Las Presentadoras
“Y ahora, como si fuésemos la vagina de una supermodelo, demos una cálida bienvenida a Leonardo DiCaprio”
Tina Fey y Amy Poehler llevan ofreciéndonos desde los tiempos de Saturday Night Live muestras de ese humor ácido y corrosivo que tan bien les había funcionado el pasado año y que en ambas ocasiones ayudó a crear una gala dinámica y divertida de la que los Emmys tienen bastante que aprender (y de paso se pueden ir apuntando que lo de no premiar siempre a los mismos también se puede hacer sin que pase nada). El polémico discurso de Ricky Gervais en 2011 ya tiene una más que digna descendencia: los empeñados en perpetuar el tópico de que las mujeres no tienen gracia pueden acercarse a las estupendas series de estas dos señoritas, 30 Rock y Parks and Recreation. Por cierto, que Poehler se hizo con una inesperada estatuilla a mejor actriz de comedia por su personaje en la segunda, suponemos que en realidad como recompensa por lo bien que nos lo hizo pasar en la gala del año pasado.
Brooklyn Nine-Nine, premiada
Si bien todo el mundo contaba con la avalancha de premios que recibió la hiperpromocionada Breaking Bad, a los Globos de Oro siempre les ha gustado sorprender en alguna categoría. Esta vez le ha tocado a las de mejor serie y actor de comedia, que recayó en el nuevo policiaco de FOX. Si bien estoy de acuerdo en que Brooklyn Nine-Nine es una propuesta muy divertida y realmente bien escrita, apenas llevaba emitidos trece capítulos cuando se anunciaron las nominaciones y se encuentra en una etapa germinal donde solo ha podido asomar una parte minúscula de su potencial. Vamos, que de momento apenas está despegando y el hecho de que en su misma categoría compita con pesos pesados como Girls y Parks and Recreation nos hace pensar que esta ha sido una decisión precipitada. Esperemos que sirva para ayudar a que la de Andy Samberg renueve por una merecidísima segunda temporada, ya que sus audiencias bastante austeras la han mantenido en la cuerda floja desde su estreno.
Behind The Candelabra
Behind The Candelabra es una de las grandes ideas que pasan años pululando en forma de proyecto por los estudios de Hollywood, que las desprecian reiteradamante, hasta que un director como Steven Soderbergh decide dejar el cine por "el horrible trato que reciben los directores, no solo de los estudios, sino también de quien financia la película", y convertir este guión en la TV Movie más exitosa que HBO ha estrenado en la última década. La película apareció en Mayo y fue nominada instantaneamente a 15 Emmys, de los que ganó tres, y anoche volvió a confirmar la calidad que atesora con el Globo de Oro a mejor película o miniserie para televisión y a mejor actor para Michael Douglas.
La película cuenta la historia del pianista gay Liberace (Douglas) y su relación con el rubiales Scott Thornson. Su visionado deja con una enorme fascinación por el universo retratado y una gran pregunta ¿Es la tele el medio más apropiado para desarrollar grandes narrativas mientras que el cine debería centrarse en la recreación sensorial de espectáculos pirotécnicos de gran potencia visual como Gravity?
El vacío a Lena Dunham
Hay gente por ahí alegrándose de que Lena Dunham, que estaba allí ella tan cuca posando con su vestido y su sonrisilla en la Red Carpet, esta vez no se llevase nada por la fantástica serie Girls. Malas personas que sois todos. Bastarían solo dos episodios de su segunda temporada para callar la boca a todos los que dicen que esta chica no sabe escribir o dirigir. Dunham y sus creaciones no serán grandiosas, pero es una voz muy personal y más interesante de los que creen esos que no le han dedicado más de cinco minutos a intentar descubrir ambas. La comedia de HBO estrenaba con doble episodio su tercera temporada este domingo, recibiendo una excelente acogida, pudiendo decir a estas alturas lejos de hundirse la serie está en pleno proceso de madurez.
Jennifer Lawrence
¿Qué sería de estos eventos sin el portentoso sentido del espectáculo de una celebridad como Jennifer Lawrence? No es una mala actriz, pero su carrera corre el riesgo de dinamitarse lentamente debido a su persistente necesidad de llamar la atención, que a algunos nos está empezando a resultar un poco cansina. Cuando aún no nos habíamos recuperado de que en años anteriores cayese por las escaleras y tuviera bronca con Jack Nicholson el día que ganó un Oscar, ha querido empezar bien el año dando mucha guerra. Aparte de llevarse el premio a mejor actriz secundaria por La Gran Estafa Americana, le reventó una entrevista a Taylor Swift sin que esta se diera cuenta e instó involuntariamente a los tuiteros a que subiesen disfraces domésticos que imitasen ese vestido suyo que a su vez emulaba a una cortina.
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