Este lunes por fin pudimos ver el ansiado debut de la periodista Ana Pastor en su nuevo programa de entrevistas de CNN. Para este primer Frente a frente no podían elegir a nadie más que al mejor deportista español de todos los tiempos, Rafa Nadal. El encuentro, retransmitido por la web internacional de CNN y en diferido por la noche a través del canal TNT España fue bastante agradable y, como era previsible, dejó algunas perlas bastante más premeditadas de lo que en un principio parecía.
El codo de tenista
El grafismo fue muy austero, sin hacerse notar demasiado. El conjunto podríamos calificarlo de correcto. Ana Pastor no es tan buena. Mala tampoco es, eso está claro, pero es que nos hemos acostumbrado a semejante retahíla de inútiles desfilando por las redacciones de los diarios de este país que cualquier persona que haga bien su trabajo nos parece algo insólito y lo tildamos de casi sobrenatural. Hizo las preguntas que esperábamos, no aportó datos demasiado novedosos y se extendió más de lo ideal con el asunto de la lesión de rodilla.
Pastor lo que sí tiene es eso que algunos llama buena presencia. Algo que, lejos de interpetaciones machistas, es imprescindible para todo el que busque salir en televisión. Siempre con una sonrisa en la boca, con un tono de voz agradable que sabe mantener o variar según la ocasión y mucho carisma. Pero por muy bien que me caiga he de decir que esta vez a la charla le ha costado despegar. Era obvio que el problema físico del tenista tendría que ocupar una gran parte de la entrevista, pero pasados los primeros veinte minutos la anfitriona empezaba a ser un poco reiterativa.
Rafa confirmó que era improbable verlo entrenando en tan solo 15 días, y ahora mismo su objetivo estaba puesto en el Opening de Australia de Enero. Afronta de forma positiva este percance, reconoce que será la ocasión en que más tiempo estará incapacitado de toda su carrera, pero no será peor que cuando en 2005 se enfrentó a la posibilidad de abandonar el tenis. Aprovecha muy bien sus horas dedicándolas a otras cosas para las que antes apenas tenía tiempo, pero aún así no podrá disfrutar de todas ellas al máximo mientras no termine el dolor.
Tocándose más de una vez su rodilla en un gesto casi tierno, Nadal tuvo que enfrentarse a preguntas de actualidad (algunas enviadas por los usuarios de twitter, que seriedad) más alejadas de su campo. Esto es algo que nunca he entendido. Si traes a un frutero no deberías preguntarle sobre destronilladores. Si es un deportista, su opinión sobre deportes será importante, pero lo que piense sobre el gobierno vale lo mismo que la de cualquier ciudadano no especializado en política, y no pongo en la tele a Rafa Nadal para escuchar lo que hablo con mi vecino.
Obviando esta fobia personal, el chaval salió bastante airoso de las cuestiones más capciosas. Sobre el duelo Messi/Cristiano afirmó que deberíamos dejarnos de guerras absurdas y disfrutar de que podemo ver jugar cada semana en nuestra liga a los dos mejores jugadores del mundo. No le falta razón, el ser humano nunca valora lo que tiene pero siempre se queja de lo que no posee. Lo que llamaremos infelicidad constante. Respecto a los brotes de independentismo catalán en el Barça-Madrid humildemente reconoció que no era nadie para decir si eso era viable o no, pero se le haría raro competir contra algunos de sus mejores amigos en la Copa Davis.
En mi humilde opinión de persona bastante ajena al ejercicio cardiovsacular en general, y a los deportes de equipo en particular, hay una parte que destacó sobre las demás, y que volvió a confirmar porque Rafa Nadal es, más allá de lo deportivo, un verdadero modelo de actitud y comportamiento al que muchos deberíamos escuchar. Fue cuando la exconductora de Los desayunos de TVE decidió hablar sobre la crisis y la movilización social, esperando que aquel exitoso deportista lanzase algún mensaje de ánimo a los que lo están pasando mal.
Su respuesta fue brillante: está muy bien manifestarse, es necesario que se oiga el descontento, pero no debe pasar de ahí. A sabiendas de que esto es difícil de asimilar para alguien que tiene una familia y acaba de quedarse en el paro, afirmó que la única forma de salir adelante es trabajar luchando por mejorar y conseguir lo que quieres. A medida que pase el tiempo este discurso cada vez se irá imponiendo más, siendo vital sobre todo en los jóvenes. Los universitarios que esta semana están saliendo a las calles son los que tendrán que dejarse la piel si quieren lograr algo en un mundo cada vez más crudo.
Podríamos citar a muchos empresarios, artistas, deportistas, cineastas... pero Rafa Nadal es el ejemplo más claro de persona a la que no le han regalado nada. Con unas habilidades físicas propicias para el tenis y la suerte de haber contado con una persona como su tío Toni capaz de inculcarle una disciplina de máxima exigencia siendo a su vez capaz de mantener la modestia, lejos del ego y la prepotencia que muchas veces suele acarrear el éxito. Hay gente que merece triunfar. Luego está la que normalmente triunfa.
La entrevista íntegra
Archivo fotográfico ⎪ CNN.com, gasteizhoy.com, i2.cdn.turner.com, YouTube.com
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