viernes, 10 de mayo de 2013

Nicolás Alcalá, director de El Cosmonauta: "Nos parece tonto que alguien proteja sus derechos de autor"

El Cosmonauta es una de las propuestas más revolucionarias del panorama cinematográfico reciente, y seguramente lo mejor que le ha pasado al audiovisual español en mucho tiempo por lo que tiene de rupturista con una estructuras conservadoras que no han conseguido más que potenciar que la obra de muchos artistas con enorme potencial cayese en el abismo mientras se premiaban miles de propuestas menos apetecibles. El proyecto de Nicolás Alcalá, Carola Rodríguez y Bruno Teixidor ha recaudado 420.000 euros usando para ello una licencia Creative Commons y un novedoso sistema de financiación colectiva o crowdfunding con el que cualquier persona puede convertirse en productor o inversor privado, generando una comunidad de fans que sienten la película como algo suyo. Pero donde verdaderamente este proyecto está rompiendo moldes es en su interacción con el público y en su novedosa distribución que permitirá a cada espectador decidir cuando y en que plataforma quiere verla ¿Estamos ante la muerte de las grandes distribuidoras? ¿Ha cambiado un español de forma irremediable la industria cinematográfica? Para descubrirlo hemos charlado un rato con su director, que ha puesto sobre la mesa muchas cuestiones clave sobre el futuro del cine.

◉ Estáis a punto de estrenar vuestra película tras varios años pasando por etapas muy diferentes ¿cómo valoráis en conjunto todo este camino? ¿el dinero que habéis recaudado os ha servido para cubrir los costes de la película y tener vuestra propia remuneración?

A nivel de crowdfunding lo que hemos conseguido ha sido absolutamente increíble, estamos muy contentos porque nos ha permitido cubrir todos los gastos de rodaje, aunque no los sueldos, que era la parte más complicada. Se trata de un proyecto muy ambicioso, con un presupuesto bastante alto, y la única manera de llevarlo a cabo ha sido infiriendo los sueldos del equipo. No significa que no los vayan a cobrar, sino que los cobrarán cuando empiece a dar beneficios. Eso también ha hecho que mucha gente se involucrara de una forma más personal y que tomasen el proyecto como propio. Ha sido muy bonito verlos a todos peleando por un proyecto que sentían suyo. Lo más importante para nosotros es que hemos tenido absoluta y total libertad creativa, algo que muy pocos directores y productores pueden decir. Nos hemos permitido el lujo de tomar todas las decisiones al 100% sin pensar en un inversor, una televisión o alguien que esté detrás diciéndonos como teníamos que hacer las cosas. Al final hemos conseguido que la película llegase al público tal y como nosotros queríamos y como ellos querían, ya se ve en la enorme comunidad que nos sigue.  



◉ El Cosmonauta es uno de los proyectos de crowdfunding más exitosos del mundo ¿Qué crees que diferencia vuestra propuesta de otras que han intentado financiarse de la misma manera y no han tenido tanta repercusión?

No puedo dar una sola respuesta, creo que entraron en juego un millón de factores, pero hay algunas claves que yo considero muy importantes para que el proyecto funcionase bien. Tiene que ver con el lado del diseño, a ese nivel lo hemos trabajado muchísimo: la página web, todas las promos que hemos hecho, toda la comunicación... eso le daba una imagen de profesionalidad que otros proyectos no tienen. También ha sido crucial la transparencia, contar en cada momento lo que nos pasaba, que salía bien, que salía mal, cuando teníamos problemas, colgar todo online, hacer un ejercicio de transparencia de cuentas... la gente valoraba mucho la confianza. Tiene que ver también con haber hecho una historia personal, que es algo que muchos proyectos de crowdfunding hacen, pero no todos. Quizás  hay un porcentaje de gente que ha apoyado la película porque les gustaba el espacio o la historia de la carrera espacial rusa, pero creo que la inmensa mayoría de nuestros productores e inversores lo han hecho porque sentían que estaban siendo parte de algo que era histórico, bonito y personal.

Era nuestra historia, tres amigos que tenían un sueño y le pedían ayuda a la gente para hacerlo realidad junto a ellos. Han influído otros factores, como haber sido los primeros o la suerte que tuvimos, pero yo creo que esos elementos han sido clave. La transparencia es clave, aunque resulta muy complicada porque hay cosas que no puedes contar en el momento en que suceden, porque hay otras que dependen de ellas, y siempre habrá alguien que lo malinterprete y siempre tendrás que dar explicaciones. Cuando eres muy transparente la gente te exige más, pero creo que es un esfuerzo que merece la pena. 

◉ Gran parte del éxito de la película se lo debéis a ese concierto que disteis en la Sala Heineken de Madrid con Nacho Vigalondo como maestro de ceremonias. 

