Si la primera decepción de la
temporada fue Dads, la gran alegría nos
llega también en forma de comedia de 20 minutos. Y aunque la
presencia de varios guionistas de la factoría MacFarlane
no supuso un aval en aquel caso, es importante señalar que Brooklyn Nine-Nine comparte
algunos productores ejecutivos con 30 Rock, Parks and Recreation y The Office, tres de las mejores
telecomedias generalistas de la última década.
La serie está ambientada en una comisaría de policía y nos cuenta en clave cómica el día a día de un equipo en el que destacan el detective Jake Peralta (Andy Samberg), un hombre bastante inmaduro pero a la vez extremadamente eficiente en su trabajo; y su compañera Amy Santiago, con la que mantiene una sana y competitiva rivalidad. El episodio comienza con la llegada de Ray Holt, nuevo comisario que viene decidido a hacer muchos cambios que contrastan con los habituales métodos de Peralta, el cual desaprobará a este nuevo jefe e intentará ignorar sus métodos del modo más infantil e hilarante posible.
Abundan los gags surrealistas y los flashbacks que recuerdan en espíritu a sketches del Saturday Night Live (de donde procede Samberg, cuyo humor gestual monopoliza a veces en exceso la pantalla) y a comedias de Adult Swim como NTSF:SD:SUV:: o Childrens Hospital, con las que comparte su intención paródica. Lo que la diferencia de estos productos, y posiblemente su virtud más elogiable, es que en todo momento parece que todo lo que vemos encaja con el mundo real, sin abandonarla en favor de una hipérbole satírica. Y consigue esto cuando todos sabemos que los policías de verdad no se dedican a disputar carreras de sillas propulsados con extintores por los pasillos (seguramente porque están muy ocupados poniendo paridas en twitter). En ese sentido se encuentra más cerca del universo de Tina Fey que de Family Guy.
Se echaba de menos una serie como
esta en donde cada minuto está realmente medido y hay varios chistes con los
que uno puede reírse a gusto. El nivel actoral es espléndido: todos los
secundarios cumplen bien con su rol , desde la obstinada policía cuyo mal humor puede hacer
que cualquiera de sus compañeros se cague de miedo hasta el torpe bonachón que
quiere invitarla a salir, pasando por la excéntrica secretaria. Un piloto realmente disfrutable en el que se
nota la falta de rodaje del equipo, pero gracias al que podemos vaticinar que merecerá
la pena y en unos meses se convertirá en una opción muy a tener en cuenta.
La serie está ambientada en una comisaría de policía y nos cuenta en clave cómica el día a día de un equipo en el que destacan el detective Jake Peralta (Andy Samberg), un hombre bastante inmaduro pero a la vez extremadamente eficiente en su trabajo; y su compañera Amy Santiago, con la que mantiene una sana y competitiva rivalidad. El episodio comienza con la llegada de Ray Holt, nuevo comisario que viene decidido a hacer muchos cambios que contrastan con los habituales métodos de Peralta, el cual desaprobará a este nuevo jefe e intentará ignorar sus métodos del modo más infantil e hilarante posible.
Abundan los gags surrealistas y los flashbacks que recuerdan en espíritu a sketches del Saturday Night Live (de donde procede Samberg, cuyo humor gestual monopoliza a veces en exceso la pantalla) y a comedias de Adult Swim como NTSF:SD:SUV:: o Childrens Hospital, con las que comparte su intención paródica. Lo que la diferencia de estos productos, y posiblemente su virtud más elogiable, es que en todo momento parece que todo lo que vemos encaja con el mundo real, sin abandonarla en favor de una hipérbole satírica. Y consigue esto cuando todos sabemos que los policías de verdad no se dedican a disputar carreras de sillas propulsados con extintores por los pasillos (seguramente porque están muy ocupados poniendo paridas en twitter). En ese sentido se encuentra más cerca del universo de Tina Fey que de Family Guy.
Por cierto, me alegra que por fin los americanos hayan
decidido adaptar Los hombres de Paco.
Para que no se diga que los españoles siempre vamos un paso por detrás.
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