Desde Marzo de 2012 Darío pertenece a la cúpula fundadora de Revista Mongolia, una publicación satirica que nace a través de la insólita fusión entre algunos periodistas que habían trabajado en medios como Público, varios humoristas gráficos y un quijotesco abogado. Se inspiran en medios como La Codorniz, Le Canard enchaîné, Hermano Lobo o The Clinic y en iconos del humor como los Monty Python o Larry David. Junto a él están Gonzalo Boye, Jaume Ochirbat, Fernando Rapa Carballo, Eduardo Galán y Eduardo Bravo. Si bien el contenido es básicamente humorístico, la revista incluye en su sección Reality News reportajes de investigación sobre asuntos de actualidad. Un nuevo modelo que intenta romper con las estructuras tradicionales de empresa periodística basada en la publicidad y con la moralina y contención imperante en nuestro sentido del humor más castizo.
◉ Falta apenas un mes para que se cumpla el primer aniversario de Revista Mongolia ¿habéis visto satisfechas las expectativas que teníais para este año?
De hecho están superadas, teníamos previsto un crecimiento mucho más lento. Había un disco de Lou Reed que se llamaba Growing up in Public, pues nosotros también estamos un poco creciendo en público. Nos hemos encontrado con cosas que hemos tenido que ir resolviendo con ingenio, porque nunca habíamos sido editores y está claro que el mercado editorial ha cambiado y no puedes usar las viejas formulas.
◉ El concepto de la revista es curioso, ya que por un lado tenéis artículos humorísticos con pequeñas inserciones de humor gráfico, pero también una parte con noticias reales que a otros medios no les interesa publicar y que sus redactores os pasan a escondidas ¿cómo surge esta idea aparentemente tan novedosa?
Queríamos hacer una revista satírica del estilo de Le Canard enchaîné en Francia, Barcelona en Argentina o The Clinic en Chile. Le Canard enchaîné y The Clinic mezclan sátira con noticias reales, de hecho algunas noticias de la primera hicieron temblar al gobierno de Sarkozy hasta el punto de que realmente hubo problemas internos en el propio partido por culpa de sus artículos. Otra razón es que uno de los que tuvo la idea principal junto con Rapa Carballo fue Pere Rusiñol, que es un gran periodista que ha trabajado en Público y en El País. De los demás ninguno éramos periodistas de investigación. Pensábamos que si abríamos la veda de lo que se puede contar o no en prensa iban a empezar a llovernos colaboraciones. Hay mucha gente en medios de derechas que no son de derechas pero están allí porque es donde han encontrado trabajo, y otros que sí son de derechas pero que están muy cabreados por los ERE. Ahí es esencial la figura de nuestro editor Gonzalo Boye, un abogado quijotesco concienciado en causas humanitarias sin el que esa sección sería imposible. Él revisa todo el material para que no tengamos problemas. Nos parecía buena idea porque en el humor se había extendido un concepto de la corrección política que nos parece muy cristiano: ciertas barbaridades u horrores suceden pero no podemos hablar de ellos. Eso pasaba también en el periodismo. Nadie habla de las miserias de las empresas periodísticas ni de su administración ¿Pero por qué no si es un sector más? ¿Por qué se pueden sacar a la luz los movimientos de capital que está haciendo una empresa telefónica y no un periódico o una cadena de televisión?
◉ ¿Consideráis que el nuevo diario de Ignacio Escolar va dirigido a vuestro mismo target o que tenéis algún punto en común?
Nos sentimos muy hermanados con ellos y con todos los medios que han surgido a partir de la explosión de Público, porque consideramos que allí había una gran cantidad de profesionales muy interesantes. No solo con eldiario.es, que creo que es el único diario serio que hay ahora en el mercado, sino también con Materia, Líbero o La Marea. Somos un montón de gente que de repente se ha quedado sin trabajo y está buscando una nueva manera de gestionar una empresa periodística. Cada una se gestiona de una manera y creo que todas son válidas para crear una prensa independiente.
◉ Últimamente se han producido varios ERE en algunos medios de comunicación como Ràdio Televisió Valenciana, Telemadrid o El País ¿Recomendarías a estas personas que montasen su propio proyecto o productora independiente?
Sí, sin duda. En alguna presentación de la revista la gente se nos ha acercado para pedirnos trabajo en Mongolia. Nosotros siempre explicamos que si empezamos a dar trabajo a la gente nos va a suceder lo mismo que a las estructuras periodística tradicionales. Vamos a tener que gastar más dinero, para ello tendremos que aumentar la publicidad y tendremos que condicionar los contenidos a lo que esta nos diga porque si no no podremos pagar sueldos. Y el mejor plan de negocio es buscar tu propia salida, no crear un elefante que salve al mundo. Creemos que están cayendo los grandes medios y es el momento de hacer medios independientes. Pero un aviso: es un error que se junten únicamente profesionales de una rama. Si se hubiesen juntado solo periodistas tendrían un medio periodístico que habría competido con los medios grandes ya asentados y con eldiario.es que por entonces estaba formándose. Si nos hubiésemos reunido todo dibujantes de tebeo habríamos hecho El Jueves, que ya tiene una trayectoria consolidada y haciendo humor gráfico son los mejores. Nos juntamos con Gonzalo porque sabe de leyes y de lo que se cuece en las altas esferas, pero también mucho sobre empresas. La gente debería reunirse con amigos que sean economistas, abogados, hostaleros o ingenieros y así formar un medio independiente y original. Lo más importante es romperse la cabeza para financiar el medio sin basarse en la publicidad.
◉ Pero ¿cómo conseguís sacar beneficio de la publicidad sin que esta condicione los contenidos?