Fue un desastre económico, perdimos bastante dinero porque nunca habíamos organizado un concierto en nuestras vidas, pero fue muy importante a nivel de promoción como tú dices, y la primera acción grande que hicimos con el proyecto. Después de esa hicimos otras muchas fiestas que sí que fueron un éxito absoluto. Hicimos flashmobs con Improw Everywhere y cosas que a nosotros nos servían para llevar el proyecto a un punto tangible, a que la gente con la que estábamos conectando online pudiese venir a tomar su Cóctel Cosmonauta o un chupito de vodka con nosotros. Creo que estas acciones fueron muy importantes para hacer realidad el proyecto, y llevaron un montón de trabajo, pero también nos permitieron conectar de una forma mucho más personal con nuestro público. 

◉ ¿Puedes explicarnos en que se diferencian cada uno de los planes de negocio de la película: financiación privada, crowdfunding y sponsorización?

Cuando nosotros empezamos, el crowdfunding era un concepto del que se hablaba poco. En España no existía y en el extranjero escaseaba. La premisa que casi todos los proyectos de crowdfunding han tenido estaba más basada en regalos a cambio de donaciones, de forma que tú aportas una cantidad y te dan algo a cambio, aunque normalmente no se corresponde con el valor del mercado. Por ejemplo, pagas 25 euros y te dan el DVD de la película, pero luego te vas a una tienda y un DVD no cuesta tal cantidad. Nosotros teníamos claro que queríamos cambiar eso, así que establecimos dos vías para colaborar con la peli: la primera fue lo que llamamos productores. Pusimos una tienda online, y la manera de colaborar era comprando en ella convirtiéndote en productor. Desde 2 euros, que era la mínima aportación, siempre recibías algo a cambio: una chapa, un certificado de productor, había un sorteo de un traje de cosmonauta... y a partir de ahí podías comprar el DVD, comprar el libro, comprar insignias soviéticas...

La segunda vía de colaboración, que era a través de inversión privada, consistía en comprar un porcentaje de los futuros beneficios en caso de haberlos. Hemos tenido al final del proyecto 4.200 productores que han comprado productos en nuestra tienda, y más o menos 600 inversores que tienen ahora un porcentaje de la película. La tercera vía fue la del patrocinio, consistente en invitar a marcas a que se uniesen de una forma amigable, amistosa y no invasiva. No se trataba de poner los logotipos gigantes ni de que los cosmonautas rusos bebieran coca cola, sino de involucrarse de una manera mucho más personal. Fue el caso por ejemplo de Pepephone, que nos dio 80.000 euros para que pudiéramos terminar la película, y el acuerdo con ellos era hacer que fuera posible. Nosotros contamos que gracias a ellos habíamos podido terminar el proyecto, por lo que de forma indirecta le estábamos dando publicidad, y se generó una relación mucho más íntima y mucho más interesante. 


◉ Parece que el crowdfunding ahora es capaz de generar millones en pocas horas. Está el reciente caso de Veronica Mars, que en menos de un día recaudó mucho más de lo que necesitaba ¿Tenía razón Todd Brown cuando insinuaba que El Cosmonauta podría haber descubierto el futuro del cine? 

Nosotros jamás nos colgaremos la medalla de haber descubierto el crowdfunding, esto se lleva haciendo desde hace unos cuantos años. Quizás si fuimos de los primeros que lo planteamos en España y es probable que gracias al éxito que hemos tenido muchos de los proyectos y de las plataformas que existen ahora se han animado a dar ese paso y nos enorgullecemos de haber sido pioneros al menos aquí. Pero la parte más revolucionaria de El Cosmonauta tiene que ver con la distribución de la película, donde realmente estamos haciendo cosas que ningún otro proyecto en el mundo está haciendo. El crowdfunding a fin de cuentas es una vía más de la financiación, y creo que la parte importante tiene más que ver con armar una comunidad de fans que con el dinero.

◉ ¿En qué puntos en concreto es innovadora la película en cuanto a distribución?

La película se va a estrenar el mismo día en todas las plataformas, permitiendo al espectador si prefiere verla en DVD, en cine, en la televisión o en su ordenador. Al mismo tiempo lo que vamos a hacer es darle un valor añadido a todo lo que no tiene que ver con internet. El DVD en realidad es un libro que contiene partes de la narración que no van a salir en ningún otro sitio, en el caso del USB contamos con una edición limitada de coleccionista con la figura de la nave de la peli. En el caso de los cines estamos intentando crear experiencias muy únicas, lo que hemos hecho es desarrollar una herramienta web para que cualquier persona del mundo pueda pedir la película. Si alguien la quiere ver en Gijón posiblemente podría pagar 6 0 7 euros, pero si la acompañamos de una fiesta o de un coloquio con el equipo igual la cifra sube a 12 0 15 euros. Si alguien tiene un cine en Gijón y ve que hay doscientas personas que la quieren ver en allí, va a poder hacerse una idea de cual es su público, organizar una proyección y nosotros nos vamos a poner en contacto para que la gente pueda saber cuando se va a realizar una proyección en su ciudad. 

