica de esta nueva temporada, aunque el hecho de que este drama de Showtime (madre de Dexter, Weeds o Homeland) no iba a pasar desapercibido estaba claro desde que se conoció su potente premisa. La serie recrea la historia de "Masters y Johnson", una pareja de científicos que a mediados de siglo cambiaron la manera en que los norteamericanos entendían y se relacionaban con el sexo.
En los años 50 un doctor hasta entonces especializado en obstetricia convertido en toda una celebridad por ayudar a que parejas con problemas de fertilidad pudiesen concebir un hijo decidió que quería ganar el Nobel realizando un estudio sobre la sexualidad humana que implicaba ver como se masturban algunas prostitutas, espiarlas escondido dentro de un armario con un cronómetro mientras ejercen su labor o traer al hospital a parejas de voluntarios que mantendrán relaciones enfrente suya mientras sus desnudos cuerpos son cubiertos con cables que monitorizan la actividad.
La serie está basada y toma nombre de un libro de Thomas Maier publicado en 2009, y al igual que él se centra en la relación del doctor William Masters con su ayudante -y futura esposa, es lo que tiene la vida real, hace que te comas spoilers antes de llegar al capítulo en cuestión- Virginia Johnson, una cantante de clubs nocturnos dos veces divorciada a la que contrata como secretaría a pesar de no tener ninguna experiencia científica, ya que posee una serie de habilidades sociales muy valiosas. Además empieza a sentir una latente atracción hacia ella que empezará a gestar desde el principio más de un conflicto con su subordinado Ethan Haas y con su esposa, que por ironías de la vida es la única mujer a la que no ha podido dar un hijo a pesar de haberlo intentado por activa y por pasiva.
Los verdaderos Masters y Johnson, más viejos y feos que en la ficción |
Nos encontramos ante una historia adictiva y potente, que va al grano desde su arranque y cuyo ritmo no decae en ningún momento, logrando que estos dos primeros episodios sean extremadamente divertidos. Pero sobre todo no me cansaré de elogiarla por atreverse a mostrar el sexo de una manera realista y en una amplia variedad de estados emocionales, algo que no he visto mejor tratado en ninguna otra serie. Aún así está claro que este es un producto "más Showtime que HBO", ya que no existe una preocupación por la perfección técnica y sí unos cuantos diálogos en demasía explicativos y un hilo musical por encima de las conversaciones que confiere un tono de liviandad y entretenimiento asequible para el mayor número posible de personas. En ese sentido, no se parece nada a Mad Men y cualquier comparación entre ambas pecaría de desorbitada e injusta con la de AMC.
No sabemos los derroteros por los que nos llevará en su futuro más inmediato, aunque todo parece indicar que a mitad de temporada se irán puliendo los leves defectos que hemos encontrado en estos inicios y no se hará tanto hincapié en un retrato histórico y social como sí en los avances y sucesivas consecuencias del estudio y la evolución de estos dos pioneros de la investigación sexual, lo que nos dará para diversos tira y afloja de gran intensidad dramática. De esto se encarga su sólido reparto: los de Michael Sheen y Lizzy Caplan son dos personajes con los que sentirás mucha empatía de inmediato y a los que quieres ver evolucionar de manera casi irremediable.
Me encanta Amos del Sexo o Masters of Sex, me gusta que a pesar de que trata de sexualidad tiene otro tipo de tintes la serie, como el inicio y desarrollo de la relación entre ambos científicos, sin duda super interesante.
ResponderEliminarConclusión, ahora que ya he visto terminar la primera temporada: Me ha encantado! Ahí va mi review ;)
ResponderEliminarhttp://seriesanatomy.blogspot.com.es/2013/12/its-sextime.html
Saludos y felices fiestas!