EL LLORENTE AL HOYO Y EL SOMOANO AL BOLLO
Claro y directo fue Jordi Evole el pasado miercoles en la gala de entrega de los Premios Iris al mencionar lo absurdo que le parecía que cada vez que cambia un gobierno se reemplace al director de informativos de la televisión pública. No digo que el asunto no sea ridículo, pero no más que muchas cosas a las que ya estamos acostumbrados y por las que nadie siente necesidad de ponerse en pie de guerra.
Televisión Española hace tiempo que dejó de ser un servicio público, y mucho más que dejó de ser una televisión, aunque admito que sin ella no tendríamos un ápice de esa programación cultural de "cuotas mínimas" que de dejar en manos de las privadas habrían caído en un vórtice sin salida. Hablamos, aunque suene tópico de la segunda cadena, de Los desayunos de TVE y, por supuesto, de su conductora Ana Pastor.