Esto hace que a nivel mundial haya docenas de personas organizando proyecciones en diferentes países, y que estas sean mucho más especiales y únicas porque están hechas a medida del público y con un valor añadido. Hemos decidido que también pueda verse de forma gratuíta, para que con cada persona que la vea podamos llegar a mucha otra gente, y vamos a desarrollar un método llamado Pay what you want, de manera que cuando termine la película te vamos a contar un poco de la historia, para decir que cualquier cosa que quieras aportar se la vas a estar dando directamente a los creadores y te dejaremos decidir cuanto quieres aportar. Si lo haces a partir de 5 euros, vas a acceder al Programa K, que te da acceso al transmedia, a escenas detrás de las cámaras y vas a poder comprar el merchandising de la película.

◉ ¿Crees que en el futuro habrán más proyectos que se sumen a este modelo?

Creo firmemente que sí. No sé si este va a ser el modelo que realmente cambie la industria, no lo creo, la industria todavía es muy sólida y hay muchas cosas que tienen una razón de ser. Sí que creo que va a servir para inspirar a muchísimos cineastas independientes que tienen sus películas metidas en un cajón porque no saben como darles salida o todavía esperan que venga un gran distribuidor a pagarles un montón de dinero. Esta es una manera de darles salida, de sacarles rentabilidad y crear un público con el que mantener una relación estrecha. Si funciona no lo sé, igual es un total fracaso económico, o igual funciona muy bien y recuperamos todo el dinero. Quizás esto también sirva para que la industria tímidamente empiece a probar nuevos métodos de distribución. Lo nuestro ha sido un campo de pruebas. Creo que hay muchas cosas que hemos hecho mal, pero otras muchas que hemos hecho bien y que van a servir para hacer comprender a la audiencia como va a funcionar el cine de aquí a varios años.

◉ Cuando ocurrió lo de Veronica Mars el guionista Joss Whedon dijo que lo de esta película era la mayor jugada que había visto desde que el cómico Louis C.K. vendió su especial de comedia en todo el mundo directamente online ¿crees que de eso trata esto, de hacer jugadas contra las grandes productoras o distribuidoras y a favor del público? 

Hasta ahora eran los distribuidores y los exhibidores los que decidían como funcionaba el mercado. Como, donde, cuando toca ver una película, en que tiempos... ahora toca ir al cine, ahora tienes que esperar tres meses y la puedes ver en DVD... actualmente la tecnología permite darle la vuelta a ese proceso y que sea el espectador el que decida como, cuando y de que forma. De esta manera obviamente hay un conflicto al que las grandes distribuidoras llaman piratería. Para nosotros creo que es una oportunidad como creadores, de repente podemos establecer una relación directa entre el público y nosotros. Podemos pedirles que nos ayuden a financiar la película sin que el dinero se vaya a intermediarios, podemos pedirle que nos ayuden a hacerla, y tener unas herramientas para distribuírla muy barata a millones de personas, e incluso establecer una relación personal en la cual si la película te ha gustado puedas aportar dinero a los creadores sabiendo que lo van a utilizar para pagar el sueldo del equipo o hacer su siguiente película. Creo que aquí sí que hay una pequeña revolución, y es maravillosa, porque de pronto los creadores toman el control. Los intermediarios se van a convertir en facilitadores, no significa que vayan a desaparecer ni que deban, sino que van a tener que convertirse ya no en los que deciden cosas, sino en los que ayudan a que las cosas sucedan. Creo que esto es muy bonito de cara a la relación entre los creadores y los fans. 

◉ ¿Entonces crees que la financiación colectiva acabará modificando la figura del productor tal como la entedemos ahora mismo? 

No, en absoluto. Creo que la figura del productor es imprescindible. No hablo del financiero, de la gran productora que pone dinero, sino de la persona que coordina la producción, que decide que un guión merece la pena llevarse a cabo y que junta la financiación, a través de crowdfunding o de lo que sea. En nuestro caso estos puestos se confunden un poco porque hemos sido nuestros propios productores, pero no todos los guionistas y directores tienen esa capacidad. Aunque en algunos casos puedan estar en la misma figura el creador y el productor no creo que esta última figura vaya a desaparecer, lo que hará será adaptarse a las nuevas maneras de hacer las cosas, y sobre todo darle un poco más de libertad creativa al creador, que es el que tiene ahora la posibilidad de estar en contacto con el público. 

◉ ¿Los inversores de que modo pueden participar en las decisiones creativas?  

Nosotros no creemos mucho en una creación colectiva. A veces da cosas interesantes, pero en general es difícil que una obra realmente importante siendo colectiva funcione. Aún así sí que nos parecía interesante lo que tiene que ver con lo social. Lo que hicimos fue registrar la película con Creative Commons, así cualquier persona que la vea puede crear sus propias obras derivadas. Tú puedes coger las imágenes de la película y usarlas para tu videoclip o tu corto. De hecho vamos a subir a internet más de 140 horas de material en bruto para que puedas hacer lo que quieras con ello. Esto va a provocar un montón de ideas que van a girar en torno a nuestra sensibilidad y a nuestra estética, pero que serán completamente nuevas y estarán imbuidas por las nueva visión de las personas que lo hagan. En su día colgamos el teaser y nos enviaron más de 100 remezclas de todo el mundo, y era alucinante ver tantas visiones diferentes de mi material. Algo que yo había rodado buscando darle un sentido, de repente otros le dieron otro que no tiene nada que ver. 

