viernes, 9 de noviembre de 2012

Recomendación de serie (VII): Boardwalk Empire


James Darmody: Solo quiero una oportunidad.
Nucky Thompson: Esto es Norteamérica ¿Quién coño te lo impide?
Se suele definir el cinismo como la actitud de la persona que no muestra ninguna dificultad en engañar o cometer algún acto reprobable o cuya ética resulta en cierto modo dudosa, con absoluto descaro y casi siempre sin ningún tipo de remordimiento. Si hay un adjetivo que podría definir a la perfección el complejo laberinto de relaciones que se establece entre los personajes de Boardwalk Empire es sin duda el de cínico. Porque tan cínica como realista es su forma de tratar a las personas. La nueva joya de la cadena HBO nunca deja de sorprender agarrando al espectador de la forma más perversa con cada cambio de plano. Cuando los conceptos de moral, poder y dolor son solo ideas etéreas, cuando las circunstancias dificultan a los personajes elegir hacer lo correcto, es cuando el cine se convierte en algo grande. Porque este, como todo en el arte, está lleno de contradicciones.

Trailer



Todos decidimos por nosotros mismos con cuanto pecado podemos vivir

Podemos decir que existen dos tipos de series de HBO. Por un lado están eses productos interesantes y con unos valores de producción y guión más cercanos a las grandes superproducciones cinematográficas que a sus hermanas de las cadenas generalistas. Ahí tenemos las de Aaron Sorkin, Oz o Roma. Por otro lado están las privilegiadas que por su tremendo valor histórico, filosófico, artístico o social pasarán al Olimpo junto a The Sopranos y The Wire. Por lo que voy a exponer aquí pretendo defender como con solo dos temporadas a sus espaldas esta producción de época debería llegar a situarse dentro de uños años en este segundo grupo. Para hablar de los orígenes de Boardwalk Empire debemos remontarnos a Junio de 2008, cuando el guionista Terence Winter fue contratado para adaptar la novela de Nelson Johnson Boardwalk Empire: The Birth, High Times and Corruption of Atlantic City. Si destacamos la importancia de la participación de Winter en el proyecto es porque ya había trabajado como guionista y productor ejecutivo en Los Soprano, donde es (después de su creador David Chase) la segunda persona que más capítulos ha escrito. 

Winter estaba interesado en recrear de alguna forma los turbulentos años 20, ya que le parecía que aquella era una época clave de la historia americana que aún no había sido tratada extensa ni apropiadamente en la ficción. Aclaró también que la novela de Johnson era solo un punto de partida del que intentaría distanciarse lo más posible. El cineasta Martin Scorsese, por otra parte, entró en secreto en la producción de la serie incluso antes que Winter, y desde el principio se encargó de que todo fuese apoteósico. Mientras el productor veía astronómico e irrealizable recrear todo el famoso paseo de Atlantic City, el director de Godfellas le replicaba que no podían hacer una serie llamada Imperio Marítimo y no mostrar el paseo marítimo. El fenómeno que en los últimos años se ha estado dando en HBO es lo que directores como Francisc Ford Coppola, el propio Scorsese, Jim Henson o Steven Spielberg (que en el campo televisivo hasta ahora no ha querido arriesgar más allá de la producción) querían realizar en la década de los 70 con las películas hechas para televisión. Esperaban tener la libertad y posibilidad de desarrollar argumentos y personajes a largo plazo que no encontraron en ningún sitio y de la que tristemente (tras precedentes como Doctor en Alaska o Twin Peaks) HBO tuvo que ser pionera.



