lunes, 22 de abril de 2013

Recomendación de serie (XII): Archer

En los últimos años la cadena FX -propiedad de FOX- ha logrado construír su propio nicho dentro de la televisión de pago con dramas como American Horror Story, The Americans, Sons of Anarchy o Justified y con la mejor selección de la comedia estadounidense alternativa gracias a producciones como Louie, It's Always Sunny on Philadelphia, Wilfred, The League o la que hoy nos ocupa. Nadie podría haber predicho hace dos meses cuando empecé a ver una irreverente parodia del cine de espías y agentes secretos que esta se iba a convertir en una de las pocas que logran arrancarme una carcajada constante en cada uno de sus capítulos. Archer es adulta, brutal, misántropa y posee unos guiones que siguen al pie de la letra todos los mecanismos para crear una buena sitcom.

Diálogos fugaces, espías soviéticos y KGB 

Efectivamente, aunque estemos hablando de animación, el formato, personajes y mecanismos de Archer son los de la mejor comedia de situación. La serie se centra en Sterling Archer, alias Duquesa, una especie de James Bond de pacotilla que trabaja para la agencia gubernamental ISIS, y la relación que mantiene con sus compañeros de trabajo, a cada cuál más egoísta, inseguro y capullo. Sus creadores han decidido eliminar por completo el componente emocional para centrarse en la escritura de gags y situaciones extremadamente hilarantes, demostrando una vez más que el ser humano prefiere divertirse con las aventuras de gente que nos soportaría en la vida real, y que la risa se produce a raíz de la contemplación del sufrimiento.

Archer es superficial, mujeriego, inmaduro e irresponsable, un seguidor del cine de Burt Reynolds más propicio a crear el caos que la calma y con una opinión sobre si mismo y el mundo que le rodea que rara vez coincide con la de los demás. El espía más peligroso del mundo sufre de una edípica y sobreprotectora relación con su madre Malory, que además es la directora de la agencia de espionaje, lo cual sirve para que surjan infinidad de situaciones incómodas, conflictos y favoritismos en el entorno laboral. Allí mismo tendrá que lidiar con su exnovia, la exuberante agente Lana Kane; y la actual pareja de esta, el contable Cyril Figis, cuya personalidad es la antítesis de Archer: menudo, inseguro, cobarde y con escasas dotes seductoras, quien sin embargo acabará mostrándose como más ingenioso y menos bonachón de lo que parecía. En la misma oficina trabajan dos secundarias que se han convertido en uno de los mejores puntos de la serie: la psicópata Cheryl y la cotilla jefa de personal Pam. Da gusto ver como estas chicas van ganando protagonismo hasta llegar a protagonizar los mejores momentos.


A todo el que le guste una serie como, por ejemplo, Weeds, llorará de risa con Archer, ya que esta también cuenta con unos personajes perfectamente delimitados y sigue la estrategia de crear situaciones extremas a partir de su personalidad. El humor empleado en la serie puede llegar a ser tan bestia o más que el practicado por Seth Macfarlane, el referente en cuanto a incorrección y brutalidad tenemos todos en la cabeza a la hora hablar de animación televisiva para adultos. Los chistes sobre política, terrorismo, xenofobia o sexo (sobre todo estos últimos) son una constante a la que recurren continuamente para regalarnos situaciones de lo más surrealistas. Aunque la primera temporada es básicamente una parodia sencilla de las historias de espías sesenteras, pronto nos topamos con la norma general de casi todas las buenas comedias: en cuanto has visto unos cuantos capítulos empiezas a pillar los tics y manías de cada personaje y todo empieza a hacer mucha más gracia. La segunda temporada presenta un claro ascenso en la curva de calidad, pero es al llegar a la tercera cuando se torna extremadamente divertida, cuando te verás obligado a devorar un episodio tras otro sin parar.

Aunque el grueso de cada capítulo consiste en una trama autoconclusiva que empieza y termina en el mismo, hay pequeñas historias de continuidad que se van desarrollando a lo largo de la serie (memorable todo el lío del jefe de la KGB y la búsqueda del padre de Archer). Uno de los mejores recursos cómicos son los callbacks, referencias a sucesos de capítulos anteriores para las que es necesario haber visto toda la serie. Los guiños son muy sutiles y ayudados de un montaje muy ágil y de una multiplicidad de espacios con saltos temporales y continuos flashbacks. También son marca de la casa los catchprases, típicas expresiones o chascarrillos que encuentran su comicidad a base de la repetición constante a lo largo de un mismo capítulo o de toda la serie.

Otro punto bastante original consiste en que la serie sea deliberadamente anacrónica, con una escenografía que combina vestuario, tecnología y referentes históricos de diferentes décadas. Pero si me preguntaran que es lo que de verdad me hace gracia de Archer, sin duda hablaría de las expresiones faciales de los personajes. No sé como lo hacen, pero es un rasgo magistral que está presente también en Frisky Dingo, la anterior serie de su productor ejecutivo Adam Reed. Fijaos en el incómodo silencio que se da cuando Lana pone el ceño fruncido ante alguna estupidez que ha dicho Archer, el cual reacciona con un gemido de incredulidad. O la misma cara de pocos amigos de Malory ante la enésima locura de sus subalternos.

TRAILER



La animación ha sido destacada como pretendidamente cutre, pero en realidad está diseñada buscando acercarse a la realidad lo más posible, introduciendo a veces fotografías que se complementan con ese estilo que roza lo cell-shaded y diseñando cada muñeco a partir del aspecto de sus respectivos actores de doblaje. En concreto la caracterización de Sterling Archer intenta imitar además a Don Draper, el protagonista de Mad Men, con el que comparte esa pose de fucker galán. No sería digno hablar de Archer sin referirnos a su hermanamiento con la gran comedia de la década, la madre de las comedias, la piedra de roseta de la sitcom contemporánea... Arrested Development: Jessica Walter, Jeffrey Tambor, David Cross y Juddy Greer han actuado en las dos series, y sus personajes en ambas guardan bastantes similitudes. La edípica y sobreprotectora relación de Archer con su madre es muy similar a la de Buster y Lucille Bluth, además de que ambos shows cuentan con callbacks, catchprases y flashbacks, realizando el delicado trabajo de unir elementos de diferentes tramas que acaban colisionando para crear un mundo complejo y magistral.

Además de la ya citada Frisky Dingo, Adam Reed ha creado otra comedia animada  para Adult Swim, la célebre Sealab 2021, sin embargo esta ha sido hasta ahora su obra de mayor reprecursión. Con la cuarta temporada recién finalizada en Estados Unidos con un éxito de audiencia indiscutible y una quinta confirmada para el próximo año, se ha convertido en una imprescindible que nadie debería dejar de lado.

Archivo fotográfico ⎪  tv-facts.net,  YouTube.com,  fxnetworks.com

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