"Nuestros fans no hablan de la película.                                      Hablan de su película "


◉ Con esto que llamáis Programa K, más que conseguir simple financiadores lo importante es tener una comunidad de fans que identifiquen la peli como algo suyo ¿es un público que tenéis asegurado que la van a ver y recomendar?  

Eso es lo imprescindible del proyecto, lo que más me interesa. Yo siempre digo que la parte del funding es muy divertida, pero lo importante es el crowd, la comunidad de gente que cuando habla de El Cosmonauta no dice la película, sino mi película. Se sienten parte de un proceso, sienten que lo han hecho posible, lo promocionan como tal, se lo cuentan a sus amigos... eso provoca que tengas a mucha gente detrás apoyándote, te salva en los momentos más peliagudos. A una semana de rodaje se nos cayó un inversor ruso de 120.000 euros, le pedimos ayuda a la comunidad y decidimos irnos a rodar sin tener dinero para terminar el rodaje y sin billete de vuelta. Pedimos 40.000 euros para poder por lo menos volver, y gracias a nuestra comunidad que intentó arrastrar a todo sus amigos a salvar su peli conseguimos 130.000 euros en 3 días. Esto fue algo absolutamente histórico, un récord a nivel mundial e histórico a nivel de crowdfunding en cine hasta que llegó Veronica Mars. A día de hoy siendo creadores y teniendo la oportunidad de conectar con tu audiencia incluso antes de haber escrito el guión... me parece estúpido no hacerlo. 

◉ ¿Qué papel han jugado las redes sociales en la difusión de la película?

Han sido absolutamente cruciales. La forma en que hemos conectado con nuestra futura audiencia, como les hemos ido contando de forma absolutamente transparente todo lo que estábamos haciendo día a día, gracias a la cual han podido meterse en nuestra oficina a ver en que estábamos trabajando, seguir por streaming el rodaje, hablar del proyecto... ha sido el principal canal de comunicación con nuestra comunidad, y gracias a ellos hemos podido conectar con toda esta gente. 

◉ ¿Si a alguien le dais la posibilidad de ver la película gratis en internet, qué es lo que podría estimularlo para que decidiese pagar por asistir a una proyección? 

Como comentaba antes, lo realmente revolucionario de este proyecto viene de la distribución, porque lo que hemos hecho es cambiar el concepto que hasta ahora imperaba de nosotros decidimos donde vas a ver la peli. Nosotros le vamos a dar la vuelta y confiamos en que el espectador pueda decidir donde y como quiere verla. Queríamos que la película pudiese verse gratis en internet, porque así es como funciona a día de hoy aunque quizá en unos años la cosa cambie y la gente esté más dispuesta a pagar un precio fijo por el cine. Si esa es la forma en que la gente consume actualmente, nosotros queríamos ponérselo lo más fácil posible ¿Cómo vamos a conseguir que la gente se motive para comprar? Pues ofreciéndoles un valor añadido y siendo completamente amigables y proaudiencia. Si a nuestra audiencia le ofrecemos la oportunidad de verla gratis y decidir cuanto quiere pagar, habrá algunos que no paguen un duro y otros que nos den más de lo que habrían pagado por una peli convencional, porque cree en el proyecto, porque quieren ayudarnos a hacer el siguiente... se trata de recuperar la confianza del público y la relación con él. Es algo que los músicos han entendido muy bien, pero que en el cine aún cuesta. 

Si a alguien le gusta algo, el dinero no es un problema. Cuando algo te gusta quieres apoyar a ese artista, quieres formar parte, acceder al contenido adicional y tener todas las ventajas que supone aportar algo de dinero. Y si además te ha gustado tanto que la quieres tener en tu estantería, vas a poder tener la edición DVD coleccionista o la edición en USB. La película la puedes ver mil veces en casa, pero la experiencia comunal de ir a un estreno donde está el equipo de la película o donde puede haber una fiesta o se proyecten piezas transmedia que no se pueden ver online. La gente no quiere pagar por el derecho a ver la película, sino por todo lo que hay alrededor. 

◉ Algunas personas criticaban que colgando la película gratuitamente en internet estabais reforzando un mensaje negativo asentado en una generación acostumbrada al todo gratis...  

