Utopía, la conspiración británica de moda

Si hay un estreno que ha encendido las redes sociales y la blogosfera en las últimas semanas ese sin duda es el de Utopía, serie que la británica Channel 4 estrenó a principios de mes. Lo primero que llama la atención de esta serie es su propuesta: un grupo de inadaptados emocionales se comunica a través de un foro de internet nacido en torno a la novela gráfica llamada The Utopía Experiment, cuyo autor es un misterioso individuo que se suicidó después de ser ingresado en una institución psiquiátrica. Algunos de estos usuarios, convencidos de que los hechos que relata el cómic (perdón, novela gráfica, se me olvida cuantos hipsters me leen) son reales y albergan una conspiración, deciden reunirse después de que uno de ellos asegure haber encontrado un segundo tomo inédito de la historia.

Lo segundo que llama la atención es su acentuado estilo visual, que se desmarca de casi cualquier cosa con reminiscencias a Mullholand Drive de David Lynch o Barton Fink de los Hermanos Coen, con algunos toques tarantinianos y un poco de algunos escenarios de Kubrick. Así sin exagerar, que estamos en rebajas de enero. Podemos apreciar constantemente una sobrecarga de planos generales, un ritmo pausado con escasos diálogos que contrasta con un montaje algo caótico y acelerado en algunos planos, además de una paleta de colores saturada y chillona que parece sacada de una de las series de Bryan Fuller pero bajo una atmósfera lúgubre y apocalíptica. No soy experto en ese tema, por lo que tengo mis dudas con respecto a que la decisión artística tenga realmente algún valor o se trate más bien de un mojón efectista que con los años nos parecerá ridículo.   

Pero lo que no puedo negar es que, quizás por alguna razón que no podemos explicar, la atmósfera es  tan magnética desde la primera secuencia que invita a ver el resto del episodio, aunque solo sea por curiosidad. El inicio nos sitúa en un espacio y tiempo inciertos (intentando quizás emular al fenómeno que fue Black Mirror, lo cuál parece que puede conseguir), en una época de crisis por el aumento del precio de los alimentos, lo que puede llevar al país a un colapso irreversible. Dos extraños matones con dos máscaras de gas y un maletín amarillo asaltan una tienda de cómics en busca de la segunda parte de The Utopia Experiment. Por otro lado, los protagonistas intentan reunirse en persona para compartir tan codiciado segundo tomo pero, tras el asesinato de su portador original, se dan cuenta de que alguien va detrás de ellos para intentar asesinarlos y que están detrás de algo mucho más peligroso de lo que nunca hubiesen imaginado.

Utopia mezcla el clásico thriller conspiranoico con las aventuras de ciencia ficción futurista y apocalíptica, y lo hace de una forma tan distinta a lo habitual que por su cuidada producción la hace merecedora de los estrenos a seguir este año, pues su única temporada de seis episodios terminará de emitirse en breve, momento en el que podremos juzgarla. La fotografía es digna de elogios, y el reparto tampoco desentona. Como principal defecto, diría que este primer capítulo no cuenta apenas demasiado para durar una hora entera y hay un cliffhanger final bastante cutre, por lo que me remito a tener la serie completa para comprobar si esta historia es una tomadura de pelo o realmente tiene algo que aportar. No puedo contar más sin entrar en spoilers excepto que os fijéis en algunas imágenes desconcertantes y poderosas como la figura del conejo que no hacen más que acrecentar mi interés por ella.

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