La serie se estrenó finalmente en Septiembre de 2009. Scorsese se encargó de dirigir el episodio piloto, marcando el tono y el estilo visual para el resto de capítulos, aunque durante su desarollo muchos profesionales de reconocido talento que se han puesto al mando de la dirección como Timothy Van Patten o Mark Wahlberg han sabido aportar su toque personal e impregnar a algunas piezas de una intensidad increíble. El capítulo, de setenta minutos de duración, se pasa en un suspiro y, aunque no es redondo, sí que es de los más caros y prometedores del panorama televisivo. El toque Scorsese está latente, como deduciréis los adeptos a su filmografía, sobre todo en los montajes. Tanto este primer episodio narrado completamente a modo de flashback hasta algunos planos secuencia que presenciamos, por ejemplo, cuando nos presentan por primera vez el paseo marítimo con los dos protagonistas principales saliendo del Hotel Ritz hacia el club de fiestas Babette's donde tiene lugar la celebración de Nochevieja. Pero sin duda el momento emocionalmente más cautivador de la primera temporada (y que en mi opinión aún no ha sido superado) es esa secuencia musical (con influencias reconocidas por su autor del estilo Soprano), con el que  finaliza el quinto episodio Nights in Ballygran. La preciosa melodía que la acompaña es una pieza tradicional del folclore irlandés llamada Carrickfergus, que fue interpretada entre otros ocasiones por Joan Baez o Bryan Ferry, y de la que para la serie se compuso esta versión exclusiva que canta Loudon Wainwright III. A los que aún dudéis de la grandeza de Boardwalk Empire, ni se os ocurra juzgarla antes de este capítulo. 

Alcohol, tu nombre es delirio

Si os fijáis hasta ahora aún no hemos hablado nada del argumento. Aquí la historia es insignificante al lado de el personaje. Para protagonizar un producto de tamañas proporciones, Winter decidió cargar tal responsabilidad a un intérprete que había demostrado una gran solvencia con un papel secundario en Los Soprano, Steve Buscemi. Buscemi es conocido por ser uno de los actores fetiche de los Hermanos Coen, cuyo aspecto físico peculiar y poco halagüeño (vamos, que el cabrón es feo) le ha reportado casi siempre papeles muy extraños, aunque seguramente también lo recordaréis por películas como Big Fish o Reservoir Dogs, esta última donde encarnaba a Mr. Pink. No ocultaré tampoco que es uno de mis actores favoritos. Y el personaje al que da vida, Nucky Thompson, tiene posiblemente las mayores dobleces que me he encontrado últimamente. Al igual que gran parte del mosaico que puebla esta disección de la América de comienzos del siglo XX, está basado en una persona que existió realmente, Enoch Lewis "Nucky" Johnson, tesorero del condado de Atlantic City que dominó la ciudad a su antojo desde 1910 hasta su encarcelamiento en 1941.


Nucky Thompson: No hay tiempo para juegos, Margaret. No me interesan. 
Margaret Schroeder: ¿Margaret?

Ni la época ni el lugar escogido como punto de partida han sido una decisión arbitraria. La serie comienza justo a comienzos de 1920, cuando era aprobada la Ley Volstead por la que se declaraba ilegal el consumo de todo tipo de bebidas alcohólicas. Pese a los esfuerzos de las autoridades, Atlantic City se convirtió en la ciudad del pecado y el culto al placer, el área de recreo del estado de Nueva Jersey donde la Ley Seca fue totalmente ignorada. El paseo marítimo es, pues, el escenario principal y eje vertebrador de toda la serie. Esta localización, recreada de forma impresionante y con un despliegue de medios pocas veces visto en televisión, es el mejor símbolo de la corrupción política, la lujuria, el alcohol o el dinero, esencia de ese lado oscuro del sueño americano. En esta serie casi todo el mundo es ruin, egoísta y acumula una gran frustración. Nucky Thompson es un ejemplo del clientelismo político, algo que conocemos mucho los gallegos como el bendito caciquismo. El tesorero del condado es un cacique de manual, vive a cuerpo de rey en una suite del hotel Ritz Carton, donde recibe a todo tipo de ciudadanos que acuden buscando su ayuda, a lo que el bueno de Nucky responde con una sonrisa para hacerlos felices. Si ellos están contentos, nadie va a plantearse ni por un segundo que ese hombre no debería estar ahí. Esto que tan bien retrata la serie lo expresaba en su día el propio Johnson: cuando yo vivía bien, todos vivían bien.

