Nuevas series 2012-2013 (VI): Beauty and The Beast, Chicago Fire, Nashville y Emily Owens M.D.

Hoy terminamos por fin con esa disciplina que supone ver los pilotos de nueva temporada. Y es que al llegar Septiembre la vuelta al trabajo, a la rutina o a la vida diaria resulta para muchos triste y sombría. Que le voy a hacer, yo soy feliz. Enfrentarse con una serie nueva es un acto motivado por un lado por la curiosidad de ver con que novedades podemos disfrutar y por otro por la pereza de ponerse a ver algo a lo que aún no estás enganchado y no sabes si te va a gustar. Pero por lo menos ahora sí podemos afirmar que las series más decentes son: Go On, Last Resort, Vegas, Arrow y Nashville.

Beauty and the Beast

Parece que está de moda versionar o revisitar de forma supuestamente transgresora (y normalmente patética) cuentos y mitos clásicos. No sé cual es la razón, pero me inclino a una voluntad de crear reclamo junto a una crisis creativa considerable. La nueva apuesta de la cadena The CW, Beauty and the Beast, convierte la bella y la bestia en un drama policiaco con tintes de procedimental. Catherine Chandler es una detective de Nueva York que hace años vio a su madre ser asesinada por unos desconocidos justo antes de ser salvada por una extraña criatura, de la cual ella es la única convencida de que era humana.  

Resulta que ahora en un caso policial el que vuelve a acercarle a esta bestia, quien en realidad es un doctor llamado Vincent que se alistó al ejército participando en un experimento que le otorgó poderes sobrenaturales. Ahora debe vivir escondido en un almacén con un colega frikillo, ya que está perseguido y quieren matarle. La chica confía muy rápidamente en él (un fallo bastante grande de la trama) en cuanto lo encuentra y parece que va a ayudarle a resolver los casos que se le presenten intercalándolo con la historia de Vincent y el ejército y quien mató a la madre de Catherine. 

La historia no me encantó. El inicio es muy forzado, el caso de asesinato parece una excusa tonta para contar lo demás y no se han esforzado en darle un mínimo de consistencia. La parte mitológica o de misterio puede ser lo mejor si se centran en ella, y las interpretaciones no están nada mal. De momento es un producto muy mediocre que no ha conseguido despertar mi interés, aunque tiene posibilidades. 

Chicago Fire 

Chicago Fire no es más que una Anatomía de Grey protagonizado por un equipo masculino de bomberos y su contrapunto femenino de asistentes de ambulancia. Meses después de la muerte de uno de sus compañeros en un incendio, el equipo vuelve al trabajo para mostrarnos un collage de tramas personales y profesionales que intentan exaltar la lealtad o el compañerismo. Lo curioso de este Chicago Fire es que intenta tener un ritmo frenético durante prácticamente todo el metraje, pero con esa realización tan simplona y esos personajes opacos no puede acercarse a otra cosa que no sea el aburrimiento. No ofrece nada nuevo y es fácilmente olvidable. 

Nashville 

Connie Britton y Hayden Panettiere son la clave. Acostumbraos a sus nombres, porque si aún queda algo de cordura en el mundo seguiremos escuchándolos durante bastante tiempo. Nashville es posiblemente el mejor estreno de la temporada y estas dos zorronas (a los personajes me remito) son rivales de altura. Rayna James es una mítica estrella del Country que, ante una estrepitosa bajada de popularidad, se ve obligada a compartir cartel con Juliette Barnes, una estrella adolescente tipo Hannah Montanah pretenciosa y ególatra a la que no soporta. 

De Rayna conocemos rápidamente todo su mundo familiar y personal, y es muy fácil empatizar con esta reina destronada que siempre ha intentado caer bien a todo el mundo. Pero Juliette es aún más compleja e interesante. Aunque por las promos parecía que íbamos a odiar a Panettiere, su actitud es bastante dimensional, y en una sola entrega tiene dos momentos puntuales que no quiero revelar a los que no la hayan visto pero que plantean una situación realmente buena. 

La serie remite a los problemas humanos más elementales. Todo el mundo que rodea a los compositores, las giras o las discográficas de la música Country está aderezada con una trama política que intenta reflejar como es la miseria de las clases altas en la ciudad de Nashville. No os engañéis por el envoltorio, esto no es un musical ni una serie mediana de Cosmopolitan. Buen argumento, muy buen reparto y un futuro prometedor. Atentos. 

Emily Owens M.D. 

Hay dos tipos de series a las que categóricamente les tengo mucha tirria: las de adolescentes y las de médicos. Y resulta que Emily Owens M.D. tiene lo peor de ambas. La protagonista que interpeta Mamie Gummer, a  quien ya pudimos ver en The Good Wife, es una doctora marcada por su adolescencia empollona que está intentando empezar de cero en su primer año de prácticas médicas, pero que pronto descubre que el hospital no se diferencia mucho del instituto. Como toda serie de esta calaña, intenta mezclar tramas personales con los casos clínicos, pero lo hace peor que en otros productos que ya hemos visto hace años. Empieza tópica y acaba más tópica. Además, la prota no para de hablar, sea en los infumables diálogos o con una absurda voz over. A este engendro que roza lo amateur, ni se os ocurra acercaros. 

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