La gran crisis de la prensa viene por la crisis de la publicidad, ya que todos los medios han basado su línea de negocio en el dinero que les entraba mediante las subvenciones estatales y la publicidad de las privadas. Cuando hay crisis lo primero que cae es la publicidad, porque las marcas venden menos y no invierten tanto. Si tú basas tu línea de negocio en la publicidad esta no solo controla los contenidos, sino que puedes cerrar de manera inesperada. Nosotros no estamos en contra de la publicidad, pero sabíamos que no podíamos armar nuestra línea de negocio con ella y teníamos que dejar claras ciertas cosas. Una es que no hacemos publicidad de bancos ni de prostitución. Esto suena a coña pero es verdad. La otra es que como no dependemos de la publicidad para ir a imprenta, sino de la suscripción y la venta en quiosco, si a nosotros nos quieren poner un anuncio con el que no estamos de acuerdo no lo ponemos. Y si pasa al revés, que aprobamos al anunciante pero a este no le gusta un contenido, no tenemos ningún problema en que nos retiren la publicidad porque no es nuestra fuente principal de ingresos.
Hay mucha confusión en cierta parte de la progresía más adolescente, menos formada o con menos tablas en el mundo laboral, con temas como lo empresarial. Nosotros no estamos en contra de la publicidad al igual que no estamos en contra de las empresas, sería absurdo. Yo compro productos y me entero de los productos por medio de la publicidad, son las reglas del juego. Yo no tengo coche, pero muchos en Mongolia tienen coche y vamos en él a retirar la revista, así que sería absurdo que le dijese que no a un coche porque a mí me guste más la bicicleta. En esto somos más pragmáticos que dogmáticos, pero los contenidos de la revista y nuestra libertad de expresión son intocables. Preferimos cerrar que modificar la revista tocando contenidos para que nos entre publicidad. Si buscásemos eso seguiríamos trabajando para otros en medios tradicionales. El concepto fundacional de Mongolia era crear una publicación donde poner los contenidos que nos salieran de los cojones, aunque siempre dentro del marco de la ley y de la Constitución. Es curioso, porque no estamos de acuerdo con muchas de las normas que aparecen ahí pero las cumplimos a rajatabla. Mientras, otros que defienden esa ley no paran de incumplirla.
◉ Ya que mencionas El Jueves, tú fuiste colaborador de esta revista que además es la única superviviente del boom del humor gráfico que tuvimos en los 70 ¿Qué influencia crees que ha ejercido esta publicación en España?
A nosotros nos influenció porque sabíamos que hacía falta más humor en los quioscos, pero que teníamos que salir al mercado desde otro lado que no fuera El Jueves. Un gran error en cualquiera que pretende sacar algo al mercado es hacer algo que ya está asentado. Volviendo a esta gente que se ha quedado sin trabajo y necesita emprender, una cosa importante es ver que falta en el quiosco o en la televisión. No hacer algo que ya existe pensando que lo vas a hacer mejor, porque con eso aparte de mostrar pedantería te vas a llevar un palo al comprobar que no es posible. Si viajas a Francia y ves en los quioscos que hay cuatro semanarios humorísticos con diferente tono y formato te das cuenta de que el hecho de que durante tantos años aquí solo haya habido una revista humorística significa que nos queda mucho por recorrer. Que tú pongas la tele y solo haya uno o dos programas de humor me parece algo escaso y triste.
◉ En Revista Mongolia habéis hablado de los chantajes que El Mundo hizo a testigos protegidos del 11M o a donde va el dinero destinado al rey. A vuestro lado el programa de Jordi Évole parece un juego de niños, pues aunque puede presumir de unos contenidos muy dignos él tiene detrás un grupo de comunicación bastante grande al que rendir cuentas.
Cuando tú te metes a hacer tele entras en un mecanismo que tiene que ver con grandes compañías, donde también está la publicidad. Si te blindas ante esto es muy difícil entrar. Pero aunque hay ese problema, también tiene una ventaja, y es que llegas a muchísima gente. Con esas limitaciones, el programa que hizo Jordi Évole sobre el Tribunal de Cuentas logró que mucha más gente supiese como funciona el tribunal de cuentas de la que podríamos captar otros medios que tenemos menos tirón. Por ser independientes no significa que solo apoyemos a los independientes, hay muchas cosas dentro de los canales habituales que pese a sus limitaciones informan a un nivel muy masivo. Hay espacio para todos, nosotros también somos muy fans de Évole y de su programa.
◉ Ya que hablamos del diario Público, de La Sexta y de Mediapro ¿Piensas que el señor Jaume Roures se disfraza de lo que no es?
Hay mucho empresario que fue revolucionario de izquierda trotskista o marxista en los 70 porque era lo que había que hacer para ser guai. De repente se dieron cuenta de que les iba bien siendo empresarios, empiezan a ganar mucho y parece que lo viven con cierta culpa. Cuando en realidad ser empresario no tiene nada de culposo, lo realmente culposo es hacer un manejo indebido de capitales, andar asociándote con cosas no muy claras y estar implicando a tus empleados. Hay una diabolización del empresario que no es real, que tú tengas una empresa no significa que seas un hijo de puta. Pero esta gente que te digo descubre que tiene un target ideológico no cubierto y se aprovechan de ello. Y lo que no puedes es vender una crítica al gobierno o a otras empresas por determinadas actitudes y luego hacer tú lo mismo. Nuestra crítica nos es hacia que alguien que se dice de izquierdas sea empresario. Es hacia que alguien que se dice de izquierdas y gana dinero con unos lectores que son de izquierdas publicando artículos que critican determinados ERE o que se manden empleados a Fogasa, luego haga un ERE y mande a sus trabajadores a Fogasa. A mí que un empresario vea un target y ponga dinero para eso mientras deje que sus trabajadores hagan el medio y puedan contar lo que quieran no me parece mal.
◉ Está muy devaluada la figura del empresario. Pero la forma de salir de este agujero es crear nuevas empresas pequeñas que den trabajo a mucha gente e instauren otro modelo. No hay que diabolizar las cosas, puede y tiene que haber algún buen empresario pequeño en todos los sectores...