He tenido muchas discusiones de este tipo. Yo creo en un mercado de libre intercambio donde tú puedas decidir si quieres un producto o no lo quieres, y el valor del producto lo da el propio mercado. En nuestro caso el DVD no es gratis, el USB no es gratis, acceder a una sala de cine no es gratis... las cosas físicas, las cosas que son escasas, tienen un valor X. Tienen ese valor en concreto precisamente porque son escasas. Un cuadro cuesta mucho más que una reproducción porque solo hay uno. En el caso del cine es infinito, por eso el valor es cero. Tú puedes hacer infinitas copias de algo a coste cero. El agua es gratis porque hay recursos suficientes para que cualquiera pueda ir a la montaña y beber un poco sin pagar ¿Por qué pagamos? Pagamos por el envase, pagamos porque nos la traigan a casa. Y no tiene el mismo valor una botella de agua Bezoya que una de agua Fiji, aunque es la misma: inodora, incolora, insípida... pero la botella de Fiji es más bonita, es exótica, entonces decidimos pagar 3 euros por esa botella en vez de 1 que pagamos por Bezoya. Hemos llegado a un punto en el cual la tecnología permite que haya infinitas copias de algo, por eso no puede ser que el modelo de negocio esté basado en la escasez, ya no predomina la escasez. Habrá que buscar ese valor añadido, esa cosa escasa por la que el público está dispuesta a pagar. 

◉ Mencionabas antes el Creative Commons ¿por qué decidisteis optar por él tanto para la peli como para la web?    

Fue por varias razones. Tiene bastante que ver con lo que hablábamos antes de la creatividad. Cualquier persona que crea algo sabe que las personas creamos basándonos en lo anterior, inspirados por obras ya existentes, y muchas veces me encantaría poder coger parte de estas obras y reinterpretarlas desde mi punto de vista o incluirlas en una obra conjunta. Es un problema porque por culpa del copryright muchas de estas acciones no están permitidas. Y a nosotros nos pasaba en la facultad cuando hacíamos cortos. Eran cortos que no tenían ninguna viabilidad comercial ni ningún interés para nadie, ni íbamos a sacar dinero con ellos, pero de repente nos dábamos cuenta de que cuando queríamos usar una canción de U2 porque era perfecta y nos emocionaba incluir una canción de nuestro grupo preferido, no podíamos hacerlo por culpa del copryright. Esto acababa limitando nuestra creatividad, así que cuando conocimos Creative Commons y vimos que daba la posibilidad de que cualquier persona creara obras utilizando nuestro material, y que al mismo tiempo nosotros pudiéramos coger canciones de otra gente y usarlas para crear nuestras obras nos pareció  que eso generaba un ecosistema mucho más interesante en el que se pueden crear varias obras de lo mismo, y eso no impide que podamos ganar todos dinero con ello. 

Yo siempre pongo el ejemplo de un grupo de Berlín que decidió hacer un disco inspirado en una película, y le pidió a veinte grupos que compusieran una canción inspirada en ella y sacaron un disco. El disco lo van a vender. Con esto consiguen que se genere una nueva obra artística, un disco de música, que estos señores se lleven parte del beneficio, que nosotros también vayamos a llevarnos parte del beneficio por ser los creadores de la obra en la que está inspirado, y además esas canciones hayamos podido utilizarlas para nuestras piezas transmedia. De manera que estamos cruzando la creatividad, generando obras nuevas y sacando todos un beneficio. Por otro lado permite una distribución mucho más sencilla y legal, que es parte de por lo que nosotros estamos apostando. Que cualquier persona del mundo pueda coger la película y hacer un estreno, o verla con sus amigos, o copiarla, o hacer lo que ya iba a hacer de forma natural. 

◉ ¿Dónde os posicionáis cuando salen debates sobre los derechos de autor, las descargas tipo Megaupload o las polémicas leyes Sopa y Sinde?

No estamos en absoluto a favor de la piratería, creemos que cada autor debe decidir que quiere hacer con sus derechos. Lo que nos parece estúpido es limitar el derecho natural que ahora la tecnología permite a la distribución de la cultura. Si una persona quiere proteger sus derechos, allá él. Nos parece tonto, porque de la manera en que nosotros lo estamos haciendo abriendo nuestros derechos, permitiendo que la gente copie, comparta y haga lo que hace normalmente pero de forma legal y además organice sus propias proyecciones nos nos podemos permitir generar una economía dentro de esto que va a ocasionar que igual la película la vean diez millones de personas, lo cual como creadores es maravilloso, en lugar de limitar el número de lugares en los que la película se va a ver tenemos que intentar potenciarlo. Y lo que conseguimos es hacer un producto suficientemente bueno y darle al público la confianza suficiente ofreciéndole un valor añadido para que decida lo que quiere pagar. De esa forma, conseguimos mucha más audiencia, y probablemente si un 10% de toda esa gente decide que el producto le interesa y paga, probablemente consigamos los mismos beneficios que con una película convencional. Lo que tenemos que hacer es aprovechar esta tendencia natural que tienen los seres humanos a compartir y promover las cosas que le gustan, y que además podamos conseguir llegar a la mayor cantidad de gente, lo cual nos parece importante. Ahora hay una oportunidad tremenda para replantearse la propiedad intelectual y pensar que podemos hacer con nuestros derechos. 

◉ Respecto a las proyecciones en cine ¿tenéis un número aproximado de cuanta gente puede asistir? ¿cómo se van a repartir los beneficios entre las salas y vosotros?

