John Oliver es en la actualidad uno de los mejores cómicos de Estados Unidos. Con un estilo eminentemente político y de aire mordiente, empezó su carrera como monologuista de stand-up y en una compañía de comedia e improvisación teatral en la que coincidió con el mísmísimo Richard Ayoade (The It Crowd, Garth Marenghis's Darkplace), pero la fama le llegó al convertirse en uno de los corresponsales de The Daily show With Jon Stewart, programa de sátira muy popular en el país que a diario repasa las noticias más relevantes acontecidas en el mismo para tomar el pulso a una sociedad en la que el espacio cada vez posee más influencia, siendo en ocasiones incluso decisivo para los votantes en las elecciones presidenciales.
Oliver se unió al programa en 2005, y dos años más tarde empezó a desarrollar también labores de guionista. Este verano tomó además las riendas del programa durante tres meses en sustitución de Stewart mientras afrontaba el rodaje de su primer largometraje como director, un drama bélico con tintes bastante ácidos y gran carga social en la cual un periodista es torturado en Irak. Su trabajo durante este periodo estuvo a la altura e incluso superó las expectativas generadas, agradando a público y crítica que disfrutaron de un gran espacio en el que no se echó de menos al host titular.
Según cuenta uno de sus ejecutivos, Michael Lombardo, la HBO llevaba un tiempo buscando otro talk show semanal que complementase su actual oferta, capitaneada por Real Time With Bill Maher, y cuando vieron a Oliver este mes de Julio supieron que tenía una mirada diferente y singular de contar las cosas que encajaría con ellos. Por eso hoy han anunciado que él sera el principal rostro al frente de un nuevo formato que comenzará en 2014 y estará centrado en su mirada personal sobre los principales acontecimientos acaecidos esa semana, al igual que ocurre en The Daily Show y su hermano pequeño The Colbert Report.
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