Se puede tener una ética dentro de una estructura empresarial. Gracias al Reality News, donde nos metemos con los trapos sucios de las empresas periodísticas, tenemos asimilado desde el número 0 que o nos va bien con Mongolia o no volvemos a publicar en ningún medio español. Los seis que hemos hecho la empresa funcionamos desde el respeto reuniéndonos y tomando las decisiones todos juntos. Sin embargo decidimos que fuese Gonzalo el editor, porque es abogado y puede evaluar el contenido. Cada uno respeta mucho que alguien sepa más de algo que otro, lo que es muy importante en cualquier grupo humano. Tanto Rapa como Eduardo Bravo saben mucho sobre temas de papel o imprenta. Otros saben más del tema de gestión o internet. Realmente se pueden hacer empresas éticas tratando a tus empleados como lo que son, las personas que en realidad te hacen el medio.
◉ Pero, en concreto, ¿Qué diferencia vuestra estructura empresarial de la mayoría de publicaciones en las que habéis trabajado?
Lo primero es que casi todo lo hacemos nosotros. Nos planteamos que los gastos iban a ser para imprimir la revista y pagar colaboraciones. Nosotros no tenemos oficina, la dirección que tenemos para que nos lleguen las cartas es el despacho de Gonzalo. Luego subalquilamos por las noches un pequeño estudio de diseño de unos amigos para ir la semana de cierre. El resto del tiempo trabajamos desde casa. No tenemos gasto en oficina, no tenemos secretarías. Nosotros mismos llevamos el tema administrativo y nos ahorramos un montón de gastos que preferimos tenerlos en que los colaboradores estén pagados aunque sea un medio pequeño. Si consideras que tu producto lo haces tú con otra gente, lo importantes es cuidar a esa gente. Parece como si las empresas se hubiesen vuelto un poco locas con el neoliberalismo y de pronto los empresarios quisieran jugar en bolsa, ser millonarios y tener ochenta casas sin darse cuenta de que lo que les produce el dinero es que la gente esté haciendo esos medios. Nosotros como autónomos estamos acostumbrados a vivir en la escasez. Con tal de poder pagar nuestras cuentas y ser felices con lo que hacemos nos basta.
◉ Si internet es el futuro, e incluso el presente ¿por qué sacar una revista en papel?
Es verdad que internet es el presente, pero no es el único presente. Cuando surgió el cine se creía que iba a matar al teatro y cuando surgió la tele que iba a hacer lo mismo con la radio. De repente la radio ha tenido un resurgir con la posibilidad de poder escucharla en streaming en internet con el que está muy lejos de morir. Los seres humanos tenemos tendencia a sentir fascinación por lo nuevo y olvidar aquello viejo que nos gustaba más. Ambrose Bierce decía no hay nada nuevo bajo el sol, pero cuantas cosas viejas quedan aún por descubrir. Una portada como Rajoy ha muerto la publicamos en internet y nos la pueden retuitear 3.000 personas. Pero tú sacas una revista y la cuelgas en un quiosco y estás haciendo un gesto casi de situacionismo, el situacionismo de los 60 francés. Empapelar la ciudad con un concepto. Internet es un medio de acceso más privado y personal, es buenísimo para poder conseguir más rápidamente información y poder contrastar. Cuando sacamos el informe de Prisa lo colgamos en la red recopilando pruebas que estaban en el BOE, en los libros contables o en temas de Hacienda. Para eso es maravilloso internet. Pero para colgar Rajoy ha muerto o El rey podría violarte es mucho mejor el quiosco, porque obligas a la gente a verlo. Es como pegar un cartel en la vía pública.
◉ La presencia que tenéis en internet tampoco es pequeña ¿Cómo crees que han cambiado las redes sociales, y sobre todo twitter, la manera que tenemos de acceder a la información y de opinar sobre ella?
Twitter me encanta, es una herramienta maravillosa y todos en Mongolia somos muy tuiteros. Por eso a mí me causa gracia que gente como Cebrían, que se define como gurú de la prensa, diga que el futuro está en internet y casi no maneje internet. Y nosotros que somos de una generación posterior que nace más ligada a internet digamos que internet está genial pero que el papel no ha muerto y tiene otra función. Venderá menos y no se podrá hacer una línea de negocio como antes, pero tiene que seguir existiendo. Las redes sociales te permiten hacer una preselección en este universo transmedia caracterizado por la saturación de información. Yo en twitter sigo a periodistas, a movimientos sociales y a gente vinculada al humor, al tebeo o a cómicos. Eso me permite hacer una criba. Los periodistas que sigo enlazan artículos que me interesan y que de otro modo no hubiera accedido a ellos, a veces de prensa extranjera. Los cómicos me pueden mandar stand-up comedy ingleses o americanos que desconozco, y con los movimientos sociales me entero de lo que está pasando en la calle. Desde La Paz, Marea Blanca, los Okupas o 15M.
"La única actitud digna ante la muerte es reírse de ella"
◉ ¿Por qué no hay o no alcanzan relevancia en España humoristas políticos como Bill Maher, Stephen Colbert, Jon Stewart o Sarah Silverman?