Tenemos confirmadas 70 proyecciones en 12 países, estamos terminando de cerrar los acuerdos y se irán anunciando en los próximos días. Las dos oficiales que nosotros controlamos directamente son las de Madrid y Barcelona. En Madrid hemos vendido casi 500 entradas ya, la de Barcelona las acabamos de poner a la venta, así que no te puedo dar cifras todavía, pero la cosa va muy bien. Hay gente que quiere realizar proyecciones en sitios muy locos. Un cine de Kiev quiere proyectarla durante tres semanas y un montón de planetarios en todo el mundo nos lo han pedido también. Los científicos del CERN quieren distribuirla en su videoclub. Hay un montón de energía que se está creando alrededor de la película en todo el mundo, y de gente que está poniendo toda la carne en el asador. Nuestro modelo es muy sencillo: cualquier persona puede organizar una proyección. Él se encarga de la promoción, se encarga de los gastos, y del beneficio que se saque nosotros nos llevamos un 50%. De modo que cualquiera que organice la proyección, sea un cine particular, un cineclub o una universidad puede cubrir los gastos que haya tenido y conseguir un beneficio. Al final tienes un montón de socios en todo el mundo que le van a poner un montón de pasión para promocionar la peli y de ahí nos llevamos la mitad. 

◉ Tenéis pensado emitirla en televisión ¿habéis cerrado algún acuerdo con alguna cadena? 

Esta semana hemos estado teniendo reuniones con varias teles, no tenemos nada firmado ni lo podemos anunciar, pero hemos recibido mucho interés de un par de ellas, y espero que pronto podamos dar buenas noticias al respecto. 

◉ La idea que nos comentas consiste en hacer un proyecto transmedia con webisodios, contenido para móviles y un juego de realidad alternativa ¿crees que es absurdo hoy en día hacer un proyecto audiovisual pensando en una sola plataforma? ¿cómo de avanzado está cada uno de estos proyectos? 

Cada uno debe de hacer la obra que siente que debe hacer. Lo que yo he encontrado en el transmedia es la primera oportunidad como creador en mucho tiempo de separarme del formato ¿Por qué las películas duran 90 minutos? ¿Por qué los libros tienen un promedio de 200 páginas? ¿Por qué una serie dura 40 minutos? Hasta ahora la mayoría de estos formatos venían determinados no porque a nivel narrativo fuese lo ideal, sino por una cuestión física. Las películas duraban 90 o 120 minutos porque tenían que haber cuatro sesiones en un cine, porque el DVD no permitía introducir más contenido, los discos tienen doce canciones porque no caben más, los libros no se pueden imprimir más grandes, las series duran 40 o 50 minutos porque hay que meter cuatro pausas publicitarias. A día de hoy gracias a internet todas esas limitaciones se anulan, y de pronto como creador puedes decidir donde es más óptimo contar tu historia, o incluso diversificarla. Antes como la película solo se podía ver en un cine, tenías que limitarte a lo que cabía en una pantalla. Ahora hay una parte que quizás es mejor contarla en texto, a través de una llamada telefónica, de una imagen o de una novela gráfica. De ese modo puedes expandir el universo de tu historia y contarlo en diferentes plataformas. Tienes total libertad para decidir donde es mejor.  

En el caso de la película muchas cosas en las que pensábamos como el videojuego, las aplicaciones para móviles o el ARG no han podido llevarse a cabo por falta de presupuesto, pero sí que hemos creado un universo alrededor de la cinta. La película es el centro, pero a su alrededor vamos a tener 34 webisodios de entre 1 y 15 minutos, son casi 200 minutos adicionales de contenido que te van a permitir conocer la historia de la carrera espacial, sobre la conspiración y detallar cosas de la película que no están lo suficientemente explicadas, algo de los personajes y su relación... aparte va a haber un libro con imágenes hechas por los personajes, un poemario escrito por uno de ellos, va a haber una ficción en facebook que venimos desarrollando desde hace varias semanas donde hemos creado personajes que interactúan entre si en tu propio muro. Todo eso nos permite profundizar mucho más en la historia e introducir unos personajes más complejos, más ricos y profundos. Creo que esto es fantástico tanto para el creador como para el espectador.     

◉ ¿Cómo asimiláis que vuestro modelo haya sido caso de estudio en universidades y escuelas de publicidad y negocios?

Fue muy raro, porque en un momento dado estábamos estudiando en una universidad y al mismo tiempo le estábamos dando clase a gente de esa universidad que tenían tres años más que nosotros. Nosotros no dejábamos de ser tres chicos muy jóvenes haciendo un proyecto con pasión, y de repente nos encontramos dando cursos y conferencias a gente muy importante en la industria audiovisual y a alumnos de escuelas de negocios. Era raro, pero también muy bonito poder hablar con esa gente de forma personal, contarles nuestra historia y ver sus reacciones. De hecho muchas de las reacciones en contra de toda esa gente que nos llamaba locos nos ayudaron a entender lo que queríamos hacer, a plantear nuestro modelo, a darle forma y llegar a lo que ha sido finalmente el proyecto. 

◉ ¿Y la repercusión en publicaciones como la revista Wired y blogs como el de Brian Newmann o The Workbook Project?