La prohibición del alcohol resultará un regalo caído del cielo para Nucky y los suyos, pues supone una oportunidad para poder traficar con este codiciado botín. La gente quiere beber y está dispuesta a pagar lo que sea por hacerlo. El basto mosaico que conformará su red de negocios se extiende de Atlantic City a las ciudades de Chicago y Nueva York, puntos clave de su comercialización. En la primera tenemos a James "Big Jim" Colosimo, asesinado en 1920 por no querer entrar en el negocio del alcohol, y que será sucedido por Johnny Torrio y su entonces matón y aprendiz Al Capone. En Nueva York se aloja Arnold Rhonsteim, reputado hombre de negocios que a comienzos de la década fue acusado de amañar la serie mundial de baseball mediante el soborno a varios jugadores, además de ser el mentor de Meyer Lansky y Charles "Lucky" Luciano, dos de los principales referentes del crimen organizado judeo-norteamericano del siglo XX. No estoy contando spoilers de la serie, todos esto sucedió en realidad, como podéis comprobar si  indagáis en la red.  Se echa de menos, de todas formas, la aparición de otros célebres miembros de la mafia italoamericana como Vito Genovese y Frank Costello.


Como buen cacique, el Nucky real fue también uno de los miembros del Partido Republicano que conspiraron para amañar la entrada a la Casa Blanca del presidente Warren G. Harding, durante la Convención Republicana de 1920 que está presente en uno de los primeros capítulos, y al que planeaban usar como un títere debido a su tendencia conservadora y su actitud afable y dócil de no hacer enemigos. La serie no llega a la magnificencia técnica de Coppola o del mismo Scorsese en sus mejores días, pero cada secuencia dura exactamente el tiempo que necesita y casi siempre aparecen las transiciones después de una frase o una acción lapidaria.  El complejo tira y afloja entre el carrusel de políticos o contrabandistas que protagonizan los sucesivos arcos argumentales al final quedará diluído en tu mente, y las únicas sensaciones que se apegarán a ti serán las que encuentres cuando conozcas una gran verdad: todo el mundo está jodido. Los personajes cambian de opinión, de bando, construyen máscaras para enfrentarse a los demás con un toque de prepotencia... pero al final todos terminan en donde estaban destinados. Una sociedad, aún vigente hoy en día, en la que todos empujan a todos al abismo, donde los negocios y los proyectos nunca salen como uno espera.

La sensación de pesimismo se acentúa cuando ves que algunos de los personajes que parecían observar este infierno desde fuera como la puritana amante de Nucky, Margaret Schroeder, o el Agente Van Alden, tampoco logran escapar de sus propias obsesiones y debilidades. Parece que nadie puede conseguir la tan ansiada redención, y a algunos ni siquiera les importa el perdón. Podría seguir horas explicando por qué algunos de los capítulos me parecen sublimes, pero si por el contrario tuviese que encontrarle algún defecto -y por hacer de abogado del diablo- diría que la puesta en escena está llevada a cabo de una forma tan sumamente correcta que, irónicamente, resulta un poco artificial o anodina. Lo que no he sido capaz de entender ha sido la crítica casi unánime que existe hacia la primera temporada de esta serie, que muchos califican de lenta. Comparto que la segunda sube el nivel de forma considerable, y es la que consiguió elevarla prácticamente a la categoría de imprescindible, sobre todo por ese final que a más de uno nos dejó paralizados. Pero eso no obliga a que la primera haya empezado con mal pie: no es lenta ni rápida, tiene el ritmo que tiene que tener y en cada capítulo pasan bastantes cosas.

Personajes 

Nucky Thompson


Nucky es un verdadero camaleón, capaz de alojarse en un traje distinto según la persona que tenga delante. Un individuo inteligente, metódico y con ansias de poder que bajo una falsa capa de cordialidad no puede nunca parar de alimentar su ego. Pero a la vez sus acciones, lejos de resultar previsibles o reiterativas, no paran de sorprendernos. Boardwalk Empire alcanza uno de sus clímax en los episodios finales de la primera temporada cuando Nucky nos abre su lado oculto más humano y desolador, para en la segunda acercarnos a su breve descenso a los infiernos con el que parece que está a punto de rendirse. Pero es imposible saber que es lo que va a hacer Nucky, y esta vez culminará mostrando su lado más oscuro y dominante preparándonos para una tercera temporada de infarto. Larga vida a Buscemi.