En twitter no somos los primeros porque ya estaban @masaenfurecida o @EspeonzaAguirre, pero en Mongolia jugamos mucho a la ironía. Consiste en sacarle las comillas al que es tu opuesto ideológico. Llámalo la derecha cavernaria, la iglesia más fanática... tú dices lo mismo que esas personas sin comillas y es una ironía, tú no estás avalando eso. Al sacarlo de contexto y ponerlo en tu boca intentas mostrar lo horroroso de esa forma de pensar. Pero entre los que nos siguen, que uno ya da por supuesto que están en su acera ideológica, los cabreos y los unfollows son increibles. Porque yo creo que sigue habiendo mucha mentalidad cristiana en la sociedad española. Me refiero a los años del franquismo y de imposición del cristianismo más dogmático. Alguna gente lee la palabra cáncer o violación y lo primero que piensa es que tú estás riéndote de la enfermedad, la desgracia o el horror, y no que estás haciendo una ironía criticando a los que avalan esa manera de actuar. Tiene que ver con esa actitud cristiana que te comentaba al principio de que hay ciertas cosas que no podemos nombrar. En España tenemos que aprender a nombrar la palabra cáncer en un chiste y que la gente sepa que no te estás riendo de él. En ese sentido los stand-up que nombraste, el humor de izquierdas americano, lo tienen clarísimo. Larry David hizo una publicidad en la que decía que él estaba muy cabreado con los enfermos de cáncer porque él antes como calvo podía ligar, pero ahora es más difícil hacerlo porque con la quimioterapia tiene mucha competencia. Por eso pide que donen mucho dinero a una asociación contra el cáncer para que menos gente lo padezca y los calvos como él puedan ligar más. Algo así lo hacemos en España y se nos vienen encima ochenta mil juicios.
◉ Había una trama al inicio de la séptima temporada de Curb Your Enthusiasm en la que Larry David estaba saliendo con una chica y había la posibilidad de que esta tuviese cáncer, así que se da cuenta de que tiene que dejarla antes de que se confirme el diagnóstico, porque después sería algo muy capullo y tendría que cuidarla el resto de su vida.
A nosotros nos encanta Larry y toda esta gente. Nos da rabia que aquí no se pueda hacer y que se te tiren al cuello los que deberían estar de tu lado. Pero ponen Curb Your Enthusiasm en la tele y todo el mundo dice lo grande que es Larry David, nadie se queja. Por ejemplo, Family Guy sacó un chiste con Michael J. Fox. Un personaje decía ¿te acuerdas de la versión del zorro de Michael J. Fox? Y metían un inserto de una pared con un borrón, como si Michael hubiera intentado escribir la Z del zorro y por el Parkinson no pudiese. Conozco a mucha gente que ha dicho Ja, ja, ja. Que hijo de puta, ja, ja, ja. Si alguien hace en este país un chiste con un actor español que tiene Parkinson se le cae el pelo. De repente me doy cuenta de que hay mucha más moralina en nuestras sociedades que vienen del cristianismo medieval que en el calvinismo. Ellos tienen otros problemas, pero ese no. Michael J. Fox, hablando de Curb Your Enthusiasm, actuó en un capítulo con Larry David en el que este se metía todo el rato con el parkinson. Kurt Vonnegut decía en Un hombre sin patria que el humor es una manera de afrontar el miedo. Siempre tienes que ver el lado desde el que se hace. Un alemán de las SS haciendo un chiste sobre el holocausto es un hijo de puta. Pero un judío del Gueto de Varsovia haciendo un chiste sobre lo que le ocurre a él es una manera de exorcizar el miedo, algo que como sociedad tenemos que aprender. Si la enfermedad y la muerte son la gran derrota, la única actitud digna que podemos tener es reírnos de la muerte. Una cosa tan cristiana es nuestra quinta columna como sociedad.
◉ Siempre se ha dicho después de ver en un programa como el Saturday Night Live americano lo que hicieron con Sarah Palin o a John McCain que en España sería imposible que un político se prestase a eso.
Seguro. Mira con el rey, que no ha sido hasta ahora con las diferentes cagadas de la casa real que se ha abierto la veda. O la polémica que tuvimos en las redes sociales y en Intereconomía, que nos pusieron a parir con nuestra portada de Rajoy ha muerto. Pero yo me pregunto cuantas películas americanas hay donde matan a un presidente que está vivo, o comedias inglesas en las que la reina termina follando o haciendo cualquier burrada, y nadie se horroriza porque todo el mundo sabe que es una ficción y una metáfora. Una narración, un cuento o un chiste no mata, no roba ni deja a la gente sin casas. Aunque suene a tópico
◉ ¿Qué pasaría si ahora irrumpiese en los quioscos una revista como Hermano Lobo?
Eso es lo que nos planteamos cuando sacamos Mongolia. Nosotros vamos habitualmente a comprar Hermano Lobo al rastro o a librerías de viejo. Si bien hay muchos iconos de la transición que es necesario eliminar, no todo lo de esa época es malo. Las cosas las hicieron como pudieron, porque aquello no fue una democracia recuperada por la fuerza y la voluntad popular, sino negociada porque el dictador se encontraba enfermo. El problema es que los que hicieron esa negociación no solo no entienden que hay que revisarla, sino que ahora que no tenemos ese miedo y no están los cuarteles levantados en armas se puede hacer una democracia de verdad. Pero Hermano Lobo me parece algo muy transgresor y envidiable para la cultura de la transición. Nosotros incluso haciendo cosas que ellos hacían en esa época ahora mismo hay gente que se lleva las manos a la cabeza.
Algo que nos parece muy español y que no entendemos es cierto desprecio por la intelectualidad, a veces desde el mismo ámbito de la intelectualidad o de la izquierda progresista. Eso lo cuenta Jordi Costa muy bien en varios artículos. Parece que cualquier persona que hace referencias culturales o intelectuales es un pedante, ya es un ¿de qué vas? Pues nosotros vamos a hacer humor popular porque nos encanta el humor bruto y el humor bestia, pero no nos vamos a cortar en hacer referencias o chistes más cultos, no por arrogancia snob, sino porque en nuestro interior somos así. La mayoría de nosotros somos una mezcla de cultura popular, de estar en la calle o viendo fútbol y de estar leyendo una novela. Hay un cierto desprecio por eso que creo que viene también del franquismo, pero en Hermano Lobo coincidían grandes humoristas como Forges y Manuel Summers con escritores como Manuel Vázquez Montalbán y Francisco Umbral. El humor es una forma literaria minimalista, porque para crearlo tienes que buscar las palabras exactas para que el gag funcione, al igual que en una novela o en un cuento necesitas las palabras que se adecuen a su estructura. Por eso esa unión de Hermano Lobo me parece brutal.