Lo que ha hecho que el proyecto haya llegado hasta aquí ha sido el conseguir apasionar a toda esa gente que habla de nuevos modelos tanto como nosotros estábamos apasionados por nuestra película. Parte de la clave de la peli ha sido transmitir nuestra pasión, contar una historia personal. Salir en cualquiera de las 500 publicaciones en las que hemos salido es apasionante. Son publicaciones que leemos, que seguimos, que admiramos... ha sido absolutamente increíble.
  
◉ ¿En qué momento empezáis Bruno Teixidor y tú a pensar en desarrollar el concepto de la película? ¿Cuál era el plan inicial? 

La película empezó con el crowdfunding, nunca hubo un plan de financiación alternativo. De hecho nació como cortometraje y ya desde el inicio lo planteamos así. La historia nace de un libro de Joan Fontcuberta llamado Sputnik, en el cual un cosmonauta se perdía en el espacio y su nave volvía vacía en la tierra. A partir de ahí empecé a obsesionarme con el tema de los cosmonautas rusos, hay mucha leyenda negra en Rusia en torno a cosmonautas perdidos. Empecé a escribir historias metiendo cosmonautas en ellas, y de ahí salió el primer guión de cortometraje que luego se convirtió en película, pero tanto crowdfunding como Creative Commons nacieron con el proyecto. Lo que vino un poco después fue el transmedia. Al principio era solamente una película, pero más adelante asistimos a alguna conferencia donde nos hablaron del transmedia, quedamos completamente fascinados y empezamos a pensar en como podíamos desarrollar la historia para contarla en múltiples plataformas.    

◉ Este argumento resulta muy atractivo ¿puedes contarnos esta leyenda conspiranoica sobre los cosmonautas perdidos?

La primera que conocimos fue la de Fontcuberta, que un día sacó a la prensa una historia diciendo que había encontrado en una subasta unas fotografías de un cosmonauta donde salía saludando, hablando al público... y después las mismas imágenes en las que habían borrado a este hombre, una práctica habitual en la Unión Soviética. Contaban en unos papeles que se había perdido en el espacio y su nave había llegado al espacio y la habían encontrado llena de mensajes. En la Unión Soviética había mucho secretismo, se proclamaban las grandes gestas, pero muchas cosas que salían mal se ocultaban. De hecho hay accidentes que sabemos a ciencia cierta que ocurrieron pero que los contaron 25 años después. A mí esta idea de cosmonautas que se perdían en el espacio me encanta. Me imaginaba esos momentos de soledad absoluta a medio millón de quilómetros de casa y sabiendo que no puedes volver. Fue lo que me impulsó a investigar, y ahí empecé a aprender un poco sobre la historia de la carrera espacial rusa que es fascinante aunque casi nadie la conoce. 

"Wong Kar-Wai ha reinventado por completo el lenguaje del cine"


◉ A la hora de situar la peli ¿por qué decidís meteros en ese berenjenal? ¿ya os decía vuestra intuición que el tema se iba a poner otra vez de moda con lo de Corea? 

No teníamos ni idea. La unión soviética, el comunismo en Rusia o la carrera espacial son temas que a nuestra generación que tenemos 20 o 25 años no nos tocan directamente, pero en nuestros padres era algo que estaba muy presente, vivieron de niños el aterrizaje en la luna y toda esta tensión que hubo durante la Guerra Fría. Es una estética que se ha transmitido a través de distintas generaciones y que siempre ha estado ahí. Creo que todos tenemos en la cabeza lo que es la estética soviética, algo bastante fascinante y que nos llama un poco la atención. Si hablamos de otras culturas igual están un poco más diluídas, pero la soviética ha tenido mucha importancia. En un momento dado empezamos a descubrir que había muchas historias fascinantes y épicas en la carrera espacial que tenían que ver con los rusos. La historia de Estados Unidos nos la sabemos todos, se han encargado de que fuese así, pero la rusa no. Había muchas historias que son igual de épicas que la americana y de repente descubrimos que merecía la pena contarlas. 

◉ ¿Hay algún tipo de intriga política en la trama o habéis decidido dejarlo al margen para hacer un drama intimista?

Hay intrigas políticas, conspiraciones y un montón de tramas que en la película están solamente esbozadas y luego se desarrollan en los diferentes proyectos transmedia.

◉ ¿Qué papel juega en el proyecto Yuri Gagarin, esta especie de mascota de la película? ¿Cómo conseguisteis uniros a la Yuri's Night del 2010?

Ha sido una de las figuras más importantes en la cosmonaútica histórica. Para nosotros es una figura muy admirada. En facebook hemos creado una ficción llamada Nayik con once personajes de la película donde él es uno de ellos. Hay un perfil en facebook de Yuri Gagarin donde cuenta su día a día en la ciudad de las estrellas. A la Yuri's Night nos acercamos de una manera muy natural por lo que tenía nuestro proyecto de espacial, de loco y de festivo. Ha sido una unión natural por su relación con la cosmonaútica rusa. Hemos contactado con varios cosmonautas rusos que han apoyado el proyecto, la película está ambientada en la Ciudad de las Estrellas, donde al final no pudimos rodar pero que visitamos varias veces para escribir el guión.

