martes, 14 de mayo de 2013

Rectify, el convicto liberado de los productores de Breaking Bad

La exitosa apuesta de cadenas como History con Hatfield y Mccoys o Cinemax con Banshee estrenando series de producción propia quizás haya llevado a Sundance Channel a dar luz verde a Top of The Lake y rescatar del cajón de proyectos olvidados de AMC Rectify, nuevo thriller opresivo y psicológico de los productores de Breaking Bad. Todo el mundo sabe que existe una ley no escrita por la cuál si los productores de una película buenísima se embarcan en otro proyecto, este será siempre como mínimo igual que el anterior, y en algunos casos mucho mejor, pero nunca peor. Visto los dos primeros episodios que fueron estrenados en sesión doble puedo decir que la cosa promete más que convence.

La justicia es una cosa muy mala. Nunca un significante ha hecho tan poco favor a su significado. Hacer justicia no significa ser justo, sino hacer el idiota. Hacer lo que creas conveniente para alcanzar la paz y aprobación de ti mismo y de todos los que te rodean. Y si para eso tienes que cargarte a uno, dos tres o cincuenta tíos a los que Dios parece haber puesto en tu camino para que se conviertan en tu saco de boxeo, pues adelante. Daniel Holden no le cae bien a nadie. Ni siquiera a su familia política impostada a la que acaba de conocer tras pasar más de veinte años en prisión acusado de violación y asesinato parece importarle mucho como se encuentra. Un hermanastro sacado de la manga, una sociedad que ha dado un vuelco en los años que ha pasado sin ver el sol y una ciudad que solo espera a la primera ocasión para acabar con él. 

Todo el mundo se aferra a la culpabilidad de Holden porque necesitan saber que la justicia funciona y que pueden dormir por las noches. Poco importa que las pruebas de ADN no sean concluyentes o que hubiesen varios sospechosos esa noche rondando la escena del crimen. Nadie sabe -y menos el espectador- si están ante el verdadero asesino, ni tampoco necesitan saberlo. Ya lo han condenado. Los momentos en solitario de este pobre hombre mirando al horizonte en su habitación o deambulando por amplios parajes al aire libre acaparan la mayor parte de un metraje teñido por una atmósfera hostil y contemplativa que nos hace preguntarnos junto a unos fraternales flashbacks carcelarios si la vida que va a tener a partir de ahora será realmente mejor de la que disfrutaba en prisión.


Mientras su reestructurada familia intenta adaptarse a la nueva incorporación de una forma bastante violenta, juzgándolo a cada paso que da, solo su hermana Amantha está realmente convencida de la inocencia del chaval, la cuál intentará probar iniciando una investigación junto a un jóven abogado. Y aunque el cliffhanger del primer episodio nos indica que hay algo que se nos oculta y se irá revelando poco a poco en lo referente al asesinato, esta trama no cuenta con demasiado peso, al menos en estos tímidos inicios. 

El crimen actúa solo como telón de fondo para narrar la adaptación a un ambiente hostil de un hombre con cara de no haber roto nunca un plato, las miserias de una familia cuyos silencios y miradas dicen más que muchas palabras y de una localidad que quiere ser Twin Peaks para quedar finalmente diluida en unas autoridades que solo quieren que una persona regrese a la cárcel para que todos estos años hayan tenido sentido. Rectify apuesta por un desarrollo pausado que le sienta muy bien, convirtiéndose en una apuesta cuya resolución ha captado mi atención lo suficiente para darle otra oportunidad. 

Aún así, no hay nada más en ella que me llame poderosamente la atención ni que sea digno de reseña. Ni la dirección ni el guión aportan elementos novedosos o que supere a otros pesos pesados de la ficción americana de cable que aún tengo ganas de ver. La primera temporada consta de tan solo seis capítulos que seguramente podrían funcionar como un perfecto largometraje, y tras los buenos resultados de sus primeras emisiones ya ha sido renovada para una segunda de diez. Lo mejor que podemos hacer con es dejar que la serie siga su curso y, tanto en la realidad como en la ficción, que el tiempo se convierta en el mejor juez.

Archivo fotográfico ⎪  sundancechannel.com
   

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