Algo que nos parece muy español y que no entendemos es cierto desprecio por la intelectualidad, a veces desde el mismo ámbito de la intelectualidad o de la izquierda progresista. Eso lo cuenta Jordi Costa muy bien en varios artículos. Parece que cualquier persona que hace referencias culturales o intelectuales es un pedante, ya es un ¿de qué vas? Pues nosotros vamos a hacer humor popular porque nos encanta el humor bruto y el humor bestia, pero no nos vamos a cortar en hacer referencias o chistes más cultos, no por arrogancia snob, sino porque en nuestro interior somos así. La mayoría de nosotros somos una mezcla de cultura popular, de estar en la calle o viendo fútbol y de estar leyendo una novela. Hay un cierto desprecio por eso que creo que viene también del franquismo, pero en Hermano Lobo coincidían grandes humoristas como Forges y Manuel Summers con escritores como Manuel Vázquez Montalbán y Francisco Umbral. El humor es una forma literaria minimalista, porque para crearlo tienes que buscar las palabras exactas para que el gag funcione, al igual que en una novela o en un cuento necesitas las palabras que se adecuen a su estructura. Por eso esa unión de Hermano Lobo me parece brutal.
"La postmodernidad en la literatura nos ha dado a gente como Thomas Pynchon o Kurt Vonnegut".
◉ Me gustaron unas charlas que organizaste con gente del mundo de la ilustración en Casa América, y ahí viene la pregunta del millón ¿Qué entiendes tú por post-humor?
Las charlas surgieron a partir de Una nueva risa, un libro que coordinó y editó Jordi Costa para el Festival de Cine de Albacete donde cada uno de los autores teníamos que tocar un tipo de humor. Allí estaba también Edu Galán, otro de la cúpula de Mongolia. Y también Joaquín Reyes, los Venga Monjas, algún dibujante como José Tomás, Nacho Vigalondo y algunos críticos de Cahiers du cinéma. Dentro del libro intenté explicar en mi cómic, y después lo desarrollé más en la charla de Casa América, que es eso del post-humor. Jordi dice una cosa en el prólogo de ese libro que me parece buenísima: que en el humor, a diferencia de en la literatura o en el cine, no hay un rupturismo. El propio humor ya lleva al rupturismo, porque es casi la definición del gag. El post-humor no es una ruptura con el humor tradicional, sino un camino natural. Llega un momento en el que hemos visto tanto humor que la estructura del chiste habitual, que es la sorpresa, deja de resultar sorpresiva. Es obvia y no hace gracia. Por lo tanto el post-humor lo que intenta hacer es que la sorpresa sea la anti-sorpresa. Es un humor que no intenta buscar la risa, sino provocar una incomodidad que va por otro lado.
Yo creo que el humor es la dinámica del fracaso del ser humano. El fracaso contra los elementos de nuestro entorno que es el slapstick o el fracaso contra las costumbres cotidianas que es el humor costumbrista. Como una cosa está planeada de una manera y sale de otra. Pues el post-humor es el fracaso del propio gag. El chiste tendría que ir por un lado y va por otro. El mejor ejemplo está en el humor de Stephen Merchant y Ricky Gervais en The Office y Extras. Con los protagonistas de estas series el autor no espera que tú te rías, sino que te sientas incómodo porque hay una parte de empatía con su lado más mezquino, porque tú has visto en tu vida gente así y te repele. A veces se critica la postmodernidad, y a mí la postmodernidad me parece muy nociva en términos filosóficos o políticos. Pero en cuanto a términos culturales o narrativos me parece que es otro código que no tiene nada que ver. La postmodernidad en la literatura nos ha dado a gente como Thomas Pynchon o Kurt Vonnegut, y nadie puede decir que Vonnegut no tenga una visión política. En el humor pasa lo mismo, el post-humor no tiene nada que ver con potenciar la forma y menospreciar el contenido, al revés, tiene mucho que ver con alterar el contenido que ya se estaba volviendo previsible.
◉ Jordi Costa incidía en esto, en el humor que intentaba provocar incómodo o irritación. Ahí entrarían Ricky Gervais, Larry Sanders o Larry David. Pero ahora por ejemplo Louis C.K. con Louie me han dicho que coge un poco estas ideas inspirándose una pizca en Seinfeld, en Woody Allen y en cosas de post-humor, pero a partir de eso crea un producto personal, cinematográfico y vanguardista de cojones con un cuidado detalle del uso del plano y la metáfora que no tiene nada que envidiar a nivel técnico a las últimas temporadas del Flying Circus y parece que va a marcar un hito en la historia de la ficción televisiva.
No he visto la serie pero la conozco, me han dicho que es brutal. Edu Galán sí que la ha visto y es muy fan. Me parece genial porque el mundo de la creación y la narrativa, donde se incluyen el humor y la sátira política, está para que no tengamos normas. El ser humano tiene normas para todo: nos levantamos, desayunamos, hacemos la cama. La narrativa es de los pocos lugares donde podemos escapar de esto. Poder mezclar géneros es genial. Aquí tenemos a Carlos Vermut que me parece un talentazo en eso. Lo mismo pasa con los Coen, que de repente te juntan humor con road movie y con policial negro. Como bien dice Jordi, no es rupturismo sino el paso lógico después del último paso que dio la última persona que estuvo en el medio. Después de Larry David ¿qué puedes hacer? Pues Louie. Galán me la viene recomendando desde hace mucho tiempo, pero por líos varios aún no la he visto.