◉ Contactáis con varios cosmonautas, con la embajada rusa, con el CERN... para pedirles que participen en la película, ¿creíais que iban a aceptar o solo fuisteis a probar suerte?

Fue muy natural, estaba claro que ese era nuestro público potencial y que les iba a interesar. Quizás fue inocente o ingenuo pensar que toda esta gente nos iba a responder, pero nunca nos planteamos que no lo fueran a hacer. El apoyo que nos han dado ha sido mayor del que creíamos y ha sido maravilloso.

◉ La idea parece inspirada por el cine de ciencia ficción espacial de Tarkovsky con películas como Solaris... 


Solaris es una de mis películas favoritas, y Tarkovsky me encanta. Sí que intentamos alejarnos mucho, porque es un director bastante complicado, aburrido para muchos y lento para otros. A mí me parece fascinante, pero entiendo que es un cine bastante difícil. Nuestra película no va tan lejos, pero no es una obra mainstream. Es una película bastante de autor que sí que ha tenido una cierta influencia de este cineasta sin llegar hasta donde lo hacía él. Pero si nos hemos permitido, gracias a lo que te decía antes, contar con una total libertad creativa y hacer la película que queríamos hacer. Como director sé que va a generar cierta polémica, habrá gente a la que le guste muchísimo y gente a la que no le guste nada y se vaya a sentir decepcionada. Eso está bien, no hacer una película promedio, sino la que yo quería hacer como director. 

◉ Entonces puedes respondernos a la duda eterna ¿un director debería filmar lo que tiene dentro o lo que quiere ver el público, que es el que paga?

Yo creo que el director debe filmar lo que tiene dentro si lo que quiere hacer es una obra de arte. Si lo que quiere es divertirse puede filmar cualquier cosa, a mí me divierte mucho dirigir spots de publicidad haciéndolos como creo que el público se va a emocionar viéndolos. En el caso de la película es un proceso mucho más interior. No significa que no tengas en cuenta al público, las películas se hacen para el público. Si alguien hiciera una película que no le gustara absolutamente a nadie no sería una película, sería un fracaso. No significa que haya que contentar a todo el mundo, creo que lo que hay que intentar es hacer la película que tienes en la cabeza e intentar que tu sensibilidad coincida con la mayor cantidad de gente posible, sin preocuparte porque no coincida con todos. 

◉ Entre vuestras influencias se encuentran también directores que en su momento han sido de una manera u otra renovadores del medio, como Wong Kar-Wai o Robert Bresson.  

Esos que nombras son dos de mis tres directores preferidos. Creo que Bresson reinventó en muchos aspectos el lenguaje del cine, aunque sus películas son el claro ejemplo de lo que contaba en sus escritos. Creo que lo revolucionario que tiene son sus escritos, aunque sus películas son buenas tampoco son tan redondas ni tan históricas. Wong Kar-Wai sí que me parece uno de los directores más fascinantes de la historia del cine, y sí que ha sabido reinventar por completo su lenguaje. Es uno de mis principales referentes. 

◉ Veo que tenemos gustos similares. Del mismo Tarkovsky, Stalker es una de mis películas favoritas.  

Es maravillosa. Tiene muchas cosas de Stalker nuestra película.

◉ Entonces, un motivo más para verla. Pero, después del Cosmonauta ¿cómo veis el horizonte? ¿os planteáis seguir haciendo cine, financiarlo mediante crowdfunding y distribuirlo de esta manera tan personal?

Haciendo cine seguro, todo lo demás espero que sí, aunque ojalá lo hagamos de una forma mucho más sencilla. Este proyecto ha sido maravilloso, yo no cambiaría un solo segundo de mis últimos cuatro años de vida, pero no quiero pasarme otros cuatro intentando financiar otra película. Vamos a tener que coger todo lo que hemos aprendido y mirar como podemos hacer esto de una forma que sea más sustentable, donde la gente pueda cobrar su sueldo, donde trabajar en paralelo en otros proyectos para tener con que pagar el alquiler. Yo creo que estos métodos nos van a seguir acompañando a mayor o menor escala, no todos los proyectos permiten algo así. Creo que haber comprobado que la loca idea que teníamos funciona no ha hecho sino reafirmarnos en que no era tan loca y esto puede ser un camino por explorar. 

◉ ¿Y animarías a futuros cineastas a que siguiesen vuestro ejemplo? 

Es la cosa más maravillosa que me ha pasado en la vida. Ha sido apasionante cada uno de los días que hemos vivido este proyecto a la hora de aprender como se financia, se produce y se distribuye una película. Nos ha permitido conocer a gente increíble y disfrutar de una ola de amor y de colaboración. Yo no cambiaría un solo segundo. Si cualquier persona tuviese la oportunidad de vivir la mitad de la experiencia que nosotros hemos vivido le diría que se lance al vacío sin dudar.

Archivo fotográfico ⎪  elcosmonauta.es

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