James "Jimmy" Darmody


Desde que era niño fue el protegido de Nucky. De él lo aprendió todo, y hasta le pagó sus estudios en la Universidad de Princeton, que abandonó (en principio creemos que por miedo) para alistarse en el ejército y combatir en la Primera Guerra Mundial. Finalizado el conflicto, regresa a casa esperando poder convertirse en la mano derecha del tesorero en su nuevo negocio, lo que no resulta  tal como esperaba. Es impulsivo y poco racional, su ego y ansia de poder chocan con las de su mentor, lo que provocará varios enfrentamientos insalvables entre ellos. Su análisis psicológico tiene mucha importancia en la trama, y creo que este es uno de los casos de complejo de Edipo sin resolver más interesantes que se han visto en la tele.    

Margaret Schroeder


Detrás de todo hombre, siempre hay una gran mujer. Margaret es el elemento clave que necesitaba el guión de la serie para mostrar el lado más débil de Nucky. Y no había mejor manera de hacerlo que planeando que este se enamore de una madre abnegada, miembro de la liga de la abstinencia y que sufre el maltrato de su marido alcohólico. Que lo que hay entre ellos sea amor, de todas formas, es algo que se pone en duda desde el inicio de su relación, la cual comienza de una manera que solo nos hace augurar que esta no puede acabar bien. La evolución de este personaje es la más notable de toda la serie. Muy rápidamente deja de ser una mosquita muerta y hasta llega a ver con buenos ojos y hacerse cómplice de los negocios de su amante, aunque de vez en cuando tenga pequeños reivindicaciones momentáneas sobre lo que debería ser justo, para luego olvidarlo y regresar a su acomodada vida.

Agente Nelson Van Alden


El agente Federal encargado de supervisar el cumplimiento de la Ley Seca. Está obsesionado con que Nucky Thompson es el cabecilla de una organización criminal al que acusa de extorsión, elecciones amañadas y ahora tráfico de alcohol, pero carece de pruebas para demostrarlo. El agente Van Alden es un católico fundamentalista férreo y estricto en sus convicciones y en los conceptos de lo que él entiende por moral. Sin embargo, será esta dura exigencia unida a la dificultad de afrontar un problema conyugal lo que le lleve a chocar de frente con sus problemas y adentrarse en una espiral de la que será muy difícil salir. Maniático y asocial, Nelson es un festival de hipocresía en toda regla, el mejor ejemplo de como la intolerancia puede  ser tan ridícula como para anularte como persona y la demostración de que en esta serie no hay buenos ni malos.

Elias "Eli" Thompson


El hermano de Nucky y Sheriff de la ciudad, cómplice de todos los asuntos turbios que ocurren en ese hogar del crimen que es Atlantic City. Frustrado al igual que el tesorero por el escaso cariño que su padre mostraba hacia ellos, Eli sigue de cerca los pasos de Nucky: es un trepa que solo quiere llegar al poder, aunque para ello tenga que servir a gente a la que detesta. Actúa a veces como la conciencia de su hermano, criticando todo lo que no soporta que alguien haga estando en la posición que ansía, y que no tardará en intentar robarle. El amor fraternal es puesto en evidencia, pues el apoyo que ambos suelen demostrarse desaparece inmediatamente cuando entran en conflicto temas como el poder y los intereses creados.  


La tercera temporada de Boardwalk Empire se emite actualmente en Estados Unidos cosechando unos excelentes datos de audiencia que ya han logrado la renovación de la serie por una cuarta que en principio no será la última. Casualmente, en España hace pocas semanas conocíamos que La Sexta la emitirá próximamente, lo que auguro que será un fracaso completo, pues no es un producto fácil de disfrutar si no estás atento a cada diálogo, ni  la que desearías ver mientras tuiteas lo gordas que son las verrugas que te acaban de salir en los pies. Si queréis darle una oportunidad, se puede descargar en V.O.S a través del siguiente enlace.
No me conoces, James. Jamás lo hiciste. Y... en absoluto, quiero... tu perdón.


Archivo fotográfico ⎪  HBO.com,  YouTube.com

1 comentario:

  1. Para mí es de las mejores series que hay ahora, está muy bueno el tema, sólo había visto películas sobre las mafias de esa época e igual con Kelly Macdonald Shannon, Buscemi y todos ellos s eha vuelto una serie muy fuerte, me gusta mucho que todos sean de dudosa moral jaja

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