Yo creo que en España esto no solo es una crisis económica o de sistema, sino que va a servir para quitarnos toda esa moralina de encima y que nos permitamos que exista un Larry David, que pueda crecer un Louis C.K. y que no haya un pelotón de fusilamiento ante lo que no entendemos o se pasa de ciertos límites. Es que si no nos estamos limitando en cosas que nos hacen bien como seres humanos. A mí me han contado gags de Louie que son mucho más bestias de lo que podemos hacer nosotros, pero nadie lo va a acusar a él de ser un fascista porque saben que es todo lo contrario. Yo creo que los movimientos sociales son un termómetro muy positivo que nos van a servir para democratizarnos todos y que salgan estas cosas por lo menos en los ámbitos narrativos o del humor, para que podamos sacar esta parte irritante de nosotros sin hacerle daño a nadie.
◉ ¿Lo que hacían los chanantes no entra en el juego del post-humor, de la desautomatización de las expectativas del espectador?
Yo he seguido La Hora Chanante, Muchachada Nui y Museo Coconut, y a todos ellos por separado. Me parecen un antes y un después en la cultura del humor española, hasta el punto de que un cómico como José Mota que ya tenía una larga trayectoria a sus espaldas de repente se vio modificado por la aparición de los chanantes. Son capaces de mezclar desde Monty Python a Benny Hill. Algo que tiene mucho que ver con el post-humor es quitarse los prejuicios de clase hacia ciertos tipos de humor. Yo sé que mucha gente aborrece Benny Hill, y seguro que hay muchas cosas suyas que son tópicas, obvias o sexistas. Pero recuerdo que hace poco vi un sketch en el que estaba enfundado en cuero y acudía a una cita con una chica y él decía cosas románticas pero ella no le escuchaba porque cada vez que se movía le hacía ruído el traje de cuero. Ese es un momento absolutamente demencial y absurdo en una serie que muchos en mi propio círculo de amigos tachan de vulgar. Si los chanantes fueran solo Monty Phyton acabarían siendo una copia barata de algo que ya es muy grande. Pero estar abierto a todo tipo de influencias y poder hacer con ello una receta propia ellos lo han logrado en cada una de sus facetas. Son muy cultores del humor, lo han estudiado y lo conocen muy bien.
◉ Diría que España es un lugar en donde encaja perfectamente esto porque nuestros políticos nos han educado en el espíritu de la vergüenza ajena. Igual Mariano Rajoy o José Ignacio Wert son post-humoristas y la culpa es nuestra que no nos hemos dado cuenta y no lo entendemos.
Es terrible lo de la vergüenza ajena. Una de las preguntas que nos hacemos a veces es como la definiríamos, como es posible sentir vergüenza ajena. Pero es verdad que todos la sentimos. En estas sociedades con tanta presión es algo que tenemos todos muy a flor de piel y es buenísimo poder sacarla. Aunque sería mejor que la sintiéramos a través de un chiste y no con lo que hacen nuestros gobernantes.
◉ La idea del post-humor me gusta, pero ¿la expresión no es algo pedante tirando a medio modernilla? ¿no había otro nombre mejor?
Yo no lo inventé ni mucho menos, simplemente hablé del post-humor porque leí que se llamaba así. Los nombres nunca terminan de identificar aquello que están nombrando. Pasa con la música, a mí cuando me gusta un grupo y veo la clasificación que hacen los periodistas musicales me da vergüenza. Cuando empiezan con el post-rock y la madre que los parió. Me acuerdo de que cuando salió Mogwai y empezaron a hablar del post-rock yo sentía que no había necesidad de clasificar aquello, tampoco es que fuese tan marciano ni tan raro. Es cierto que todo lo que tenga el prefijo post- asusta por lo de moda que estuvo en los 80 la postmodernidad más filosófica que puede ser muy dañina, ya que de repente te puede dar por alabar la estética nazi porque te parece muy glamourosa, y no estás cayendo en la cuenta de que esa misma estética se basaba en matar a millones de personas. Supongo que se le ha llamado así porque en el humor ya estaba todo hecho y esto es lo que viene después, lo que ya no hace gracia. Son códigos para que nos entendamos. Le podían haber puesto plátano, y hablaríamos del humor plátano.
◉ ¿Te sumarías a Nacho Vigalondo cuando dice que hay que mearse en la tumba de Azcona?
¡Que Grande, Nacho! Me encanta que lo diga él. Yo soy mucho menos iconoclasta, pero entiendo a lo que se refiere y hasta es sano. Llegó un momento en el que había una gran cantidad de copia a este humor costumbrista tan inteligente y tan genial que tenía el cabrón de Azcona que casi todo era como fotocopias baratas. Tu humor igual no iba por ese lado pero tú mismo te lo exigías porque si no no era aceptado. Al final acabas cayendo en un costumbrismo que no solo te sale mal sino que es vulgarizable. Cada uno tiene que mearse en su tumba de Azcona interior. Pero ahí tenemos a Santiago Lorenzo que es un puto genio. Sus novelas me parecen fabulosas, si hay alguien que ha partido de Azcona para ir a otro lado y ser una voz personal y maravillosa ese es él. Yo creo en lo que decía Borges, que si estás en un medio todas las referencias anteriores son parte de tu escuela lo quieras o no. Yo disfruto mucho con todo, y creo que Nacho también, que lo decía metafóricamente. Yo llego a lo que llego por la admiración que tengo a la escuela que me precede y sumando esos gustos diferentes que tengo. Soy fan de gente que nadie se imaginaría como Art Spiegelman y de otros que son más obvios en mis obras como Segar con Popeye. Me encantan los dibujos animados, pero también Berlanga y Buñuel. La cultura está para disfrutar, y cuanto más haya para disfrutar mejor. La gente que dice que no le gustan las películas de vaqueros ¿Pero qué es esa mierda? Hay películas de vaqueros que son maravillosas y otras que son una basura. O que no le gustan las comedias románticas, pues también las hay muy buenas. Hay musicales que a mí me han tenido fascinado durante años.
◉ Lo que ha hecho ahora Jordi Costa, que de repente saca una película cargada de referencias cinematográficas, homenajes a la canción italiana y en la que uno de los actores es otro de mis monologuistas favoritos, Ignatius Farray ¿eso es post-humor o una bizarrada para el #LittleSecretFilm?
Aún no he tenido tiempo de verla con el cierre del último Mongolia, pero yo pude observar el proceso desde que a Jordi se lo ofrecieron, y te aseguro que se lo ha tomado con absoluta seriedad y respeto hacia el medio junto a muchas ganas de jugar, que me parece la mejor combinación a la hora de hacer algo. Tengo ganas de verla, porque sin estar en el rodaje he visto todo el proceso cerebral de Jordi cuando iba a tomar cañas con él y con Edu Galán. A mí Ignatius me parece el gran monologuista español, de hecho es el que más me gusta como monologuista completo. Me pega mucho que Jordi lo haya llamado, porque a él le gusta lo extremo. Dentro del extremo reivindica también muchísimo el amor desde un lado muy adulto y maduro. Me parece muy propio de Jordi que esté Ignatius, que se llame Piccolo Grande Amore y que aparezca canción italiana de la que sé que es fan. Seguro que tiene cosas de post-humor, pero también un trasfondo. Si tú ves Mis problemas con Amenábar hay muchísimo humor directo y algo de homenaje a Bruguera o al tebeo. En ese sentido ni él ni yo somos iconoclastas, nos gusta lo nuevo y también lo clásico. Pero en todo lo que hace Jordi hay un mensaje y un trasfondo, eso es lo que me gusta de él.
◉ Ya que hablas de Mis problemas con Amenábar, mucha gente os criticó a Jordi y a ti por presentar con Joaquín Reyes y Ernesto Sevilla un libro donde opinabais sobre la mediocridad de este director y lanzarlo justo antes del estreno de una de sus películas. Creo que se malinterpretó vuestra intención...
Nosotros el tebeo lo llevábamos publicando en Mondo Brutto desde hacía ya muchos años. Cuando Amenábar saca Ágora nos quedaba solo el capítulo final, y realmente estábamos esperando aquella película porque sabíamos que el final tenía que ver con ella. Nos parecía maravilloso sacarlo nada más se estrenara, tiene mucho que ver con la contracultura. Están en todos los medios hablando de la gran película española, de la mejor película de todos los tiempos, y tú sacas un libro diciendo que a ti no te lo parece. Si tú haces eso desde DC Cómics con una cinta independiente de Carlos Vermut o de Nacho Vigalondo eres un hijo de puta, porque estás desde la posición de poder atacando un proyecto que está intentando tener una nueva voz. Pero si tú lo haces desde una pequeña editorial de tebeos como Glénat o Astiberri que no tienen el mismo impacto que Tele 5 como productora o El País con Sogecable, y estás dando una voz que es contraria a lo que te están vendiendo en todos los medios, y aún por encima la dan porque han financiado el producto y tienen que recuperar el dinero, a mí ese oportunismo me parece genial. Ganamos 600 euros Jordi y 600 yo por derechos de autor. En el mundo del cómic, a no ser que seas Arrugas de Paco Roca o María y Yo de Gallardo, que son buenísimos y venden mucho, te quedas en una distribución de 2.000 0 3.000 ejemplares. El oportunismo tiene que ver con que llegue a más gente, no porque te vayas a forrar, nadie se forra en el cómic.
Además, quedarse en que es solo una acusación de mediocridad a Alejandro Amenábar es no haber entendido el mensaje. Hay mucho en el tebeo que tiene que ver con la cultura del éxito: de como cuando uno de repente consigue el éxito desde jóven y ser alguien mediáticamente puedes convertirte en un canalla. No hay nada que cuente Jordi en el libro que le ocurrió con personas famosas que no sea real. Y esa relación de poder entre un periodista y crítico de cine que recién empieza en Días de cine paralela a un director de cine que recién empieza a rodar es la clave. Que ese director y el resto de su equipo se mofen del crítico cuando es su primer artículo y le toca entrevistarlos es una metáfora de lo que hemos logrado con el cine. El cine no como el arte de las películas, que debería ser lo importante, sino el culto a la fama de los que hacen o aparecen en las películas. Y ocurre lo mismo con la tele. Esto de repente ha generado ciertas clases sociales en los medios que no solo son absurdas, sino que potencian que mucha gente se pierda en esto y caiga en actitudes que son directamente clasistas. Que trates así a un periodista que te va a entrevistar porque de repente eres el niño prodigio a mí me parece lo mismo que el empresario que echa a gente haciendo un ERE.
◉ ¿Sabes como se suicida un argentino? Tirándose desde su ego.
Me encanta, es buenísimo. Pues a mí me contaron uno hace mucho cuando estaba en MTV que define muchas cosas que yo tengo. Va un médico argentino al que han puesto de residente por los pasillos de un hospital de Miami y llega un jefe de planta americano y le dice Buenos días. Él responde Buenos días. Siguen caminando y el argentino se para y piensa ¿Qué me habrá querido decir el hijo de puta? Somos muy paranoicos, porque lo del ego tiene mucho que ver con la inseguridad. Son como dos caras de una misma moneda. El creértelo mucho tiene que ver con el resentimiento o la inseguridad de haber creído en algún momento que no eras nada.
◉ Dicen que es necesaria una cierta inseguridad para hacer comedia. Me llama la atención que gente como Miguel Iríbar, Judd Apatow, Conan O'Brien o incluso Joss Whedon señalan como tuvieron una adolescencia un poco jodida, en la que no eran los más populares de la clase, y que eso les proporcionó una coraza con la que pudieron enfocar todo desde otro lado consiguiendo ser más creativos o más graciosos. Cuando lo escucho es algo con lo que me siento plenamente identificado.
Eso pasa mucho. Yo nunca fui tímido, pero inseguro sí. Casi todos somos inseguros, pero en los que hacemos algo que implica un mínimo de exposición pública esa inseguridad se acentúa. Yo todos los días soy un pesado con mi chica y mis compañeros de Mongolia preguntándoles mil veces si determinado chiste o dibujo está bien. Y nos pasa a todos, de repente muchos compañeros nos mandan algo diciendo que tienen un artículo pero no saben si está muy bien. Y lo leo y es genial. Muchos piensan que los artistas vamos de creídos, pero yo después de publicar no vuelvo a leer mi chiste, porque la mayoría de las veces me arrepiento de como lo dibujé o como lo planteé. En clase no era de los más populares ni de los malotes, pero tampoco un tipo retraído. Siempre fui sociable a la hora de hacer amigos. Tengo buen recuerdo de mi infancia, fui heavy cuando había que ser heavy, en la etapa tópica... es cierto que leía muchísima literatura y muchísimo cómic, como todos los que nos dedicamos al tebeo, y sin embargo eso no era un problema en mi grupo de amigos del instituto. Yo estoy muy a favor de la educación pública y fui a una escuela del Estado en mi barrio. Osea, que yo era de barrio, barrio, pero no era un hándicap porque como leía Stephen King o Edgar Allan Poe en realidad era el que contaba historias de terror y le gustaba el cine gore. Eso te lo admitían en el grupo social más macarra o callejero.
◉ Ignatius terminaba uno de sus monólogos exclamando: Solo sé una cosa sobre el futuro de este mundo. Habrá comedia. Habrá comedia ¿Estás de acuerdo?
Totalmente. Creo que es algo necesario para el ser humano, y en los peores momentos más. Bukowski decía que follar era darle de patadas en el culo a la muerte. Pues yo lo cambio por reírse, eso sí que es sentir que le estás dando patadas en el culo intensamente. Que puede ser la muerte de un trabajo o la muerte de una casa. Las grandes y pequeñas muertes del ser humano. Estoy seguro de que va a seguir habiendo comedia, porque es algo inherente a la inteligencia humana. Cuando dejemos de reír, ahí sí que nos ganó la muerte.
◉ ¿Sabes como se suicida un argentino? Tirándose desde su ego.
Me encanta, es buenísimo. Pues a mí me contaron uno hace mucho cuando estaba en MTV que define muchas cosas que yo tengo. Va un médico argentino al que han puesto de residente por los pasillos de un hospital de Miami y llega un jefe de planta americano y le dice Buenos días. Él responde Buenos días. Siguen caminando y el argentino se para y piensa ¿Qué me habrá querido decir el hijo de puta? Somos muy paranoicos, porque lo del ego tiene mucho que ver con la inseguridad. Son como dos caras de una misma moneda. El creértelo mucho tiene que ver con el resentimiento o la inseguridad de haber creído en algún momento que no eras nada.
◉ Dicen que es necesaria una cierta inseguridad para hacer comedia. Me llama la atención que gente como Miguel Iríbar, Judd Apatow, Conan O'Brien o incluso Joss Whedon señalan como tuvieron una adolescencia un poco jodida, en la que no eran los más populares de la clase, y que eso les proporcionó una coraza con la que pudieron enfocar todo desde otro lado consiguiendo ser más creativos o más graciosos. Cuando lo escucho es algo con lo que me siento plenamente identificado.
Eso pasa mucho. Yo nunca fui tímido, pero inseguro sí. Casi todos somos inseguros, pero en los que hacemos algo que implica un mínimo de exposición pública esa inseguridad se acentúa. Yo todos los días soy un pesado con mi chica y mis compañeros de Mongolia preguntándoles mil veces si determinado chiste o dibujo está bien. Y nos pasa a todos, de repente muchos compañeros nos mandan algo diciendo que tienen un artículo pero no saben si está muy bien. Y lo leo y es genial. Muchos piensan que los artistas vamos de creídos, pero yo después de publicar no vuelvo a leer mi chiste, porque la mayoría de las veces me arrepiento de como lo dibujé o como lo planteé. En clase no era de los más populares ni de los malotes, pero tampoco un tipo retraído. Siempre fui sociable a la hora de hacer amigos. Tengo buen recuerdo de mi infancia, fui heavy cuando había que ser heavy, en la etapa tópica... es cierto que leía muchísima literatura y muchísimo cómic, como todos los que nos dedicamos al tebeo, y sin embargo eso no era un problema en mi grupo de amigos del instituto. Yo estoy muy a favor de la educación pública y fui a una escuela del Estado en mi barrio. Osea, que yo era de barrio, barrio, pero no era un hándicap porque como leía Stephen King o Edgar Allan Poe en realidad era el que contaba historias de terror y le gustaba el cine gore. Eso te lo admitían en el grupo social más macarra o callejero.
◉ Ignatius terminaba uno de sus monólogos exclamando: Solo sé una cosa sobre el futuro de este mundo. Habrá comedia. Habrá comedia ¿Estás de acuerdo?
Totalmente. Creo que es algo necesario para el ser humano, y en los peores momentos más. Bukowski decía que follar era darle de patadas en el culo a la muerte. Pues yo lo cambio por reírse, eso sí que es sentir que le estás dando patadas en el culo intensamente. Que puede ser la muerte de un trabajo o la muerte de una casa. Las grandes y pequeñas muertes del ser humano. Estoy seguro de que va a seguir habiendo comedia, porque es algo inherente a la inteligencia humana. Cuando dejemos de reír, ahí sí que nos ganó la muerte.
Archivo fotográfico ⎪ cuelloblancomagazinedotcom, flickr.com, revistamongolia.com, numerocero.es, 40fakes.com
Eu pensaba, cando lía "el jueves" que a páxina de Adanti só me gustaba a min... despois xa coñecín algún outro enfermo.
ResponderEliminarDous cracks, Adanti mais ti!
Pero mira que non poñerlle "negriñas" a Vonnegut...
Vonnegut ten negriñas, a primeira vez que aparece, cando falamos de Michael J. Fox e Larry David.
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